Este artículo se publicó hace 15 años.
Los rostros de la UE decepcionan a todo el mundo
Sólo la clase dirigente que participó en su designación felicita al nuevo presidente de Europa y a la sucesora de Javier Solana
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, considera que "el asunto Kissinger está cerrado", en referencia al ex secretario de Estado de EEUU, que nunca llegó a saber qué teléfono marcar para llamar a Europa. Sin embargo, el nuevo presidente y la recién nombrada jefa de la diplomacia de la UE sólo fueron felicitados ayer por el establishment comunitario, y sin mucho entusiasmo, mientras que las críticas por su falta de capacitación para los cargos se sucedieron en todo el continente.
"Durante los próximos meses y años voy a demostrar que soy la mejor persona para el puesto", prometió la baronesa Catherine Ashton, sucesora de Javier Solana al frente de la política exterior de la UE. Ashton se defendió de los críticos que le reprochan su falta de experiencia internacional y no haber sido elegida jamás en las urnas, asegurando que ha pasado "28 años negociando" con parlamentarios y cargos electos. Van Rompuy había anunciado la noche de su nombramiento una presencia "discreta en los medios en las próximas semanas", algo que cumplió ayer con las reuniones para preparar su salida del Gobierno belga.
Las críticas por la falta de experiencia de los designados se sucedieron ayer
Las críticas se dirigieron tanto a los dos designados, neófitos en sus nuevas áreas de responsabilidad, como a los jefes de Gobierno que los escogieron tras semanas de reuniones a puerta cerrada para ponderar intereses nacionales.
Los 27, según el jefe de los Verdes en la Eurocámara, Daniel Cohn-Bendit, "han seguido con su tarea de debilitamiento de las instituciones" europeas al nombrar a un "presidente soso" y a una ministra de Exteriores "insignificante". Según Cohn-Bendit, líder de las revueltas estudiantiles en el Mayo francés de 1968, "la buena noticia es que las cosas no pueden sino mejorar a partir de ahora".
Un jarro de agua fría"La buena noticia es que ahora sólo podemos mejorar", cree Cohn-Bendit
No cree lo mismo Turquía, el eterno aspirante a ingresar en la UE, que vio con resignación cómo el eje francoalemán sacaba adelante a su candidato. Van Rompuy aseguró en 2004 que "Turquía no es parte de Europa y nunca será parte de Europa" porque "los valores universales" de la UE, "también valores fundamentales del cristianismo, perderían fuerza con la entrada de un gran país islámico". Aunque nada más ser elegido aseguró que sus opiniones personales no cuentan, Ankara le recibió con un frío comunicado en el que pedía progresos en su integración, abanderada por Reino Unido y vetada por Francia.
El ministro de Exteriores de Suecia, país que ocupa la última presidencia rotatoria de la UE con plenos poderes, prefirió "abstenerse de momento de hacer cualquier tipo de comentario", escribió Carl Bildten su blog, en referencia a Ashton. Bildt, uno de los candidatos al puesto por su larga experiencia, fue descartado, según fuentes diplomáticas, por ser demasiado beligerante con la situación de los derechos humanos en Rusia y a causa de su marcada personalidad. "En el círculo de expertos en seguridad política con el que estaba cuando nos llegó la noticia, esta sentó como era de esperar", se limitó a decir.
Para Ramón Jáuregui, secretario general del PSOE en la Eurocámara, "el problema no es que sean desconocidos hoy, sino que lo sigan siendo mañana", sugiriendo que el "asunto Kissinger" podría no cerrarse nunca.
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