Al menos 15 personas han muerto y otras 21 han resultado heridas durante un tiroteo este lunes en un colegio de Izhevsk, capital de Udmurtia (Rusia), al pie de los Urales. Las víctimas identificadas por ahora son 11 niños, dos guardias y dos profesores, ha informado el Comité de Instrucción ruso. Entre los heridos hay 22 menores.

Las mismas fuentes han identificado al autor del tiroteo como Artiom Kazántsev, de 34 años. Se trata de un exalumno de la escuela que, según se desprende de las imágenes del lugar difundidas por el Comité de Instrucción, llevaba una camiseta con simbología nazi.

Tras cometer el crimen se habría suicidado. El Ministerio del Interior en Udmurtia ha comunicado por Telegram que los agentes han encontrado el cuerpo sin vida del sospechoso dentro de la escuela. Según las autoridades, estaba armado con dos pistolas de aire comprimido reconvertidas para disparar con munición letal. En los cargadores de la pistola, cuyas fotos fueron publicadas en redes sociales, se puede leer la palabra "odio" escrita con pintura roja.

Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha apuntado que el responsable del ataque "aparentemente pertenece a una organización o grupo neofascista" y ha manifestado que el presidente del país, Vladimir Putin, traslada sus condolencias a los familiares de las víctimas de este "acto terrorista".

De acuerdo al relato de los investigadores y los testigos, Kazántsev llegó a su antigua escuela alrededor de las 11.00 horas (07.00 GMT). Los alumnos del centro dicen que mató de un tiro a uno de los guardias nada más entrar por la puerta principal. Posteriormente, según testigos, comenzó a desplazarse por distintas aulas.

Algunos de los alumnos tuvieron que saltar por la ventana ante la imposibilidad de escapar por el pasillo. Varios de ellos presentan distintas lesiones y fracturas por caída de altura. Una alumna declaró al canal de Telegram Baza que estaba en clase de matemáticas cuando oyó los disparos. Según la niña, el atacante disparó contra su profesora. Luego salió de la sala y continuó caminando por el pasillo al grito "¿Dónde estáis, cabrones?". Otras maestras se encerraron en las aulas con sus pupilos, tras colocar "barricadas" con ayuda de muebles.

La tragedia de Izhevsk, con unos 600.000 habitantes, evocó en la memoria de los rusos dos ataques similares producidos en 2021. En mayo un exalumno de una escuela de Kazán, en la república rusa de Tatarstán, irrumpió a tiros en el centro educativo y mató a nueve personas y causó 23 heridos, la mayoría de ellos niños.

Otro tiroteo en una universidad de Perm, también en los Urales, dejó en septiembre del mismo año seis muertos y medio centenar de heridos. El autor de ataque era un estudiante de la facultad de Derecho del centro educativo, armado con una escopeta y una navaja.