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Rusia inicia maniobras militares en el Mediterráneo

PÚBLICO / AGENCIAS

La calma reina en Simferópol, capital de Crimea. Los habitantes de la república autónoma siguen haciendo su vida a pesar de que se crucen con más o menos militares sin identificar. La península se prepara, aunque no por igual, para la celebración del referéndum de secesión de Ucrania y anexión a Rusia, cuyo resultado, en una región de mayoría rusohablante, parece más que claro.

Mientras, en las fronteras, los países que tienen algo que decir en la crisis desatada tras las protestas contra el Gobierno del depuesto Viktor Yanukóvich insisten en echar leña a la escalada de tensión. En las últimas semanas, Rusia ha intensificado sus maniobras militares, más o menos constantes desde hace meses, por todo el país, incluso en la región rusa del Pacífico, pero sobre todo en las zonas fronterizas con Ucrania.

Occidente ha hecho lo propio, y EEUU anunció hace unos días el envío de hasta 12 cazas F-16 para sobrevolar el espacio aéreo de sus aliados en Europa del Este. El despliegue estadounidense ampliará el tamaño de las maniobras militares de la OTAN que tienen lugar en la zona y que coincide con el envío el lunes de dos aviones de vigilancia electrónica AWACS para realizar labores de reconocimiento de la situación en Polonia y Rumanía, países fronterizos con Ucrania. 

Este mismo viernes, la Armada rusa ha comunicado el inicio de maniobras de entrenamiento con aviones de combate en el Mediterráneo, un anuncio que probablemente elevará el nivel de confrontación mientras sigue el impasse con Ucrania sobre el futuro de Crimea. Un portavoz militar ha explicado a la agencia de noticias Interfax que las salidas habían comenzado desde el portaaviones Almirante Kuznetsov, que llegó el mes pasado a Chipre, y que las maniobras incluían tácticas sobre objetivos aéreos y otras técnicas. Entre los aviones que participaron en las maniobras había cazas Sukhoi SU-33 y helicópteros antisubmarinos Kamov Ka-27.

Por su parte, la Armada de Estados Unidos ha enviado un destructor con misiles guiados, el USS Truxtun, al Mar Negro. La Casa Blanca asegura que se trata de un despliegue rutinario previsto antes de la crisis. Además, según un periodista de la agencia Reuters, un buque militar ruso ha descargado camiones, tropas y al menos un carro blindado en una bahía de Crimea cercana a la ciudad de Sebastopol, donde Rusia tiene instalada una base naval. Asimismo, un alto cargo del Ministerio de Defensa ucraniano interino ha asegurado que, según testigos de Kerch, en el extremo este de la Península, un convoy de vehículos militares ha llegado a la zona.

Tanto Moscú como las autoridades crimeas han negado que haya tropas rusas desplegadas en la península fuera de la base de Sebastopol, pese a que tanto Kiev como la comunidad internacional lo dan por sentado. Kiev calcula que hay unos 20.000 militares rusos en Crimea que, desde finales de febrero, se han hecho con el control de la región. La guardia fronteriza ucraniana informó de la captura de un soldado ruso con uniforme, identificación militar y un arma. El soldado alegó que se había perdido.

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