La tensión crece en Bangkok por la censura

Los manifestantes han conseguido acorralar a la Policía en la sede de Thaicom. AFP

Los camisas rojas asaltaron este viernes el edificio del canal Thaicom en Bangkok, reclamando el fin de la censura contra la cadena opositora, P-TV. La Policía trató de reprimirlos con gases lacrimógenos y agua a presión, aunque los manifestantes consiguieron hacer retroceder a los agentes.

Tras la toma del Parlamento el pasado miércoles, el Ejecutivo decretó el estado de excepción y ayer cortó el acceso a las webs de los camisas rojas y varias cadenas televisivas.

Cerca de 12.000 personas se enfrentaron frente al edificio a 7.000 policías que custodiaban la sede de Thaicom. Según Reuters, la Policía empleó granadas de humo para dispersarlos, pero los manifestantes consiguieron rebasar las alambradas de defensa colocadas. Las fuerzas de seguridad acabaron cediendo y los camisas rojas se hicieron con el control de la zona.

No llegaron a entrar en el edificio principal, donde se pone en marcha la emisión de P-TV. "Queremos nuestro canal de vuelta. No pueden cerrarnos los ojos y los oídos", dijo un manifestante a la agencia.

Según Efe, Thaicom tiene competencias para desbloquear P-TV, uno de los canales bloqueados ayer por el Gobierno por "incitar a la agitación civil".

Gran despliegue policial El Gobierno ha desplegado a 33.000 efectivos adicionales de las fuerzas de seguridad

Antes de que ocurriera el incidente, el viceprimer ministro tailandés, Suthep Thaugsuban, había advertido a los camisas rojas de que no se les permitiría entrar al recinto.

El Gobierno ha desplegado a 33.000 miembros adicionales de las fuerzas de seguridad de Tailandia dentro y fuera de la capital para evitar disturbios.

Los manifestantes esperan reunir a decenas de miles de seguidores del depuesto ex primer ministro Thaksin Shinawatra. Hasta la fecha han llegado a congregar en un mismo día a 100.000 personas.

Orden de arresto Hasta ahora, policías y militares no habían dispersado por la fuerza a los manifestantes

Desde hace dos días rige en Bangkok el estado de excepción, que permite al Ejército asumir el control de la seguridad, declarar el toque de queda y disolver cualquier asamblea callejero, entre otras disposiciones.

Hasta ahora, policías y militares no habían dispersado por la fuerza a los manifestantes, aunque Vejjajiva anunció anoche que no dudará en detenerlos si sus protestas se tornan violentas.

En un clima de cada vez mayor tensión, se han emitido órdenes de arresto contra un total de 24 líderes de las protestas.