Este artículo se publicó hace 2 años.
El propietario de la empresa Quick Air y su familia son las víctimas del avión que se estrelló en el Báltico
El empresario alemán y su familia poseen una casa en la costa gaditana de Atlanterra desde los años 80.
Madrid-Actualizado a
El dueño de la compañía alemana Quick Air, Karl Peter Griesemann, era uno de los pasajeros, junto a su familia, que viajaban en el jet privado que despegó el pasado domingo del aeropuerto de Jerez de la Frontera (Cádiz) y que se estrelló contra el mar Báltico.
Los ocupantes, además del propio Griesemann, eran su mujer, Juliane, su hija, Lisa y su pareja Paul Föllner, según ha adelantado el diario Express. La avioneta se dirigía al aeropuerto de Colonia/Bonn, en Alemania. Sin embargo, voló sin radio unos 3.500 kilómetros debido a problemas de presión en la cabina y terminó estrellado en las costas de Letonia.
El alemán y su familia poseen una casa en la costa gaditana de Atlanterra desde los años 80. La localidad colinda con Zahara de los Atunes y forma parta del municipio de Tarifa. Las viviendas de lujo salpican esta zona, donde abundan los vecinos de nacionalidad alemana. Según fuentes del municipio, la playa de Atlanterra es conocida como "la de los alemanes", recoge Efe.
Las mismas fuentes aseguran que la familia disfruta de su vivienda en Cádiz "al menos tres o cuatro veces al año". La empresa Quick Air tiene sede en Colonia (Alemania) y proporciona un servicio aéreo de ambulancias. La compañía cuenta con 11 aviones que pueden servir de UCI voladoras.
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