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El presidente de Kenia pide calma para dialogar con la oposición

La Policía disuelve violentamente una manifestación antigubernamental en Nairobi

AGENCIAS

'Matadnos a todos', gritaron ayer a la Policía keniana centenares de manifestantes antigubernamentales cuando los agentes dispararon al aire y tiraron gas lacrimógeno en las calles de Nairobi.

Mientras el presidente de Kenia, Mwai Kibaki, pedía calma para iniciar un diálogo político, la capital se hundía en el séptimo día consecutivo de violencia que se ha cobrado la vida de más de 300 personas.

Kibaki rompió su silencio para declarar que está dispuesto a negociar 'cuando desaparezca el clima de tensión y el ambiente sea pacífico y constructivo' y advertir que 'perseguirá firmemente a los autores de actos violentos'.

'Esto es una dictadura', gritó uno de los manifestantes bloqueados por la Policía en la barriada de Kibera, feudo del partido opositor Movimiento Democrático Naranja (ODM).

Bajo el incendio de la enorme cruz que presidía una de las iglesias de Kibera, la Policía se enfrentó a los partidarios de Raila Odinga, el líder del ODM que acusa al Gobierno de Mwai Kibaki de haber falsificado el resultado electoral. El ODM anunció nuevas movilizaciones para hoy.

Kibaki está cada vez más sólo. Si el miércoles fue el presidente de la Comisión electoral quien sorprendió al país al reconocer que no sabía quien había ganado, ayer se sumó el fiscal general, Amos Wako, al pedir una investigación independiente. Wako advirtió que el país 'está degenerando rápidamente hacia una catástrofe de proporciones inimaginables.'

El arzobispo surafricano y Premio Nobel de la Paz Desmond Tutu está en Nairobi para mediar entre los partidos enfrentados. 'Kenia es un país que ha sido puesto como modelo de estabilidad. La imagen ha quedado hecha añicos', dijo antes de reunirse con el ODM. La oposición, a diferencia del Gobierno, ha aceptado la mediación extranjera.

Presión internacional

EEUU y la UE acordaron ayer presionar a los partidos kenianos para formar un gobierno de coalición de las principales etnias enfrentadas.
Los partidarios del presidente Kibaki, de la predominante tribu kiyuku, y los de Obinga, de la tribu Luo, se han acusado mútuamente de genocidio.

Médicos kenianos han denunciado que los casos de violaciones se han doblado en la última semana. 'Son bandas de violadores que actúan de forma sistemática', declaró a la agencia humanitaria IRIN Sam Thenya, director del Hospital de Mujeres de Nairobi.

'Ésta es sólo la punta del iceberg' dijo Thenya al explicar que muchas víctimas no podían llegar al hospital por carecer de transporte. 

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