Este artículo se publicó hace 2 años.
Putin cruza la línea roja y prepara todo el potencial militar ruso, incluidas armas nucleares, contra Ucrania y Occidente
El líder ruso ha decretado medidas excepcionales que podrían derivar en un ataque nuclear táctico contra objetivos ucranianos para garantizar la integridad territorial de Rusia, que en breve incluirá las regiones invadidas.
Madrid-Actualizado a
Finalmente el presidente ruso dio el paso que puede conducir directamente al abismo. Y en Occidente no deberían entenderse las decisiones anunciadas por Vladímir Putin en las últimas horas como una huida hacia delante tras los reveses militares rusos ante la contraofensiva ucraniana en Járkov y otras zonas. Tampoco son las acciones de un enajenado, sino un intento de dar jaque mate en la partida que se libra en Ucrania. Las medidas son, ante todo, una advertencia muy seria a Estados Unidos y la OTAN del riesgo de una guerra total en Europa.
En una alocución a la nación, retrasada cerca de 24 horas, Putin ha decretado una movilización parcial de la población con experiencia militar y ha dado luz verde a la celebración entre el 23 y el 27 de septiembre de referéndums en el Donbás y otros territorios ocupados desde el comienzo de la invasión de Ucrania para decidir su incorporación a Rusia.
Referéndums para anexionar la Ucrania invadida a Rusia
Estos referéndums, calificados ya como una farsa por Kiev y por diversos gobiernos occidentales (desde Estados Unidos a Francia o Alemania), apuestan por la anexión a Rusia de esos territorios, como ocurrió con la península de Crimea en 2014. También significa que esas zonas serán consideradas por el Kremlin como parte soberana de la nación rusa y por tanto podrán ser defendidas con todos los medios al alcance de Moscú. Todos, incluidas las armas atómicas.
En cuanto a la llamada eufemísticamente "movilización parcial", esta escalada militar permite no solo enviar al frente a 300.000 reservistas, sino, de hecho, a otra gran parte de los dos millones de efectivos de todo tipo (más de la mitad de ellos con capacidad de entrar en combate) con los que cuentan las fuerzas armadas de Rusia.
Rusia movilizará también a los servicios de inteligencia y al temido escuadrón OMON
Se movilizará, según Putin, a quienes ya "han servido" en el ejército y tengan "experiencia", un espectro muy amplio que puede abarcar a quienes acaban de terminar el servicio militar, pero también a las decenas de miles de efectivos con que cuentan, por ejemplo, los servicios de inteligencia: el FSB (contrainteligencia) y la GRU (inteligencia militar).
También al temido OMON, el escuadrón móvil para propósitos especiales que forma parte de la Guardia Nacional de Rusia o Rosgvardia, una fuerza militar interna que solo responde ante el propio presidente del país.
El secreto del número de los movilizados
Aunque la cifra aducida por el Kremlin es la de esos 300.000 reservistas, pocos dudan en Moscú de que pueden ser muchos más. El secretario de prensa de Putin, Dmitri Peskov, ha especificado en declaraciones recogidas por la agencia de noticias rusa Tass que el séptimo párrafo del decreto de movilización parcial "no puede ser divulgado". Es secreto y está destinado "solo para uso oficial". Peskov ha reconocido que su contenido está efectivamente relacionado con la cantidad real de ciudadanos que pueden ser movilizados.
Y para quienes quieren seguir viendo la eventual respuesta militar rusa como una pataleta de Putin respaldada por un ejército obsoleto, desmadejado y sin experiencia, el jefe de Estado ruso lanzó el órdago de su mensaje: "Usaremos todos los medios a nuestra disposición para proteger Rusia y a nuestra gente".
Putin avisa que el uso de armas atómicas no es un farol
La embajadora de Estados Unidos en Ucrania, Bridget A. Brink, ha calificado la movilización parcial rusa y los referéndums en la regiones ocupadas de Ucrania como "una señal de debilidad y fracaso" de Rusia ante el empuje del ejército ucraniano.
"Aquellos que intentan chantajearnos con armas nucleares han de saber que la veleta puede cambiar de dirección"
Pero no es así como lo ve el Kremlin, pese a la insistencia de Washington en minusvalorar a Moscú. Putin ha insistido en que sus palabras no eran una bravata y concretó su amenaza: "No es un farol. Aquellos que intentan chantajearnos con armas nucleares han de saber que la veleta puede cambiar de dirección y apuntarles a ellos".
Esta advertencia no es solo hacia el Gobierno del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. El punto de mira está sobre Washington y Bruselas, como sede de la OTAN y también de una Unión Europea suministradora, junto a Estados Unidos, de la mayor parte de las armas que han sostenido al ejército ucraniano durante estos casi siete meses de guerra.
