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Spielberg deja colgada a China por su rol en Darfur

Renuncia a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, por la falta de implicación de China en detener las atrocidades de Sudán en la región oeste de Darfur.

ANDREA RODES, corresponsal

Las aventuras de China en Sudán, primera parte. Así podría titularse la próxima película de Steven Spielberg. No tendría un final feliz.

El director estadounidense anunció el martes que renunciaba a asesorar artísticamente la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, alegando la falta de implicación de China en detener las atrocidades que comete el Gobierno sudanés en la región oeste de Darfur.

“El Gobierno de Sudán tiene la mayor parte de la responsabilidad sobre estos crímenes pero la comunidad internacional, y en particular China, tendrían que estar haciendo más para acabar con este continuo sufrimiento humano”, dijo Spielberg en un comunicado.

China es el mayor socio comercial de Sudán, que le vende las dos terceras partes de su petróleo a cambio de armas y productos de bajo coste. Y gracias a su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, China ha evitado que éste imponga sanciones a Sudán.

“Mi conciencia no me permite continuar trabajando como de costumbre”, dice el comunicado, que precisa que el cineasta no había firmado ningún contrato para el puesto de asesor.

“No puedo destinar mi tiempo y energías en ceremonias olímpicas, sino en hacer todo lo posible por lograr que se ponga fin a los crímenes contra la humanidad que se cometen en Darfur”.

La decisión de Spielberg se produce casi un año después de que la actriz Mia Farrow criticara al director en The Wall Street Journal, acusándole de ayudar a “limpiar la imagen de Pekín” y de pasar a la historia como “la Leni Riefenstahl de los Juegos Olímpicos de 2008”, en referencia a la cineasta alemana que filmó las películas de propaganda nazi.

Carta al presidente Hu

Un grupo de activistas liderado por Mia Farrow denuncia desde hace tiempo al Gobierno chino de complicidad con los crímenes de Darfur, por no utilizar su influencia como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.

Activistas de todo el mundo ven en los Juegos Olímpicos una oportunidad para presionar en temas como los derechos humanos, la libertad de prensa y la independencia del Tíbet.

También para denunciar el rol pasivo de China en los países donde tiene intereses económicos, como Sudán y Birmania, a pesar de que sus gobiernos cometen graves abusos contra los derechos humanos.

demás de renunciar, Spielberg ha escrito al presidente chino, Hu Jintao, exigiendo a Pekín un papel activo en la mejora de la situación.

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