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El salafismo en Gaza no es tan fiero como se pinta en Occidente

A diferencia de lo que ocurre en otras partes de Oriente Próximo, las organizaciones salafistas en la Franja de Gaza no son particularmente violentas ni representan una amenaza seria para el gobierno de Hamás.

Miles de personas asistieron al funeral de tres comandantes de Hamás muertos en un ataque israelí durante la jornada por los bombardeos de Israel en la localidad gazací de Rafá el pasado agosto de 2014./ EUROPA PRESS

EUGENIO GARCÍA GASCÓN

JERUSALÉN – La plegaria del mediodía del viernes 14 de agosto de 2009 en la mezquita del sheij del islam Ibn Taymiyah, en la ciudad de Rafah, no debía de tener nada de particular. Sin embargo, el sermón de su titular, Abdel Latif Musa, deparó una sorpresa a todos al proclamar un emirato islámico basado en la sharia (ley islámica) en los territorios palestinos.

Nacido en Gaza cinco décadas atrás, Musa era doctor en medicina. Había cursado la carrera en los ochenta en la vibrante universidad egipcia de Alejandría, un crisol del islamismo, había estudiado la religión a fondo y había llegado a la conclusión de que el mejor de los caminos que ofrece el islam es el salafismo, y más concretamente el salafismo yihadista.

Musa criticó con dureza a Hamás. Acusaba a la organización vinculada a los Hermanos Musulmanes y que gobernaba la Franja desde 2007 de estar demasiado interesada en la política y muy poco en la aplicación de la sharia. La mejor prueba de ello, argumentaba Musa, era que en 2006 se había presentado a las elecciones palestinas traicionando al islam.

La proclamación del efímero emirato se propagó a gran velocidad por toda la Franja, y aún con más rapidez la policía de Hamás cercó la mezquita de Ibn Taymiyah. Lo que ocurrió a partir de ese momento depende de la fuente que se tome. Lo seguro es que el cerco se prolongó durante horas, que hubo un intenso fuego cruzado con los asediados y que al día siguiente la policía dinamitó la mezquita.

En este incidente, con diferencia el más grave de los ocurridos entre los salafistas yihadistas y Hamás, hubo 25 muertos, contando amotinados, policías y algunas personas ajenas al conflicto. Uno de los fallecidos fue Musa, quien, según la policía, se sacrificó haciendo explotar un cinturón de explosivos y llevándose al otro mundo a un policía.

Unos meses antes, a fines de 2008, Musa había fundado Yund Ansar Allah, (Soldados de los Seguidores de Dios), que con el tiempo se convirtió en el principal grupo salafista yihadista palestino. Sus seguidores se cuentan por centenares o millares, y de acuerdo con Israel cuenta con 500 combatientes armados. Su área de mayor influencia está en el sur de la Franja, en las ciudades de Rafah y Jan Yunis, en los límites con el Sinaí egipcio.

Ideológicamente, Yund Ansar Allah está en la órbita de Al Qaeda y aboga por la colaboración con cualquier grupo que comparta sus ideales. Los vínculos que pueda tener con los poderosos grupos yihadistas del otro lado de la frontera es materia de discusión, y algunos observadores han destacado que en sus siete años de existencia prácticamente no se ha atribuido ningún ataque contra Israel, aunque su ideario sitúa al Estado judío como su principal enemigo.

El salafismo palestino ha crecido y se ha extendido de boca a boca y mediante la captación que se realiza en algunas mezquitas

El movimiento salafista y su variante salafista yihadista ha arraigado sin duda entre los palestinos, pero no con el vigor que le atribuyen numerosos artículos aparecidos en los medios de comunicación occidentales en los últimos meses, artículos que han transmitido una imagen distorsionada y alarmista de la situación.

Al contrario, aunque existen más de una docena de grupos de esta ideología, puede decirse que a día de hoy el salafismo en la Franja no representa un peligro real e inmediato para Hamás. Son en su inmensa mayoría organizaciones muy restringidas y reducidas, e incluso en algunos casos sin apenas una vertebración sólida. Nada que ver con el violento yihadismo de otras latitudes.

El salafismo palestino ha crecido y se ha extendido de boca a boca y mediante la captación que se realiza en algunas mezquitas, especialmente al sur de la ciudad de Gaza. El tirón que tienen algunos predicadores carismáticos, como fue el caso de Abdel Latif Musa, ha sido la principal fuente de captación.

Hace solo una década no existía el salafismo organizado en los territorios palestinos. En la Franja, donde ha tenido mejor acogida, se hizo visible después de la victoria electoral de Hamás de 2006, y creció cuando Hamás se apoderó de la Franja y apartó definitivamente a Fatah al año siguiente.

El islamismo de Hamás y la Yihad Islámica se remontan a los años ochenta, cuando muchos de sus fundadores estudiaron en las universidades egipcias antes de volver a la Franja. Su objetivo era combatir la ocupación y liberar toda Palestina, también Israel, aunque en más de una ocasión Hamás ha sugerido que está preparada para pactar una tregua prolongada de 50 o 100 años sin recibir ninguna respuesta de Israel.

El salafismo puede ser apolítico o yihadista. Los grupos apolíticos están principalmente en Cisjordania, donde la represión de la lucha armada es muy fuerte, mientras que los grupos yihadistas son autóctonos de Gaza. El gobierno de Hamás procura mantener buenas relaciones con todos aunque sus fuerzas de seguridad los vigilan muy cerca. Solo intervienen cuando se cometen excesos graves, algo que no sucede con mucha frecuencia.
Otro grupo yihadista que opera en la Franja, sensiblemente menor que el anterior, es Ansar al Sunna (Seguidores de la Tradición). Su líder es Mahmud Talib, de 29 años, que fue detenido por la policía de Hamás la pasada primavera. Talib ha explicado que Ansar al Sunna se fundó en 2006, cuando Hamás decidió presentarse a las elecciones palestinas y renunciar al auténtico islam.

El islamismo de Hamás y la Yihad Islámica se remontan a los años ochenta. Su objetivo era liberar Palestina e Israel

Talib ha denunciado que Hamás es una organización política que no está interesada en la aplicación de la sharia. Sostiene que los salafistas deben seguir el modelo de la generación contemporánea del profeta Mahoma, a la que los musulmanes consideran como la mejor generación de la historia de la humanidad, y ha revelado que Ansar al Sunna ha tratado de matar al expresidente Jimmy Carter y al exprimer ministro Tony Blair cuando han visitado Gaza.

Otro grupo salafista yihadista destacable es Yaish al Islam (Ejército del Islam), que gira alrededor de la familia Dugmush y que participó en la captura del soldado israelí Guilad Shalit en 2006. En esa época todavía mantenía buenas relaciones con Hamás, pero al año siguiente Yaish al Islam secuestro a algunos rehenes occidentales, incluido el periodista de la BBC Alan Johnson, por quien exigió un rescate. Después de varios días de tensión, Hamás liberó al periodista y resolvió pacíficamente la crisis.

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