Este artículo se publicó hace 17 años.
Sabotajes a los trenes de alta velocidad en la octava jornada de huelga en Francia
Gobierno y sindicatos han condenado los actos de sabotaje en las líneas que conectan París con Estrasburgo, Lyon, Londres y Le Mans
Varios actos coordinados de sabotaje en las líneas de alta velocidad del ferrocarril (TGV) en Francia han suscitado la condena del Gobierno y de los sindicatos, en la octava jornada de huelga en el transporte público.
Estos actos se producen en un día en el que se espera, gracias al inicio de negociaciones en las empresas, una inflexión de la protesta contra la reforma de los regímenes especiales de pensiones.
La compañía de ferrocarriles SNCF explicó que estos "sabotajes" se produjeron "en el mismo momento" en las líneas TGV del Este (París-Estrasburgo), del Atlántico (París-Le Mans), del Norte (París-Lille-Bruselas-Londres) y del Sureste (París-Lyon-Marsella), lo que obligó al cierre de algunas de ellas.
Así por ejemplo, en la línea del Atlántico "un incendio muy importante" en el kilómetro 108 dañó el cableado, lo que afectó a la señalización en un tramo de 30 kilómetros, y forzó a desviar los trenes por las vías convencionales, ha explicado la SNCF. En la del Este, otro incendio provocado de cables había conducido a que los convoyes circularan "al ralentí" desde primera hora de la mañana, precisó la compañía.
En las del Norte y del Sureste, los ataques consistieron en "el cierre voluntario de conmutadores de señalización" así como en "incendios puntuales de cables". El secretario de Estado de Transportes, Dominique Bussereau, que no quiso utilizar el término de sabotaje -a su juicio tiene una connotación "belicosa"-, cargó en cualquier caso contra estos actos calificados de "graves" y condenables".
Acciones coordinadas
"Lo totalmente inadmisible es el carácter aparentemente coordinado", añadió Bussereau en una entrevista a la emisora RMC. El sindicato Confederación General de Trabajadores (CGT), gran protagonista de la huelga en el transporte y clave en su eventual resolución, tampoco quiso que hubiera dudas sobre su posición.
Tanto su secretario general, Bernard Thibault, como el responsable de la CGT en la SNCF, Didier Le Reste, se apresuraron a reaccionar ante estos actos, que consideraron "inadmisibles" y cometidos por cobardes", además de "destinados a desacreditar" a los profesioales del ferrocarril.
Los dos líderes del movimiento, que subrayaron el riesgo que esas destrucciones podrían haber tenido para la seguridad de los viajeros, se interrogaron sobre a quién benefician a unas horas de que se abran las negociaciones en la SNCF con las centrales, en presencia de representantes del Gobierno.
Esas conversaciones, que ya empezaron esta mañana en la entidad del transporte metropolitano de París, no deben durar más de un mes, según el marco fijado por el Ejecutivo, que ha insistido en que son innegociables los tres puntos esenciales de la reforma de los regímenes especiales de pensiones.
Se trata, sobre todo, del aumento del periodo de cotización que da derecho a una pensión completa en esos regímenes especiales (medio millón de asalariados) de los 37,5 años actuales a 40 años para equipararse a los regímenes de los funcionarios y de los trabajadores del sector público.
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