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Las protestas bloquean Bruselas

Decenas de miles de personas critican la obsesión por el déficit y la austeridad reclamando una política más social

DANIEL BASTEIRO

Decenas de miles de personas protestaron ayer en las calles de Bruselas contra la austeridad y exigieron a los gobiernos de la Unión Europea fortaleza ante la embestida de la especulación. La manifestación de la capital europea contó, según los cálculos de la policía, con 56.000 asistentes, cifra que la Confederación Europea de Sindicatos elevó hasta los 100.000. El 'éxito rotundo' de la marcha, según John Monks, secretario general de la organización sindical, es 'un claro mensaje para los líderes de Europa: no pueden seguir escuchando como si nada a los mercados, no pueden seguir ignorando el enfado y la preocupación de los trabajadores', aseguró.

La marcha, que se saldó con más de 200 detenidos, puso en jaque el transporte de la ciudad y obligó a la policía a desplegar cientos de agentes para proteger las sedes de las instituciones comunitarias, perturbando la rutina habitual del barrio europeo. Al mismo tiempo, en la sede de la Comisión, su presidente, José Manuel Durão Barroso, presentó el endurecimiento de las sanciones contra los países con un alto déficit o deuda. Según él, una 'deuda excesiva es antisocial'.

Para los sindicatos europeos, la obsesión de la UE con el déficit es una 'locura' y tanto las instituciones comunitarias como los gobiernos deben dar un golpe de timón para 'invertir en empleos para los jóvenes, en política industrial, economía verde o cualquier otra cosa que contribuya al crecimiento sostenible'. En otras palabras, lo contrario de lo que está haciendo España, según los sindicatos, que tenían la mirada puesta en la huelga general. La reforma laboral y la de las pensiones son 'las peores medidas de austeridad de toda la UE, después de las de Grecia', en palabras de Monks.

Los asistentes a la marcha eran, en su mayoría, liberados sindicales y trabajadores del sector público. Las centrales españolas contaron con una modesta representación y la significativa presencia de una veintena de aragoneses ligados a la CGT que llegaron el lunes a la capital tras 1.700 kilómetros de caminata contra la austeridad. Algunos eurodiputados, como Raül Romeva (ICV-Verds) y Oriol Junqueras (ERC), se sumaron a la manifestación. Junqueras, que reconoció que el Parlamento Europeo no le descontará parte de su sueldo por solidarizarse con los manifestantes, anunció que donará la parte proporcional a la Fundación Iris, dedicada a la inserción laboral de los discapacitados psíquicos.

Otras 11 capitales europeas celebraron movilizaciones, con Varsovia a la cabeza, donde hubo 5.000 manifestantes.

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