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Un tribunal prorruso de Donetsk condena a muerte a dos británicos y a un marroquí que han combatido con Ucrania

Están acusados de actuar como mercenarios en el Donbás y realizar actividades terroristas.

Tanque ucraniano en Donetsk
Un tanque ucraniano en la región de Donetsk este pasado 8 de junio. Gleb Garanich / EFE

El Tribunal Supremo de la separatista república popular de Donetsk condenó a muerte este jueves a los prisioneros británicos Shaun Pinner y Aiden Aslin y al marroquí Braguim Saadun, capturados hace unas semanas mientras combatían junto al Ejército ucraniano, según informó la agencia de noticias local DAN.

Los condenados tienen un mes para recurrir la sentencia, derecho del que van a hacer uso los tres combatientes. Los tres prisioneros de guerra reconocieron este pasado miércoles haber cometido acciones dirigidas a la toma violenta del poder, en virtud del artículo 323 del código penal. En tiempos de paz dicho artículo se castiga hasta con 20 años de cárcel, pero en caso de guerra el procesado puede ser condenado a pena de muerte, de acuerdo con las leyes de Donetsk.

Sin embargo, ninguno de los tres extranjeros reconoció el miércoles haber participado como mercenarios en acciones militares en Ucrania, de acuerdo al artículo 430. Este jueves, sin embargo, el tribunal informó de que los tres acusados sí habían admitido todos los cargos presentados en su contra, lo que incluye operar como mercenarios en el Donbás y realizar actividades terroristas, según precisó DAN.

Shaun Pinner, de 48 años, fue capturado durante el asedio ruso de la ciudad de Mariúpol (mar de Azov) después de varios años como soldado del Ejército ucraniano.

Aslin, de 28 años y que formaba parte desde 2018 del Ejército ucraniano, también fue apresado en abril por las milicias prorrusas en la misma ciudad de la región de Donetsk, donde continúan los combates entre tropas rusas y ucranianas.

A mediados de abril Aslin y Pinner se dirigieron en un mensaje difundido por la televisión rusa al primer ministro británico, Boris Johnson, con la petición de ser canjeados por el político prorruso cercano al Kremlin Víctor Medvedchuk, detenido por alta traición.

Preocupación del Gobierno británico

El Gobierno británico se mostró este jueves "profundamente preocupado" a raíz de las condenas a muerte impuestas a los dos ciudadanos británicos

Un portavoz de Downing Street aseguró: "Obviamente estamos profundamente preocupados por esto. Hemos dicho continuamente que los prisioneros de guerra no deberían ser explotados para fines políticos", apuntó la fuente oficial del Gobierno de Londres.

El portavoz recordó que "en virtud de la Convención de Ginebra, los prisioneros de guerra tienen derecho a la inmunidad concedida a los combatientes y no deberían ser juzgados por su participación en las hostilidades". "Continuaremos trabajando con las autoridades ucranianas para intentar asegurar la liberación de cualquier nacional británico que esté sirviendo a las fuerzas armadas ucranianas y que estén retenidos como prisioneros de guerra", señaló. 

Amnistía Internacional: estas condenas violan la legalidad

La organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) condenó este jueves la estas condenas a muerte, una medida, según su opinión, que supone "una violación flagrante del derecho humanitario internacional".

Amnistía señaló en un comunicado que "los tres eran miembros de las fuerzas regulares de Ucrania y, bajo la convención de Ginebra, como prisioneros de guerra, están protegidos de ser procesados por haber tomado parte en las hostilidades".

La única excepción, recalca la organización, sería si estuvieran acusados de presuntos crímenes de guerra, en cuyo caso serían necesarias "suficientes pruebas admisibles" y un proceso "con estándares justos". La organización humanitaria asegura que los cargos que pesan contra ellos "no constituirían crímenes de guerra".

Los combatientes extranjeros, condenados por las autoridades prorrusas en la resgión de Donetsk, "no han sido juzgados por una corte independiente y regulada de manera imparcial", afirmó el vicedirector para Europa del Este y Asia Central de AI, Denis Krivosheev.

"Quitarles la vida como resultado de un procedimiento manifiestamente injusto constituiría una privación de la vida arbitraria", subrayó Krivosheev.

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