Este artículo se publicó hace 11 años.
La presión de los salafistas frena el nombramiento de El Baradei como primer ministro egipcio
La presidencia interina egipcia ha confirmado que el premio Nobel se perfila como candidato a ocupar ese cargo, después de que se filtrara que ya había sido elegido por Mansur, lo que provocó el rechazo de varios grupos que apoyan
El político liberal y premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei se perfila como primer ministro del país, tras la ronda de contactos que mantuvo hoy el nuevo presidente interino, Adli Mansur, que todavía no ha tomado una decisión definitiva al respecto. El asesor de medios de la Presidencia egipcia Ahmed el Moslimani señaló ayer en una rueda de prensa que El Baradei es uno de los candidatos a ocupar la jefatura del Estado, pero precisó que Mansur todavía "necesita tiempo" para hacer una buena elección. De esta forma, El Moslimani desmintió lo difundido previamente por la agencia estatal de noticias Mena, que indicó que Mansur había encargado a El Baradei formar gobierno.
Designado por las Fuerzas Armadas tras el golpe de Estado que el pasado día 3 depuso al presidente Mohamed Mursi, Mansur se reunió con dirigentes políticos, asesores y con los ministros de Defensa, Abdel Fatah al Sisi, e Interior, Mohamed Ibrahim. El Baradei fue uno de los invitados a esa ronda de contactos, en la que también estuvieron el islamista moderado Abdel Moneim Abul Futuh y el secretario general del partido salafista Al Nur, Galal Morra, entre otros.
El Baradei, líder del partido Al Dustur (La Constitución) y una de las principales figuras del FSN, es conocido por las simpatías que despierta entre los jóvenes revolucionarios. Pasó de oponerse a la Junta Militar que dirigió Egipto desde la caída del presidente Hosni Mubarak en 2011 a posicionarse en contra de Mursi, que ganó las elecciones presidenciales de 2012. Sin embargo, su mayor impulso lo obtuvo hace unos días, cuando el Frente 30 de Junio, que integra la campaña que recogió firmas y llamó a manifestarse ese día contra Mursi, lo escogió como representante político para la nueva etapa inaugurada por los militares.
Tras haber jurado como presidente interino y disuelto la Cámara alta del Parlamento dominada por los islamistas en solo dos días, Mansur está actualmente buscando al sucesor de Hisham Qandil, que había sido nombrado primer ministro por Mursi. La rapidez con la que el presidente interino está llevando las reformas no ha gustado a los salafistas de Al Nur, que apoyaron el golpe de Estado para evitar el derramamiento de sangre. Ante las informaciones que apuntaban a El Baradei como cabeza del futuro gabinete, Al Nur criticó que "no habían sido consultados" en ese sentido.
Quienes también mostraron su rechazo fueron los Hermanos Musulmanes, que consideraron que El Baradei podría "encender la discordia en Egipto". Contrarios a ese tipo de maniobras, los Hermanos volvieron hoy a salir a las calles para reivindicar la vuelta al poder de Mursi, antiguo miembro de la cofradía. Miles de personas se congregaron en la plaza Rabea al Adauiya, unos de los feudos islamistas, en el oeste de El Cairo, para mantener la presión y condenar el golpe militar. "Votamos por Mursi. Hubo gente que no le votó, pero la mayoría sí. Hay que respetarlo porque así es la democracia", dijo la profesora Lobna Abdelaziz. En un ambiente cargado de consignas religiosas, muchos manifestantes portaban una tarjeta verde (el color del islam) que decía "quédate en tu sitio", una forma de decir que mantendrán las manifestaciones hasta lograr la restitución del único presidente que consideran legítimo.
Mientras los islamistas instaban a las protestas para volver al anterior orden constitucional, el Frente 30 de Junio convocó manifestaciones para garantizar que el proceso actual siga su rumbo. La situación es de tensa calma en el país, después de que partidarios y detractores de Mursi se enfrentaron ayer en unos disturbios que causaron la muerte de al menos 35 personas y heridas a unas 1.400, según cifras de Sanidad.
Además, la Fiscalía decidió ayer mantener en prisión preventiva durante quince días a los dirigentes de los Hermanos Musulmanes Helmi al Gazar, Mohamed al Omda (exdiputado) y Abdel Menem Abdel Maqsud (abogado del grupo), acusados de instigar a la violencia, horas después de que fuera detenido el "número dos" de la cofradía, Jairat al Shater.
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