El presidente saliente ruso, Vladímir Putin, y la canciller alemana, Angela Merkel, polemizaron hoy en una rueda de prensa conjunta sobre el papel de la OTAN y la proclamación unilateral de la independencia de Kosovo.

Vladimir Putin, acusó a la OTAN de querer 'reemplazar a las Naciones Unidas' y defendió que la política de la Alianza Atlántica hace aumentar las posibilidades de un 'conflicto', durante una rueda de prensa a las afueras de Moscú.

'La interminable ampliación de un bloque político-militar en las condiciones actuales, cuando no hay enfrentamiento de dos sistemas hostiles, es inoportuna, perjudicial y contraproducente', dijo Putin en la rueda de prensa con Merkel.

'Existe la impresión de que hay tentativas de crear una organización que reemplazaría a la ONU', afirmó Putin interrogado sobre la política de la OTAN, tras entrevistarse con la canciller alemana, Angela Merkel, en su residencia cerca de Moscú.

'Es poco probable que la humanidad acepte este tipo de arquitectura de las relaciones internacionales y pienso que el potencial de un conflicto va a aumentar', estimó el presidente saliente.

'La OTAN ya rebasa los marcos de su competencia. No tenemos nada en contra de ayudar a Afganistán, pero la pregunta es ¿por qué es la OTAN la que lo hace? Éste no es un problema de la OTAN, y todos lo entienden', subrayó.

Merkel replicó que 'la OTAN es una alianza exclusivamente defensiva, unida por los objetivos comunes, y no pretende convertirse en una segunda ONU', según la agencia Itar-Tass.

Sin facilidades 

Tras la reunión con Merkel, el presidente saliente advirtió a Occidente de que las relaciones con Rusia no serán 'más fáciles' bajo la presidencia de su sucesor, Dimitri Medvedev.

La canciller alemana afirmó sin embargo que ve a Medvedev como su 'interlocutor más cercano' en el próximo encuentro del G-8 en Japón.

Sobre Kosovo, Putin volvió a rechazar la secesión de la región serbia, la 'calificó de 'peligroso precedente' que animará los separatismos en Europa. Manifestó que 'Rusia solo reconocerá su independencia si ésta se aprueba en el marco del derecho internacional'. Es decir con el visto bueno de Serbia y dentro del Consejo de Seguridad de la ONU.

Según Putin, Occidente, al apoyar la secesión de Kosovo y el reconocimiento de su independencia, actúa como la desaparecida URSS, que 'siempre defendió el derecho de los pueblos a la autodeteminación' en otros países.