El Gobierno de Polonia ha anunciado este lunes medidas de refuerzo de su frontera con Bielorrusia con el envío de unos 12.000 soldados ante la "amenaza" que supone la llegada masiva de migrantes y advirtieron de que puede producirse una "escalada" de acciones militares en la zona. 

Más de 2.000 migrantes, en su gran mayoría kurdos se ha concentrado en la frontera entre Bielorrusia y Polonia durante las últimas horas. "Más 2.000 refugiados, incluidos mujeres y niños, se encuentran frente a la alambrada en la frontera con Polonia", ha informado el Comité Estatal de Fronteras de Bielorrusia, que aseguró que tienen por objetivo llegar a la Unión Europea, ya que "no consideran a Bielorrusia como lugar de destino". "La situación en la frontera bielorruso-polaca sigue siendo muy tensa", ha señalado, según recoge Efe.

Esta misma fuente denunció el uso de gas lacrimógeno contra los migrantes por parte de los efectivos de las fuerzas de seguridad polacas, de los que están separados por alambre de espino. En las imágenes ofrecidas por el portal bielorruso Zerkalo se ve cómo los policías polacos utilizan aerosoles para dispersar a aquellos que intentaban cruzar la frontera.

El portavoz del Gobierno polaco, Piotr Müller, dijo que se enfrentan a "provocaciones" de funcionarios bielorrusos y agregó que se prevé una intensificación de las situaciones de conflicto en la frontera entre los dos países. Además, añadió que las fronteras de su país "están siendo atacadas de manera organizada". Sin embargo, el ministro del Interior de Bielorrusia, Iván Kubrakov, ha respondido que los migrantes que se encuentran en la frontera con Polonia no han violado la legislación nacional y su presencia en territorio bielorruso es legal.

El portavoz del coordinador de los servicios de inteligencia polacos, Stanisław Żaryn, compartió un vídeo en Twitter en el que mostraba a cientos de personas caminando por una calle. "Según la información más reciente, este enorme grupo de migrantes está bajo el control de las fuerzas armadas bielorrusas, que deciden dónde pueden y dónde no pueden ir", escribió Żaryn en relación con la participación de responsables bielorrusos en el movimiento de esas personas.

Tanto Polonia como Letonia y Lituania han declarado el estado de emergencia en los últimos meses por el incremento de la llegada de migrantes desde Bielorrusia. Esos países y la Unión Europea acusan al presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, de provocar la actual crisis migratoria como represalia por el apoyo prestado a la oposición bielorrusa, que se encuentra en el exilio. 

Ayuda de Frontex y Europol para controlar la frontera

El portavoz comunitario para Migración, Adalbert Jahnz, ha asegurado que Bruselas está pendiente de la situación en la frontera. El Ejecutivo comunitario ha intentado sin éxito en las últimas semanas que Varsovia permitiera a expertos comunitarios desplazarse a la zona. 

Los servicios europeos han explicado que los agentes de Frontex y Europol podrían ayudar a las autoridades polacas en el registro de las personas
indocumentadas que logran pasar de manera irregular la frontera y agilizar también la tramitación de las peticiones de asilo que se puedan presentar. Pero para que esto ocurra es necesario que el Gobierno polaco lo solicite formalmente, cuestión que no ha ocurrido por el momento. 

Así, el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, ha pedido a Polonia que acepte la ayuda de Frontex, para gestionar la crisis migratoria. En su cuenta en la red social Twitter, Sassoli se ha mostrado "alarmado" por la situación en la frontera entre Polonia y Bielorrusia y pidió a Lukashenko que deje de "explotar" a los migrantes. "Alarmados por la situación en la frontera entre Polonia y Bielorrusia. El régimen bielorruso debe dejar de explotar a los migrantes y solicitantes de asilo para juegos de poder político", ha tuiteado el político italiano.

Mientras, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha urgido este lunes a los países de la Unión Europea a aprobar nuevas sanciones contra Bielorrusia por utilizar la migración como arma política contra los Veintisiete. "Hago un llamamiento a los Estados miembros para que aprueben de una vez el régimen ampliado de sanciones contra las autoridades bielorrusas responsables de este ataque híbrido", ha indicado Von der Leyen en un declaración.

Ha añadido que la UE "estudiará en particular cómo sancionar, incluso mediante listas negras, a las aerolíneas de terceros países que participan activamente en el tráfico de personas". Asimismo, ha anunciado que el vicepresidente comunitario Margaritis Schinas, en coordinación con el alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, viajará "en los próximos días" a los principales países de origen y de tránsito "para asegurarse de que actúan para evitar que sus propios nacionales caigan en la trampa tendida por las autoridades bielorrusas".

También el Gobierno de EEUU ha exigido este lunes a Bielorrusia que "cese de inmediato" su campaña de "facilitación" de la migración hacia la UE, al criticar el uso político por parte de Minsk de personas "vulnerables". El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, ha mostrado su "preocupación" por las "perturbadores imágenes" en la frontera entre Polonia y Bielorrusia.