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Tala ilegal 'Grand Theft Chaco': el negocio de BMW y Jaguar Land Rover con la tala ilegal de árboles en Paraguay

Una investigación de la ONG británica Earthsight acusa a los gigantes del automóvil europeos de complicidad con la deforestación del Chaco, que amenaza también a la supervivencia de una comunidad indígena.

Vista aérea de una tala ilegal en el Bosque Nacional de Jamanxim , en el estado de Para, en la Amazonía brasileña. ANTONIO SCORZA (AFP)
Vista aérea de una tala ilegal en el Bosque Nacional de Jamanxim , en el estado de Para, en la Amazonía brasileña. /ANTONIO SCORZA /AFP

Àngel Ferrero

Cuando se habla de deforestación y tala masiva de árboles se acostumbra a pensar en Europa, antes que nada, en conocidos fabricantes de muebles, y en América Latina, en la cría intensiva de ganado con miras a la exportación de carne. Pero lo cierto es que este problema va más allá de la industria maderera o agroalimentaria, como denuncia la última investigación de la ONG británica Earthsight. 

En su último informe, titulado Grand Theft Chaco, al que Público ha tenido acceso antes de su publicación, Earthsight revela que ganaderos del Chaco paraguayo talan ilegalmente los bosques para criar ganado bovino, cuyas pieles luego se suministran, a través de las italianas Pasubio y Gruppo Mastrotto, a empresas del automóvil europeas como BMW y Jaguar Land Rover. Además del daño medioambiental –los bosques son el hogar de jaguares y osos hormigueros gigantes, además de decenas de especies endémicas–, la tala afecta al Patrimonio Natural y Cultural Ayoreo Totobiegosode (PNCAT). En esta región de 5.500 kilómetros cuadrados y reconocida por Asunción en 2001 viven los ayoreos, el único pueblo indígena que vive en aislamiento voluntario en toda América Latina fuera del Amazonas y cuyos derechos están reconocidos y protegidos por Naciones Unidas.

La corrupción encubre la tala ilegal

Grand Theft Chaco es el resultado de 18 meses de investigación sobre el terreno que incluyó entrevistas a numerosos activistas ecologistas e indígenas y un elaborado trabajo de identificación de los eslabones de la cadena de producción y distribución, desde las instalaciones ganaderas (Cooperativa Chortitzer, Caucasian S.A.) hasta las tenerías (Cencoprod, Lecom S.A., Concepción) pasando por los mataderos (FrigoChorti, Minerva, Concepción) que participan de este negocio.

Desde 2005, de acuerdo con los datos de Earthsight, hasta 53.000 hectáreas de bosques de los ayoreos han sido víctimas de la tala ilegal por parte de rancheros y, aunque desde febrero de 2018 las autoridades paraguayas endurecieron formalmente la legislación haciendo que cualquier tipo de tala fuese ilegal de manera inequívoca, entre abril de 2018 y julio de 2020 se identificó la deforestación de más de 2.600 hectáreas. Este descubrimiento deja al desnudo la corrupción del gobierno del Partido Colorado, que regresó al poder en 2012 tras el golpe blando contra el presidente Fernando Lugo, que ganó en 2008 las elecciones como candidato de una coalición de centro-izquierda.

"En Paraguay, décadas de gobierno corrupto han creado uno de los países menos igualitarios del mundo, con un 90% del suelo en manos de un puñado de ricos empresarios de la agroindustria, de cuyas filas surgen los dirigentes políticos", explica Earthsight en su informe. Las incestuosas relaciones entre la política y los intereses económicos hace que quienes desde la administración, los medios de comunicación o la propia industria han intentando denunciar la situación hayan sido sobornados o perdido sus trabajos después de recibir presiones. Y a pesar de la existencia de leyes en contra, nadie ha terminado en prisión por el delito de tala ilegal. A través de imágenes de satélite se ha calculado que en 2016 este país sudamericano había perdido el equivalente a Suiza en terreno forestal. Si no se toman medidas urgentes, según un estudio de la Universidad Humboldt de Berlín, más de la mitad de las aves y un tercio de los mamíferos que viven en el Chaco podría desaparecer en un período de 10 a 25 años.

