Este artículo se publicó hace 17 años.
Las trabajadores deciden mayoritariamente volver a sus puestos en Francia
Terminan así nueve días de paros en los ferrocarriles y la red de transporte urbano de París y su región
Las asambleas de trabajadores de los transportes públicos franceses han decidido, mayoritariamente, regresar a su actividad laboral y poner fin a la huelga que han mantenido durante nueve días en los ferrocarriles y la red urbana de París y su región.
A las 50 asambleas que interrumpieron el miércoles el paro, se unieron hoy muchas más, animadas por el nuevo clima creado por las ofertas de mejora, hechas ayer en la apertura de la negociación formal de directivos de las empresas, sindicalistas y representantes del Gobierno.
La jornada había empezado con buenos augurios, ya que las compañías daban unas previsiones de funcionamiento de cerca del 70% en los trenes, mientras que, en los autobuses de París, llegaba al 75, y en el metro oscilaba entre el 33 y el 50%, según las líneas.
Sin embargo, las miradas estaban puestas en las decenas de asambleas de trabajadores que debían celebrarse durante la mañana y que, mayoritariamente, han optado por volver al trabajo.
"La suspensión del movimiento es casi unánime" entre los trabajadores ferroviarios, con "el 99 por ciento de votos de las asambleas generales" a favor de la vuelta al trabajo, "con la idea de pesar en las negociaciones abiertas" en la empresa nacional de ferrocarriles, SNCF, dijo hoy un líder del sindicato de la Confederación General de Trabajadores (CGT).
Toca así, a su fin, el primer gran conflicto planteado por los sindicatos contra el Gobierno conservador de Nicolas Sarkozy, por su proyecto de reforma del régimen especial de acceso a la pensión que tienen medio millón de trabajadores de empresas públicas, entre ellos los de los transportes y la energía.
Ampliación del periodo de cotización
El Ejecutivo no renuncia a ampliar, de 37,5 a 40 años, el período de cotización para esos empleados, y equipararlos así al régimen general de jubilaciones, pero las ofertas hechas el miércoles suavizan esa perspectiva desde el punto de vista de los sindicatos.
A falta de ser desarrolladas en próximas reuniones, la dirección de la SNCF, con el respaldo del Gobierno, propuso que algunas primas sean aceptadas en el cálculo de la pensión y se apliquen otras mejoras en la antigüedad o la penosidad del trabajo, que los sindicatos acogieron favorablemente.
Uno de los primeros en reaccionar ha sido el primer ministro, François Fillon, quien en una reunión con alcaldes aprovechó para elogiar la actitud "responsable" de las centrales por aceptar negociar la reforma e hizo un guiño a los usuarios, verdaderas víctimas de esta huelga, por haberla soportado "con paciencia".
Fillon pidió una reanudación normal del trabajo sin mayor demora, lo que tardará todavía unos días, aunque los empleados vuelvan mañana a la actividad.
Tráfico normalizado durante el fin de semana
Las empresas explicaban hoy que, aunque toda la plantilla estuviera mañana en sus puestos, es preciso llevar a cabo una serie de operaciones de puesta a punto y de control de la seguridad de las locomotoras y los convoyes, tras de varios días sin ser utilizados. La previsión es que el tráfico pueda ser normalizado durante el fin de semana o, incluso, el lunes próximo en algunos servicios.
Ello incluye las líneas de cercanías RER A y B (ésta une París con los aeropuertos de Orly y Roissy), que transportan cada día a 1,7 millones de viajeros y cuyos empleados figuraban entre los más "duros" en este huelga, pero que hoy resolvieron volver al trabajo.
En el metro parisino, el tráfico será normal o casi normal en siete líneas y en un 50 por ciento en las otras, y en el 80 por ciento de los autobuses y tranvías, según las empresa de transporte urbano, RATP. Consciente de la exasperación de los usuarios, la RATP propondrá la semana próxima a su consejo de administración "una medida de compensación financiera" para indemnizar a los viajeros con abonos.
Por otra parte, dos personas fueron arrestadas en el este de Francia en una de las 18 investigaciones abiertas por las degradaciones perpetradas la víspera contra instalaciones ferroviarias.
El presidente Nicolas Sarkozy, quien hace dos días había roto su silencio para mostrar su determinación de llevar a cabo la reforma de los regímenes especiales de pensiones, no ha comentado hoy la evolución del conflicto laboral.
Su portavoz, David Martinon, dijo que el jefe del Estado esperará a que la situación se haya normalizado en los transportes para hablar acerca del reforzamiento del poder adquisitivo de los franceses, uno de los principales retos de su mandato.
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