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El presidente y el primer ministro tunecinos dejan el partido de Ben Alí

Abandonan su militancia de la Reagrupación Constitucional Democrática y anuncian además la expulsión del propio presidente depuesto y de varios de sus consejeros

SERGIO LEÓN / AGENCIAS

Mebaza y Ghanuchi dejan el partido de Ben Alí. El presidente y el primer ministro de Túnez han abandonado sus cargos y su militancia en la Reagrupación Constitucional Democrática (RCD), la formación del régimen del depuesto presidente.

La televisión pública ha enmarcado el anuncio en un intento por 'separar el Estado del partido', una de las peticiones de los políticos opositores y de los líderes sindicales. Con este gesto, Mebaza y Ghanuchi aspiran a salvar el recién nombrado Gobierno de unidad, prácticamente desmoronado por las dimisiones de algunos ministros como protesta contra el mantenimiento del aparato del anterior régimen.

Además, junto a la decisión del presidente y primer ministro tunecinos, la agencia oficial TAP ha anunciado también la expulsión del propio Ben Alí del partido junto a a seis de sus colaboradores 'de acuerdo con la investigación llevada a cabo en el partido tras los graves sucesos que han sacudido el país' en las últimas semanas.

Entre las expulsiones, estarían la de los principales consejeros del presidente depuesto, Ben Dhia y Abdelwahab Benabdellah, además de la de Belhasan Trabelsi, hermano de la esposa de Ben Alí y la del yerno de éste, Sajer el Matteri.  

El nuevo Gobierno provisional, que debía servir de transición hasta la celebración de las elecciones, mantiene en todos los puestos clave, como Interior, Exteriores, Defensa o Finanzas, a seis ministros del RCD, además de a otros tantos miembros de la formación.

De ese modo, la decisión de Mebaza y Ghanuchi pretende responder a las dimisiones de hasta cuatro ministros del Gabinete de unidad, recientemente anunciado, entre los que se encontraban los representantes de uno de los tres partidos de la oposición que integraban el Gabinete y de la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT), la principal fuerza sindical del país.

La TV enmarca el anuncio en un intento por 'separar el Estado del partido'

Una de las renuncias ha sido la de Mustafá Ben Yafaar, nombrado ministro de Sanidad y líder del Foro Democrático por el Trabajo y la Libertad (FDTL). Junto a Yafaar, también han abandonado el Gobierno provisional Abdelyelid Budui, nombrado ministro delegado ante Ghanuchi, el ministro de Empleo, Husin Dimasi, ambos procedentes del UGTT, y Mufida Tletti, ministra de Cultura, de origen independiente, adelantó a Público el propio Budui.

Tanto el FDTL y las otras dos formaciones opositoras, el movimiento Etajdid y el Partido Democrático Progresista (PDP), junto al UGTT, que desempeñó un papel clave en la organización de las protestas que acabaron con Ben Alí, habían exigido la salida de varios ministros procedentes del partido del ex presidente Ben Alí, salpicados por casos de corrupción y represión.

A las dimisiones, siguió la amenaza de Ettajdid, cuyo líder y fundador, Ahmed Brahim, fue designado ayer como el titular de la cartera de de Educación Superior, que avisaron que 'revisarán su participación' y estudiarán su posible abandono del Ejecutivo si no se cumplen una serie de condiciones, como la dimisión del propio primer ministro.

A su regreso a Túnez desde su exilio, el político Moncef Marzouki, líder de un partido opositor de carácter secular que ya ha anunciado su intención de presentase a las futuras elecciones, ha apelado a que la 'revolución continúe'.

Los partidos opositores piden la salida de los ministros de Ben Alí

Alrededor de 200 personas recibieron al opositor en el aeropuerto de Túnez. 'El día de hoy representa una gran victoria porque puedo estar en un país libre', aseguró Marzouki, contagiado por un sentimiento que concibe como de 'orgullo nacional'.

Para él, representa una 'gran alegría' haber asistido a la huida de la 'mafia' que ha gobernado durante décadas el país. 'En cambio ahora yo, que tuve que huir, que fui un fugitivo, soy recibido por mi pueblo', agregó.

Marzouki anunció que su primer objetivo será viajar a la ciudad de Sidi Bouzid, unos 300 kilómetros al suroeste de Túnez, para visitar la tumba del joven desempleado Mohamed Bouazizi, que se prendió fuego en una protesta contra las autoridades y desató las protestas que concluyeron con la partida de Ben Alí.

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