Uno de los mayores exportadores de carne y cuero

Paraguay es uno de los mayores productores del mundo de cuero 'wet blue' (utilizado para el tapizado de muebles e interiores de automóviles, calzado y bolsos y marroquinería), del que exporta hasta 50.000 toneladas anuales, dos tercios de las cuales se destinan a la Unión Europea. La mayor parte de esta exportación, a su vez, termina en Italia, donde se elabora y suministra a los fabricantes de automóviles para tapicerías de automóviles y otros acabados. Italia, recoge el informe, es uno de los principales productores de artículos de lujo del mundo, el segundo mayor exportador de productos de cuero y piel del mundo y el primero en el segmento del lujo. Dos tercios de todos los productos de cuero y piel de la UE se fabrica en Italia, concretamente en las tenerías de las regiones de Toscana, Campania y el Véneto. Durante una de las visitas de los investigadores de Earthsight, haciéndose pasar por agentes interesados en el negocio, los responsables mismos de las curtidurías paraguayas incluso presumieron de suministrar sus pieles a los fabricantes de automóviles de gama alta arriba mencionados.

Si a la exportación de pieles se suma la de la carne, Paraguay exporta unos mil millones de dólares anuales de este producto. Pero como se apresura a precisar la ONG británica, mientras la carne se exporta principalmente a Chile y Rusia –aunque la UE importó más de cuatro mil toneladas en 2019, una cantidad que podría aumentar este año tras el acuerdo de libre comercio que Bruselas cerró con Mercosur el año pasado–, el 60% de las exportaciones de piel acaba en Italia.

En este país tiene su sede Pasubio, una empresa especializada en tapicería para automóviles. Pasubio trabaja no solamente con las ya citadas BMW y Jaguar Land Rover, el Grupo PSA (que comprende a Peugeot, Citroën), el Grupo Hyundai, Ford y el Grupo Volkswagen, este último propietario de las marcas Audi, Porsche, Bentley, Bugatti y Lamborghini. Según recoge Earthsight en su informe, una de las curtidurías implicadas en la investigación aseguró suministrar cuero para los volantes de Ferrari, pero la compañía italiana respondió a la ONG británica que ninguna de las tenerías paraguayas mencionadas en su investigación proporciona cuero para sus vehículos, aunque no explicó si esta afirmación incluía suministros indirectos o pasados, y no respondió a preguntas sobre el nivel de rastreo de los suministros..

La punta sucia del 'iceberg'

Los automóviles de lujo, señala Earthsight, son culpables de buena parte de la deforestación de los bosques latinoamericanos, aunque pasen más desapercibidos que otras industrias, notoriamente la agroalimentaria por la producción intensiva de carne, soja, aceite de palma y aceite de coco. Casi una quinta parte del cuero mundial se utiliza en automóviles, un porcentaje que se espera que aumente a medida que el uso del cuero en el calzado disminuye: la demanda de cuero para automóviles podría llegar a incrementarse a un ritmo de un 5% anual en el período de 2019-2027. Cada año se utilizan las pieles de entre 50 y 60 millones de vacas para tapizar automóviles de gama alta, una industria que, a diferencia de otros sectores productivos, y como buena parte de los productores de artículos de lujo, no parece haberse visto especialmente afectada por la pandemia de covid-19 y que está valorada en unos 29.000 millones de dólares.

Por ello, Earthsight considera que este informe descubre "la punta muy sucia de un iceberg mucho más grande" y hace patente "el fracaso del Estado paraguayo en proteger a las tierras de los Totobiegosode". Como en el caso de su anterior investigación sobre el uso por parte de IKEA de madera procedente de la tala ilegal en Europa oriental, la ONG apunta al complicado entramado societario de empresas de suministros y subcontratas, que dificulta la tarea de rastrear debidamente los suministros de cuero hasta la fuente original y facilita el engaño a ojos de los organismos supervisores.

Según Earthsight, tras presentarle los resultados de sus pesquisas Jaguar Land Rover no negó lo expuesto en el informe y abrió una investigación propia, mientras que BMW confirmó que recibe suministros de dos mataderos que la ONG británica vincula a la tala ilegal, aunque agregó que "hasta el momento no tenemos ninguna información de que [nuestras] cadenas de suministro de cuero en América Latina estén afectadas por los problemas expuestos". 

Finalmente, Earthsight reclama a la UE y Reino Unido que refuercen la legislación y los controles en las cadenas de suministros. Y recordando los precedentes de otros escándalos anteriores que quedaron en poco menos que nada, insiste en que "no puede confiarse en las multinacionales para rastrear sus cadenas de suministros de manera voluntaria", aunque eso suponga hacer frente a un adversario del gigantesco tamaño de la poderosa industria del automóvil y su patronal, y con su principal sede, Alemania, ostentando la presidencia temporal de la UE.

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