Robert Fico, el 'Orbán' de Eslovaquia que dimitió tras el asesinato de un periodista y regresó al poder en 2023
El primer ministro eslovaco, en estado grave tras recibir varios disparos, recuperó el cargo tras las elecciones generales adelantadas del pasado año con un discurso nacionalista, prorruso y contra la migración.
El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, se encuentra en estado grave tras ser víctima de un tiroteo este viernes en la localidad de Handlova, a unos 150 kilómetros al noreste de la capital. "Ha recibido múltiples disparos y actualmente su vida está en peligro", informó su cuenta en la red social Facebook.
El líder de la formación de izquierdas Smer, suspendida por los Socialistas Europeos por formar una coalición con la ultraderecha, regresó al poder el pasado octubre con un discurso nacionalista, prorruso y contra la migración que se asemeja al del líder húngaro Viktor Orbán, un político al que admira. Fico, de 59 años, que gobierna desde el pasado octubre y estuvo en otras dos ocasiones en el poder, entre 2006 y 2010 así como entre 2012 y 2018, es una figura muy controvertida en Eslovaquia.
Fico ganó las elecciones generales adelantadas de Eslovaquia el pasado septiembre con un mensaje social de defensa del ciudadano, acosado por la elevada inflación, y también con una retórica antimigración y crítica con las ayudas a Ucrania, con el que logró disparar su voto hasta el 23,3%, después de que en las elecciones de 2020 alcanzara solo el 18%.
El Smer fue la fuerza política dominante del país hasta 2018, cuando el asesinato de un periodista de investigación, Jan Kuciak, quien había denunciado las relaciones entre el crimen organizado y las altas esferas del poder, causó una ola de indignación, que acabó forzando la dimisión de Fico.
El periodista fue asesinado a tiros junto a su novia en su casa cerca de Bratislava a finales de febrero de 2018. En su último reportaje, que se publicó inacabado tras su muerte, el reportero, de 27 años, desvelaba las posibles conexiones de la mafia italiana con personas próximas al jefe del Ejecutivo.
Con anterioridad, Kuciak había investigado el supuesto fraude fiscal y otras malas prácticas de empresarios del hampa, de los que había recibido amenazas que no fueron supuestamente atendidas por la Policía.
Las revelaciones de Kuciak y su asesinato sacudieron Eslovaquia y provocaron las protestas más multitudinarias desde las marchas que contribuyeron a acabar con la dictadura en 1989, así como la reprobación de la mayoría de los partidos de la oposición.
Un viraje hacia posturas ultranacionalistas
Durante la pandemia, ya en la oposición, atacó las restricciones impuestas por el Gobierno, puso en duda el efecto de las vacunas y ha girado cada vez más hacia posturas ultranacionalistas, antimigración y contra la UE.
Desde su vuelta al poder sus polémicas reformas, como la clausura de la Fiscalía Anticorrupción, que investigaba casos vinculados con su partido, y su intención de cerrar la actual radio televisión pública, han generado protestas multitudinarias.
El Parlamento tramita también una ley sobre ONG —para que revelen si reciben financiación extranjera— que la oposición compara con normas similares existentes en Rusia y Hungría.
Las controvertidas medidas de Fico son vistas por la oposición como un intento de consolidar su poder, limitar la independencia judicial y restringir la libertad de prensa.
Su estilo agresivo ha causado en los últimos años, según los analistas, un declive en la confianza pública en las instituciones y ha exacerbado la polarización dentro de la sociedad.
La presidenta saliente, Zuzana Caputova, a la que Fico ha insultado y definido repetidamente como "agente estadounidense", dijo que no se presentó a la reelección —pese a su gran popularidad— porque no soportaba otros cinco años en el cargo debido a las amenazas de muerte que ha recibido ella y su familia.
El veterano político supo explotar en la oposición el descontento generado entre las clases más desfavorecidas y en el ambiente rural por la inflación, la caída del poder adquisitivo y la gestión errática de la pandemia de la anterior coalición de centro derecha.
Fico se opone a las cuotas de reparto solidario de refugiados en la Unión Europea que propone Bruselas, ha dejado de prestar ayuda militar a Kiev y ha criticado las sanciones contra Rusia tras invadir Ucrania.
Sus posturas y su retórica hacen que "parezca una copia de Viktor Orbán", dijo en declaraciones a EFE el analista Roman Joch, presidente del Civic Institute en Praga, en referencia al primer ministro ultranacionalista de Hungría.
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