Los abogados de Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, aseguraron este miércoles ante la jueza que lleva el caso que los documentos clasificados que el antiguo mandatario se llevó sin permiso de la Casa Blanca y que fueron hallados por el FBI tras un registro en su mansión de Mar-a-Lago (Florida) se encontraban en "un lugar seguro" y que por lo tanto no había motivo para la alarma. 

En un escrito presentado ante la magistrada, los abogados de Trump indicaron que era algo "esperable" que entre los documentos que Trump se llevó de la Casa Blanca hubiera material clasificado precisamente por la naturaleza del cargo que este ocupó.

"La supuesta justificación para el inicio de esta investigación penal fue el supuesto descubrimiento de información sensible contenida en las 15 cajas de registros presidenciales. Pero este 'descubrimiento era totalmente previsible dada la propia naturaleza de los registros presidenciales", ha afirmado el equipo de abogados en un documento al que ha tenido acceso The Washington Post.

"Sencillamente, la noción de que los registros presidenciales contendrían información sensible nunca debería haber sido motivo de alarma", concluye el texto de los abogados del expresidente. Los letrados de Trump argumentan que, según la Ley de Registros Presidenciales, los archivos incautados deberían haber seguido con un esfuerzo de buena fe para asegurar la recuperación de los registros presidenciales, en lugar de remitir una investigación criminal al Departamento de Justicia, informa la CNN. 

La afirmación de Trump sobre que las autoridades se equivocaron al alarmarse por su posesión de material clasificado se produce después de que el Departamento de Justicia haya señalado que Trump tenía en su casa "algunos de los secretos más sensibles de la nación", incluyendo secretos obtenidos de "fuentes humanas clandestinas", según ha recogido el diario The Hill. "Una filtración de los documentos perjudicaría significativamente importantes intereses gubernamentales, incluidos los intereses de seguridad nacional", añade el Departamento de Justicia estadounidense. 

El Gobierno de Joe Biden, el actual presidente, asegura que había requerido de forma reiterada a Trump que si se había llevado de la Casa Blanca documentos clasificados los entregase, pero el entorno del expresidente respondió siempre con evasivas. Según su versión, algunos de los documentos hallados en el registro de la mansión de Trump realizado el 8 de agosto fueron "probablemente ocultados y sacados" de un depósito. En el registro los agentes del FBI hallaron más de 100 documentos clasificados. Según informa The New York Times, fueron más de 700 páginas de documentos clasificados, "incluidos algunos relacionados con las operaciones de inteligencia más encubiertas del país". 

El Departamento de Justicia sostiene que el almacenamiento de esos documentos no está protegido por la figura del Privilegio Ejecutivo que le correspondería en calidad de presidente, sino que debían haber sido almacenados tal como manda la ley en los Archivos Nacionales.

Mientras, la jueza que lleva el caso en un tribunal de Florida ha citado a los abogados de Trump y del Departamento de Justicia para tratar la demanda presentada por Trump para que un perito independiente supervise los documentos. Trump ha solicitado además un recibo más detallado de lo decomisado y la devolución de aquello que no estuviera incluido en la orden judicial que autorizó el registro.

La jueza se ha mostrado dispuesta a designar a un perito que supervise el allanamiento de Mar-a-Largo, la mansión y club privado de Trump en Palm Beach, donde tiene su domicilio legal, pero antes de tomar una decisión escuchará a las partes.