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Rusia salva su primera prueba de fuego con la deuda y logra tramitar el pago de 117,2 millones de dólares

El Kremlin esquiva por ahora la suspensión de pagos. Sin embargo, el fantasma del 'default' seguirá planeando sobre Moscú, que en los próximos días tiene que hacer frente a más compromisos, uno de ellos de más de 2.000 millones de dólares.

El ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov, en una imagen tomada el pasado mes de marzo.
El ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov, en una imagen tomada el pasado mes de marzo. Kremlin / Europa Press

Las sanciones de Occidente aprietan pero no ahogan, de momento, la economía rusa. El Kremlin ha logrado saldar los vencimientos de 117,2 millones de dólares, 106 millones de euros, en intereses de deuda que expiraban este miércoles. El Ministerio de Finanzas de Rusia aseguraba ya el jueves a mediodía haber ordenado el pago y por la tarde Bloomberg confirmaba que el banco estadounidense JPMorgan lo había tramitado. El país se alejaba así, al menos por ahora, de la caída en bancarrota pronosticada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y varias agencias de rating.

Numerosas fuentes consultadas por la agencia Reuters también confirmaron haber recibido el dinero en dólares. Una cuestión que no es baladí después de que Moscú abriera la puerta a hacer frente a su compromisos con sus devaluados rublos, ya que casi la mitad de las reservas rusas de moneda extranjera están bloqueadas a causa de las medidas punitivas por la invasión de Ucrania. Y es que Rusia tiene dinero para afrontar los pagos "pero no puede acceder a él". Un supuesto confirmado por la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, y que le sirve al Gobierno de Vladimir Putin para acusar a la Unión Europea y Estados Unidos de empujarle a un impago de deuda "artificial".

La incertidumbre sumía así la transacción, que de no haberse finiquitado con éxito habría llevado a Rusia, después de un periodo de gracia de 30 días, a su primera suspensión de pagos en moneda extranjera en más de un siglo. Las dudas residían sobre todo en la final recepción del dinero por parte de los inversores a causa de las restricciones que atan de pies y manos a Rusia a la hora de llevar a cabo sus maniobras financieras. Justo por ese motivo el ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov, avisaba a Occidente: "La posibilidad o imposibilidad de cumplir con nuestras obligaciones en moneda extranjera no depende de nosotros".

Lo que viene

Lo cierto es que esta solo ha sido la primera prueba de fuego de Rusia con sus compromisos financieros. El calendario de vencimientos no es nada halagüeño y crecen las cuantías a abonar. Solo en lo que queda de marzo, el Ministerio de Finanzas deberá hacer frente al pago de otros 614 millones de dólares. Pero la situación se agravará en abril, periodo en el que Rusia deberá abonar una cuantía superior a los 2.000 millones, por lo que la sombra del default, término inglés que hace referencia al fenómeno del impago, seguirá planeando sobre Moscú.

De producirse el impago, se agravaría el aislamiento de Rusia en los mercados internacionales

De producirse el impago, se agravaría el aislamiento de Rusia en los mercados internacionales, de los que ya tiene un pie fuera. Además, impediría al Kremlin a acudir a los inversores en busca de otra financiación y agravaría la asfixia financiera con la que tendrán que lidiar la población y el conjunto del Estado a medida que vayan calando los efectos de los paquetes de sanciones.

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