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El régimen sirio y los rebeldes cruzan acusaciones de no sentarse a abrir un diálogo de paz

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, alertó de que el número de muertos en Siria por el conflicto se acerca a los 70.000

AGENCIAS

En Siria se cruzan las acusaciones de no querer aceptar un diálogo de paz con la otro parte. El Gobierno de Al Assad aseguraba este martes que no estaba dispuesto a sentarse a hablar con la oposición mientras ésta no abandone las armas, en respuesta a la iniciativa del líder opositor, Ahmed Muaz Al Jatib. Mientras, la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y de la Revolución Siria (CNFORS), que encabeza Jatib, descartó la aparente voluntad mostrada por el ministro de Reconciliación Nacional sirio, Alí Haidar, para reunirse con su líder y ha subrayado que 'el régimen ha rechazado la iniciativa al no aceptar las condiciones' presentada por ellos.

'Está claro que el régimen no está interesado en dar una oportunidad a la paz. Al no aceptar y no actuar en base a las condiciones puestas por Al Jatib para las negociaciones, ha rechazado la iniciativa', ha argumentado el portavoz de la coalición opositora, Jalid Salé. 'Este comportamiento ignora completamente que en los últimos cinco días las brigadas del Ejército Libre Sirio (ELS) han entrado en Damasco con tanques, se han hecho con el control de una presa sobre el Éufrates y han liberado la ciudad de Taqba'.

El ministro sirio para la Reconciliación Nacional, Ali Haidar, dijo a los periodistas en Damasco que no puede haber condiciones previas y que lo que se requiere es 'acordar los principios del diálogo y creer que la solución (al conflicto) debe ser política y no mediante la violencia'. Tras reunirse con la jefa del Comité Internacional de la Cruz Roja en Siria, Marian Gasser, Haidar subrayó que 'el diálogo nacional debe celebrarse en territorio sirio y bajo la supervisión de los sirios', después de que Al Jatib propusiera en un principio un país extranjero.

'El régimen ha elegido abstenerse a aceptar una de las últimas oportunidades de salir del poder sin provocar un mayor derramamiento de sangre', ha apostillado Salé, en declaraciones concedidas al diario británico The Guardian. De cara a dicha reunión, Al Jatib había puesto como condiciones la liberación de miles de presos políticos encarcelados en el marco del levantamiento popular contra el presidente sirio, Bashar al Assad, y la renovación de los pasaportes de los opositores en el extranjero.

El Ejército de Siria ha lanzado este martes varias operaciones 'exitosas' contra los grupos opositores en los alrededores de Damasco, según ha informado la agencia estatal siria de noticias, SANA. Los combates se han desarrollado en las localidades periféricas de Zamalka, Erbin, Adra al Balad, Duma y Harasta. Asimismo, medios opositores han recogido el bombardeo de Qaboun y Jobar por parte de las fuerzas de seguridad.

Este mismo martes, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha alertado de que el número de muertos en Siria por el conflicto iniciado hace casi dos años se acerca a los 70.000, semanas después de que la propia Pillay admitiese que habían perdido la vida más de 60.000 personas.

'La falta de consenso sobre Siria y la inacción resultante han sido desastrosas y los civiles de ambos bandos han pagado el precio', ha lamentado Pillay, que ha reprochado la pasividad de la comunidad internacional ante la 'tragedia'. Más de 50 países pidieron el mes pasado al Consejo de Seguridad que llevase la crisis siria ante el TPI, con competencias judiciales en materia de genocidio y crímenes de guerra.

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