El objetivo de Occidente es "debilitar, dividir y destruir finalmente a nuestro país", ha dicho Putin, quien además ha adelantado que "el decreto de movilización parcial" incluye "medidas adicionales para cumplimiento de los pedidos a la industria militar". Es decir, Putin está anunciando que la economía rusa se pone al servicio del esfuerzo bélico. Lo único que le ha faltado al presidente ruso ha sido declarar directamente la guerra a Ucrania y a Occidente. De momento, en el Kremlin se seguirá hablando eufemísticamente de "operación militar especial", en referencia a la invasión de Ucrania.
Shoigú ya habla de guerra contra la OTAN y Occidente
Tal vez ha llegado el momento de que los gobiernos europeos empiecen a entender cómo ve Rusia su implicación en la guerra de Ucrania. Lo ha indicado con toda claridad el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú: "Ya estamos luchando no solo contra Ucrania, sino contra la OTAN y Occidente".
El nuevo rumbo que ha dado Putin a la contienda establece un punto de inflexión en la guerra, al poner en juego una superioridad militar rusa que ni siquiera los más modernos armamentos suministrados a Ucrania por Occidente pueden desafiar. Moscú posee armas nucleares tácticas con las que pueden volatilizar ciudades y divisiones armadas enemigas y asestar un golpe definitivo a la capacidad militar ucraniana.
Cualquier respuesta nuclear de la OTAN llevaría directamente al uso de los misiles balísticos intercontinentales rusos
No siendo Ucrania miembro de la OTAN, Bruselas no está obligado a intervenir en caso de una masacre nuclear semejante y, a pesar de las palabras grandilocuentes vertidas en Estados Unidos y varios gobiernos occidentales para llevar hasta las últimas consecuencias la defensa de Ucrania, la capacidad de reacción de la Alianza Atlántica es muy reducida. Cualquier respuesta nuclear por parte de la OTAN llevaría directamente al uso de los misiles balísticos intercontinentales rusos y a la conclusión de todo. Sería el fin.
Los tambores de guerra ya venían sonando en Moscú desde hace días, después de que se empezara a extender el descontento entre los halcones del régimen ante las noticias que llegaban del frente norte, al este de la ciudad ucraniana de Járkov. La contraofensiva lanzada por el ejército ucraniano, armado y asistido logísticamente y con sistemas de inteligencia por la OTAN, logró recuperar casi 9.000 kilómetros cuadrados del territorio ocupado por las fuerzas rusas desde el 24 de febrero.
El avance ha situado a las tropas de Ucrania ante las puertas del Donbás, uno de los territorios que podrían ser anexionados a partir de este próximo fin de semana y que, con su población rusófona, se encuentra en el núcleo de todo este conflicto, ya desde la guerra iniciada en 2014 entre separatistas y las fuerzas estatales ucranianas. En el Donbás están las regiones de Lugansk y Donetsk. Junto con Zaporiyia y Jersón, en el sur de Ucrania, celebrarán sus correspondientes "referéndums" que, con pocas dudas, llevarán a su unión con Rusia.
Los halcones piden un bombardeo nuclear en Occidente
La línea más dura del ultranacionalismo ruso ha apostado desde que se produjeron los reveses militares del Kremlin por llamar a la movilización total y, llegado el caso, utilizar armas nucleares no solo contra Ucrania, sino directamente contra Occidente y en concreto, contra Gran Bretaña.
Según indicó en la víspera de las decisiones de Putin el teniente general en la reserva Andréi Gurulev, las amenazas de Occidente a los referéndums a celebrar en los próximos días en los territorios invadidos por Rusia deberían ser consideradas como una "línea roja" que se ha traspasado ya. "Si existe una amenaza real sobre territorio ruso, estamos en todo nuestro derecho a utilizar armas nucleares", afirmó en un canal de televisión el militar en la reserva, que es además miembro destacado del comité de Defensa de la Duma o Parlamento ruso.
Para Gurulev, tal ataque preventivo ruso no provocaría una guerra nuclear pues se emplearía armamento atómico táctico –no estratégico- montado sobre misiles de corto o medio alcance y en bombarderos. La idea, según el general, sería golpear no a Ucrania o Alemania, sino a Gran Bretaña, a la que consideró "la raíz de todo mal". Si el Reino Unido es borrado de la faz de la tierra, dijo, "nadie más osará desafiar a Rusia".
Misiles nucleares en el funeral de Isabel II
En este mismo sentido se manifestó la llamada "doncella de hierro" y "ariete mediático" de Putin, la presentadora de televisión Olga Skabeyeva. En una de sus últimas apariciones televisivas. Skabeyeva, en el programa 60 Minutos del Canal 1 de la televisión rusa, afirmó que Rusia debería haber atacado Londres con armas nucleares el lunes, coincidiendo con la presencia en la capital británica de los líderes mundiales. "Putin debería haber bombardeado el funeral de la reina" Isabel II, pues allí estaba "lo mejorcito" de los gobiernos del mundo, sentenció la presentadora.
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