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Las protestas contra Putin calientan la gélida Moscú

Una multitudinaria manifestación recorre el centro de la capital

NATÀLIA BORONAT / AGENCIAS

Rusia se ha echado a la calle. Cerca de 23.000 personas, según fuentes policiales, recorren el centro de Moscú para exigir a las autoridades rusas limpieza en las elecciones presidenciales de 4 de marzo y la anulación de los resultados electorales de las parlamentarias de diciembre.

Sin embargo, los partidarios de Putin han contraatacado. Cerca de 90.000 personas se han echado a las calles de Moscú para defender la candidatura a la Presidencia del primer ministro, Vladímir Putin, según la policía de la capital rusa. Poco más de una hora después de iniciada la marcha, los partidarios de Putin superan en número a sus detractores, según datos de los organizadores del acto opositor y la policía.

El movimiento ciudadano de protesta que irrumpió en Rusia tras las elecciones legislativas del 4 de diciembre, que muchos consideran fraudulentas y que ganó el partido oficialista Rusia Unida, ha tratado de volver a desafiar hoy al poder y las temperaturas, que se esperan de 15 grados bajo cero, en una marcha autorizada en el centro de Moscú a favor de unos comicios limpios.

La marcha se realiza a falta de un mes para las próximas presidenciales, en las que el expresidente y actual primer ministro, Vladímir Putin, aspira a regresar a la jefatura del Kremlin. Se espera que unas 50.000 personas secunden las consignas de la organización, conocidos representantes de la sociedad civil y políticos opositores, que exigen reformas en la estructura de poder que se formó tras las primeras elecciones presidenciales que ganó Putin, en 2000.

Se espera que 50.000 personas protesten contra el primer ministro

Además de reformas políticas, el movimiento A Favor de unas Elecciones Limpias exige que se anulen los resultados de los comicios legislativos, que se libere a todos los presos que han sido condenados arbitrariamente y que se convoquen nuevas elecciones. El colectivo pide a los candidatos a las presidenciales que se comprometan con estas peticiones sociales.

Ayer, ninguno de los cinco candidatos reaccionó a la petición del comité organizador y no se espera que ninguno de los cuatro adversarios de Putin intervenga en el mitin de hoy. Según todos los sondeos, el actual primer ministro, con todo el aparato administrativo a su servicio, ganará las elecciones.

El gran interrogante es si Putin conseguirá más del 50% de los votos en la primera vuelta y, con ello, podrá silenciar las voces que hoy harán todo lo posible para que los ciudadanos no voten al actual primer ministro. El Kremlin ha organizado un mitin alternativo de apoyo al candidato oficialista y contra una revolución naranja, en alusión al movimiento que, en 2004, llevó al Gobierno en Ucrania a políticos más orientados hacia los valores occidentales.

El Kremlin organiza una contramarcha y paga de 10 a 30

La oposición extraparlamentaria y la prensa han denunciado durante toda la semana que se obliga a muchos colectivos profesionales a asistir a la manifestación a favor de Putin. Han aparecido numerosos mensajes, la mayoría anónimos, de funcionarios y de trabajadores de empresas como Correos de Rusia, Aeroexpress o la entidad bancaria Sberbank quejándose de las presiones políticas que han recibido.

Elena Artiemeva, profesora de ruso de la escuela 590, por ejemplo, explicó al canal de televisión Dozhd que su centro había recibido órdenes del Departamento de Educación de que al menos 15 docentes tenían que asistir al mitin a favor de Putin.

Además, cada vez es un secreto más conocido que los organizadores de los mítines oficiales pagan a una parte de los asistentes, a quienes contratan a través de agencias que buscan extras para diferentes actos. Esta semana, se ofrecían entre 10 y 30 euros por asistir a la concentración.

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