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Texas reescribe la historia para sus alumnos

Aprueban una nueva guía de estudios donde impera una visión conservadora de la historia

César Muñoz Acebes (EFE)

El imperialismo estadounidense nunca ha existido, el rechazo árabe a Israel es la causa del conflicto en Oriente Medio y la ONU amenaza la soberanía de EEUU. Esas son las respuestas correctas de los futuros exámenes en Texas, tras un cambio en su currículo.

La nueva guía de estudios, de más de 100 páginas, fue adoptada el viernes por el Consejo Educativo del Estado por 9 votos a favor y 5 en contra.

Los nueve miembros que dijeron sí son, naturalmente, conservadores y como son mayoría han logrado imponer su visión de la historia al documento base para la elaboración de los libros y de las pruebas para los casi cinco millones de alumnos del segundo mayor estado del país durante la próxima década.

Además, como Texas es uno de los mayores compradores de textos de Estados Unidos, las editoriales frecuentemente adecúan el contenido a las indicaciones de ese estado, por lo que su influencia se sentirá fuera de sus fronteras.

La nueva guía se aprobó con 9 votos a favor y 5 en contra

El cariz del debate se puso de manifiesto en la misma apertura de la reunión del Consejo el viernes, a cargo de la conservadora Cynthia Dunbar.

'Creo que nadie puede leer la historia de nuestro país sin darse cuenta de que el Libro Santo y el espíritu del Salvador han sido sus genios directivos desde el principio', dijo Dunbar, quien describió a Estados Unidos como 'una tierra cristiana gobernada por principios cristianos'.

En vista de esa declaración, no sorprende que Dunbar y sus colegas pongan en duda que los próceres de la patria quisieran verdaderamente la separación de la Iglesia y el Estado, uno de los principios democráticos básicos.

Su visión de la historia también es muy particular, como revelan las nuevas guías sobre lo que los estudiantes deben aprender de Joseph McCarthy, el senador que llevó a cabo una 'caza de brujas' en los años 50 contra supuestos comunistas mediante informantes anónimos que arruinó la vida de muchos intelectuales y políticos.

Texas ahora pide a profesores y editoriales que al tratar el tema enfaticen por encima de todo 'la magnitud y el peligro de la infiltración del gobierno de Estados Unidos por parte de agentes soviéticos'.

Una visión coservadora de la historia

En lugar de 'imperialismo' estadounidense el nuevo texto habla de 'expansionismo', aunque mantiene la palabra 'imperialismo' para la penetración económica y militar en el extranjero cuando la lleva a cabo otro país que no sea el suyo.

También pide a los estudiantes 'evaluar los esfuerzos de las organizaciones internacionales por socavar la soberanía de Estados Unidos' y explicar 'cómo el rechazo árabe del Estado de Israel ha llevado al conflicto actual' en Oriente Medio.

Un requisito nuevo para los alumnos es entender 'el resurgimiento conservador de los años 80 y 90', de la mano de organizaciones de derecha como la Fundación Heritage y la Asociación Nacional del Rifle, pero no es necesario que aprendan sobre grupos de defensa de los derechos de los negros o los hispanos.

Del mismo modo, los profesores no tendrán que hablar de Ted Kennedy, el senador demócrata que fue un referente de la izquierda del país hasta su muerte el año pasado.

En cambio, el texto eleva a Ronald Reagan, punto de referencia por antonomasia de los conservadores, al panteón de los héroes de la patria.

El republicano Don McLeroy, uno de los artífices del documento, dijo que el consejo sólo ha sacado el 'sesgo de izquierda' de los contenidos actuales. 'Hemos corregido el desequilibrio del pasado y ahora tenemos un currículo que va directo al medio', señaló.

En cambio, la demócrata Mavis Knight se quejó del uso de un criterio político, en lugar de académico, para su elaboración. 'Estoy avergonzada de lo que hemos hecho a los estudiantes y profesores de este estado', recalcó.

El único consuelo de Knight y sus correligionarios es que podría haber sido peor. Un miembro del consejo pidió, por ejemplo, usar siempre el segundo nombre del actual presidente, Barack Husein Obama, pese a que eso no se hace con ningún otro mandatario.

Los grupos de derecha que mantienen que Obama no nació en Estados Unidos se cuidan siempre de mencionar 'Husein', por su origen árabe.

También se contempló una propuesta para retirar las referencias al 'comercio de esclavos' y llamarlo en su lugar el 'comercio triangular del Atlántico', la cual no prosperó.

La esclavitud, por lo menos, seguirá siendo parte de la historia en Texas.

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