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Siria Unos 22 miembros del Estado Islámico mueren en una contienda contra fuerzas kurdas en Siria

Las FSD están intentando controlar la situación derivada de un motín de prisioneros yihadistas en la provincia siria de Al Hasaka.

Personas kurdo sirias, que acaba de huir de sus casas debido a los enfrentamientos con los combatientes del grupo Estado Islámico, llegan al puesto de control de las fuerzas democráticas sirias en el distrito de Ghweran en Hasaka.
Personas kurdo sirias, que acaba de huir de sus casas debido a los enfrentamientos con los combatientes del grupo Estado Islámico, llegan al puesto de control de las fuerzas democráticas sirias en el distrito de Ghweran en Hasaka. AHMED MARDNLI / EFE/EPA

Al menos 22 miembros del Estado Islámico han muerto este sábado durante la contienda derivada de los enfrentamientos entre el grupo terrorista y las Fuerzas de Siria Democrática (FSD) que continúan por tercer día consecutivo.

Según ha hecho público la alianza liderada por los kurdos, las FSD están intentando controlar la situación derivada de un motín de prisioneros yihadistas en la provincia siria de Al Hasaka. El mismo informe anuncia como lograron recuperar el control de "varios puntos en la zona norte de los muros de la cárcel" de Geweran, donde se produjo un primer motín el jueves y otro el viernes.

Las fuerzas kurdosirias informaban el viernes de la muerte de hasta un total de 34 miembros del Estado Islámico desde los enfrentamientos comenzados el jueves, pero no ofrecían un recuento de víctimas en sus filas o de civiles

Por su parte, la Policía kurda o Asayish, que lucha junto a las FSD en Al Hasaka, anunció este sábado en un comunicado que desde el pasado jueves tres civiles murieron y un miembro de sus fuerzas, identificado como Jaled Eleui, perdió la vida durante los enfrentamientos, mientras que otros siete resultaron heridos.

Observatorio Sirio de Derechos Humanos aporta cifras diferentes, elevando el número de víctimas desde el jueves a 89 fallecidos: 56 del Estado Islámico, 28 kurdos y cinco civiles. 

La contienda es fruto de los sucesos acaecidos el jueves por la noche cuando prisioneros pertenecientes al Estado Islámico se sublevaron en la cárcel de Geweran, coincidiendo con la explosión de un coche bomba en las inmediaciones del centro penitenciario. Un un segundo intento de fuga tuvo lugar el viernes en la misma cárcel. Esta prisión está considerada una de las más grandes para integrantes del grupo radical en todo el mundo, con cerca de 3.500 combatientes y líderes yihadistas en sus celdas. 

La mayor parte de los presos fueron detenidos en 2019 durante una ofensiva que pretendía expulsarlos de los últimos territorios que controlaban la región. 

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