Un terremoto de 6,4 grados de magnitud en la escala de Richter en la isla griega de Kos ha causado hoy al menos dos muertos, tres heridos de gravedad y cuantiosos daños materiales, según ha informado su alcalde Yorgos Kyritsis. 

Los fallecidos se encontraban en un bar cuyo techo se vino abajo en el momento del temblor. Las primeras informaciones esclarecen las víctimas mortales son un ciudadano sueco de 27 años y un turco de 39. Hasta cinco heridos, tres de ellos de gravedad, han sido trasladados en helicóptero hasta el Hospital Universitario de Heraclión en Creta. Además, el seísmo, producido alrededor de las 01:30 hora local, causó daños en muchos hogares e hizo cundir el pánico entre muchos habitantes que desalojaron sus casas por miedo a réplicas.

Un tercio del territorio insular se quedó sin electricidad tras el temblor que se sintió también en la isla de Rodas y cuyo epicentro se situó apenas a 10 kilómetros de profundidad entre las propias Rodas y Kos, informaba el Instituto Geodinámico de Atenas.

Según el primer balance de daños, en la capital de la isla, Kos, se ha derrumbado la iglesia de San Nicolás y parte de la mezquita en la Plaza de la Libertad, siendo la iglesia de Aía Paraskevi la mejor parada, aunque presenta evidentes daños graves.

A la isla se han desplazado varios ministros, entre ellos el de Marina Mercante, Nektarios Santorini, quien señaló que el aeropuerto de Kos funciona con normalidad a pesar del deterioro sufrido tras el seísmo, lo que obligó a dos grandes ferris a atracar en dos islas cercanas.

En declaraciones a la televisión pública ERT, Santorini lanzó esta mañana un mensaje tranquilizador y afirmó que ya no hay peligro y que los ciudadanos no tengan pánico.

A pesar de que el turismo en la localidad , mayormente británico, se encuentra en su temporada alta, según señalaron periodistas locales a la televisión pública, el ambiente entre los turistas es de relativa tranquilidad.

El Servicio Geológico de Estados Unidos afirmó que este terremoto alcanzó una magnitud de 6,7 grados. Poco después se produjo una réplica de 5,1 grados a unos 26 kilómetros al norte de la isla de Leros en la misma profundidad focal, al que siguieron tres más de 4,6, 4,5 y 4,7 no muy lejos del primer temblor.

El seísmo también se sintió en la provincia turca de Mugla en la costa egea de Turquía, aunque no ha causado por el momento mayores destrozos, apenas fracturas en algunos edificios.