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Robo de aceitunas Los kurdos del HDP piden explicaciones al ministro turco de Agricultura sobre el destino español del aceite saqueado en Siria

Un diputado kemalista confirma que parte del producto robado se va a vender en el extranjero.

Olivares de Afrin, situados en las proximidades de la zona turca de Hatay.

Un diputado por Urfa del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), Ömer Öcalan, ha interpelado al ministro de Agricultura turco, Bekir Pekdemirli'nin, para que aclare cuál es el destino que piensa dar al aceite de oliva saqueado por sus mercenarios del Ejército Libre de Siria (FSA) en la ciudad de Afrin y sus aledaños, una zona de mayoría kurda del norte de Siria ocupada por Turquía.

Haciendo referencia a una noticia divulgada por el diario Público el pasado fin de semana, y a todas las fuentes que respaldaban la información de este periódico, Öcalan da por hecho que el transporte a Turquía de las aceitunas y/o el aceite producido en Siria para su posterior comercialización en el mercado nacional y terceros países europeos está fuera de dudas. En tal sentido, ha pedido al ministro que proporcione información detallada de cuántas toneladas de producto se han trasladado desde Siria a Turquía, y cuánto dinero generarán sus ventas.

El parlamentario kurdo del HDP ha solicitado también a Bekir Pekdemirli'nin que aclare qué parte de ese aceite de oliva ha sido o será destinado al mercado nacional y qué porcentaje se destinará a las exportaciones a terceros países de la Unión Europea como España. Öcalan se pregunta si han sido también comercializados en Turquía o en el extranjero otros productos agrícolas procedentes de la zona siria ocupada por Ankara y sus fuerzas proxy.

De acuerdo a la información publicada por este diario el pasado día 12, el Gobierno de Turquía está intentando introducir ilegalmente en terceros países como España a través de varias cooperativas y empresas interpuestas varios miles de toneladas de aceite de oliva producido con las aceitunas saqueadas por sus mercenarios en Afrin y otros municipios aledaños ocupados de Rojava. Parte de la producción podría haber sido vendida ya, o estar a punto de comercializarse, con documentos falsos de atribución de origen expedidos con las bendiciones de la administración turca. De acuerdo a un protocolo secreto dado a conocer hace unas semanas por la agencia kurda Firat (ANF), casi una cuarta parte de los ingresos obtenidos mediante la comercialización de ese producto -unos 19 millones de euros- servirían para pagar a los mercenarios de los que se sirve Recep Tayipp Erdogan para sostener su ocupación de una porción de Rojava.

El propio ministro turco de agricultura reconoció el pasado mes de noviembre que se habían apoderado ya de seiscientas toneladas del producto saqueado en Afrin, para impedir que cayeran en manos de las milicias kurdas del YPG y el PKK. La cantidad total estimada de producto que preveían transportar para su comercialización a Turquía al término de la cosecha era de unas cinco mil toneladas.

Confirman su venta al extranjero

Contradiciendo esa versión oficial, otro diputado turco del Partido Republicano del Pueblo (CHP), Orhan Saribal, aseguró esta semana, en directa alusión a la investigación de Público, que es rigurosamente cierto que están entrando grandes cantidades de aceite de oliva sirio en Turquía para su ulterior comercialización. Según este parlamentario kemalista del segundo partido más influyente del país, el aceite entra en crudo y es envasado y etiquetado en Turquía. Claro que en su opinión, no son 5.000 sino 50.000 toneladas las que han sido saqueadas por Ankara en los territorios ocupados, una cantidad equivalente a un 25 por ciento de la producción total turca de aceite.

La información divulgada por Público ha sido reproducida por The Telegraph, Olive Times y varias cabeceras más de Oriente Medio. Haciendo referencia a las denuncias incluidas en ese reportaje, el citado parlamentario Saribal aseguró en declaraciones a Arti Gerçek que la apropiación ilegal de la producción había afectado negativamente tanto a los productores turcos como a los agricultores de Afrin. En declaraciones a esa cadena de televisión, Saribal precisó que el aceite crudo sirio se está transportando en latas de dieciséis y veinte kilos hasta Turquía y, desde allí, es vendido en el territorio nacional “y enviado al extranjero”. Para esa producción de aceite en la que Saribal cifra el saqueo sería sido preciso procesar alrededor de 200.000 toneladas de aceituna de Afrin y sus aledaños. Tal y como sostenía en su reportaje este diario, los productores locales de Afrin o han sido literalmente robados o perciben irrisorias cantidades de dinero por su producto. Los ingresos van íntegramente destinados a los mercenarios turcos, el Ejército de Ankara, la Administración turca y sus intermediarios.

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