Regalos de todo tipo para los mineros

¿Hasta qué punto están preparados los mineros para lidiar con lo que les espera en la superficie? Son muchos los expertos que creen que van a necesitar mucha ayuda psicológica y asesoramiento para poder llevar el paso de la fama. De hecho, corren el peligro de acabar convirtiéndose en meros productos televisivos y publicitarios.

No va a pasar mucho tiempo hasta que los 33 mineros de San José empiecen a recibir ofertas para narrar sus vivencias en libros o de algún director de cine que esté deseando empezar un guión sobre su historia. Antes vendrán las constantes preguntas y peticiones de entrevistas de las televisiones, revistas y periódicos de medio mundo. Un paso mediático que sin duda les dará mucho dinero, pero que acabará con el anonimato que tenían antes de quedarse atrapados en la mina de San José.

El diario Mercurio de Chile se maravillaba en los últimos días por el seguimiento que personalidades de todos los rincones del Planeta están haciendo de su rescate. "Los 33 mineros han conseguido unir a personajes como Benedicto XVI y Obama", decía el periódico.

El Mercurio, también explicaba que los 33 de San José han recibido o van a recibir toda una suerte de regalos. Por ejemplo, Steve Jobs, el dueño de Apple, les dará un Ipod a cada uno. Los equipos Real Madrid y Manchester United, ya les han ofrecido visitar sus estadios y, en el caso del primero, tiene previsto homenajearlos en un partido.

También han recibido dinero. El multimillonario chileno Leonardo Farkas ha entregado a cada una de las familias un cheque de 9.000 dólares. No hay que olvidar que la empresa de los 33 ha quebrado y que, pese a la repercusión mediática que vayan a conseguir tras el rescate, no tendrán empleo y, posiblemente, no lleguen a cobrar el finiquito que se les adeuda.

Por último, una empresa minera en Grecia les habría ofrecido un viaje por las Islas griegas y, además, cuentan con la propuesta de un streaptease que les ha hecho una modelo televisiva.

Después de más de dos meses encerrados en el refugio de la mina, a 700 metros bajo tierra, quizá lo que más les apetezca sea aislarse con sus familias y tratar de recomenzar su vida. Parece razonable que sólo permitiéndoles recuperarse de esa manera puedan hacer frente al aluvión de medios que se les viene encima.