Este artículo se publicó hace 2 años.
La UE apoya sin reservas la investigación de los crímenes de guerra en Ucrania en la Corte Penal Internacional
Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea se reúnen en Luxemburgo para estudiar nuevas sanciones contra Rusia. No terminan de ponerse de acuerdo sobre un posible veto al petróleo ruso.
Madrid-Actualizado a
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) han abordado este lunes en Luxemburgo los próximos pasos a dar en la política de sanciones contra Rusia por su invasión de Ucrania. Tras aprobar la semana pasada un quinto paquete de medidas restrictivas contra Rusia, que incluyó un veto a las compras de carbón ruso a partir de agosto —pese a que el gas y el petróleo son las exportaciones energéticas más lucrativas para ese país—, la UE trabaja ya en un sexto paquete de medidas. No parece fácil, sin embargo, lograr un consenso: los miembros de la UE no terminan de ponerse de acuerdo para recortar las importaciones de petróleo ruso, dado que muchos de ellos dependen de él.
En cambio, los países de la UE han acordado proporcionar una ayuda financiera y un equipo de expertos a las fiscalías de la Corte Penal Internacional (CPI) y de Ucrania para documentar los posibles casos de crímenes de guerra cometido por las tropas rusas. Bruselas está dispuesto a poner todos los medios a disposición de la Fiscalía ucraniana y de la propia Fiscalía de la Corte Penal Internacional.
"Apoyaremos a ambos fiscales financieramente y con nuestro equipo sobre el terreno", ha señalado el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrel.
"Cada uno de los Estados miembros está totalmente comprometido para asegurar que esto sucede, asegurar que hacemos justicia dadas las horribles imágenes y los crímenes claros que hemos visto en televisión", resumió Wopke Hoekstra, ministro holandés de Asuntos Exteriores, a la entrada de la reunión.
En opinión del ministro croata, Gordan Grlic-Radman, en Ucrania se han visto "escenas horribles en las ciudades ucranianas que nos recuerdan a Vukovar y Srebrenica", donde se cometieron masacres de civiles en las guerras de Yugoslavia. Por su parte, el ministro rumano, Bogdan Aurescu, expresó el "total apoyo" de Bucarest a la CPI y dijo que, "como esos crímenes se cometieron en esos territorios durante la ocupación de Rusia, según el Derecho Internacional, la responsabilidad recae sobre Rusia".
El asunto de las sanciones es mucho más complejo, según reconoció Borrell: "Discutir sobre Ucrania significa ciertamente discutir sobre la eficacia de nuestras sanciones, de lo que ya se ha decidido".
Varios Estados de la UE quieren que esos pasos se encaminen a cortar el suministro de petróleo ruso pero Alemania, hasta ahora reticente, es la que de momento frena cualquier iniciativa. Borrell insiste pese a todo en que "todas las sanciones están sobre la mesa".
Cualquier medida debe ser adoptada por consenso de los Veintisiete. A su llegada a la reunión, la ministra de Exteriores germana, Annalena Baerbock, ha insistido en que los planes del Ejecutivo alemán son la eliminación de la dependencia de las energías fósiles, incluido el gas y el petróleo, pero ha pedido un plan coordinado a nivel europeo.
Si habrá un veto o no al petróleo se sabrá muy pronto. La voluntad expresada por todos es la de incrementar la presión sobre Rusia para que detenga la guerra". En ese sentido, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, instó por su parte a evitar la financiación de la guerra rusa contra Ucrania con dinero europeo y, al mismo tiempo, a no desestabilizar a algunos países de la UE que son dependientes de las fuentes de energía rusas. Un difícil equilibrio que la UE no sabe muy bien cómo conseguir.
Sobre el curso de la guerra, la UE está convencida de que Rusia va a concentrar sus esfuerzos bélicos en el Donbás. "Me temo que las tropas rusas se están agrupando en el este para lanzar un ataque en el Donbás, los ucranianos están muy al tanto de eso", indicó Borrell tras ser preguntado por si espera ahora una gran batalla en el este de Ucrania con armas de gran calibre, tras la retirada de los soldados rusos de las proximidades de Kiev.
En la UE están convencidos que Putin "necesita un trofeo para el 9 de mayo", Día de la Victoria de la Segunda Guerra Mundial, y que por lo tanto "hará todo lo posible para poder decir que, bajo su punto de vista, ha liberado el Donbás".
Ofensiva en el Donbás
Casi coincidiendo con las palabras de Borrell, el líder de la autoproclamada república popular de Donetsk, Denis Pushilin, confirmaba este lunes que se intensificará la ofensiva en el Donbás, en el este de Ucrania. "Consideramos necesario intensificar la marcha de la operación de liberación", dijo el dirigente prorruso al canal de televisión estatal Rossía 24. "No puedo dar detalles. Muy pronto lo veremos todo en tiempo real", dijo Pushilin.
Las tropas rusas mantienen sus ataques en la región de Donetsk, así como en Mariúpol y Járkov, al llegar al cuadragésimo séptimo día de contienda, en la que han muerto 183 menores, según fuentes ucranianas.
La región de Járkov, en el este de Ucrania y una de las más castigadas por el Ejército ruso, ha sido bombardeada en 66 ocasiones en las últimas 24 horas en unos ataques que han causado al menos once muertos y catorce heridos.
En el frente bélico, Rusia aseguró este lunes que había utilizado misiles de crucero para destruir sistemas de misiles antiaéreos S-300 que habían sido suministrados a Ucrania por un país europeo no identificado. Según la versión rusa, el domingo disparó misiles de crucero Kalibr contra cuatro lanzadores S-300 que estaban ocultos en un hangar en las afueras de la ciudad ucraniana de Dnipro, según el Ministerio de Defensa. Rusia dijo que 25 soldados ucranianos fueron alcanzados en el ataque.
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