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Ultimátum de EEUU a Suiza para que revele más cuentas secretas

Reclama a Credit Suisse y otros bancos datos sobre titulares de cuentas de más de 50.000 dólares

AGENCIAS

Nueva disputa entre Estados Unidos y Suiza por las cuentas secretas. Washington ha dado un ultimátum a Credit Suisse y a otras nueve entidades (entre ellas Julius Baer, Wegelin y los bancos cantonales de Zúrich y de Basilea) para que le entreguen datos sobre ciudadanos y fundaciones estadounidenses con cuentas secretas en el país, desde 2002, y superiores a 50.000 dólares, según recogieron ayer varios periódicos helvéticos. El plazo dado por la Administración estadounidense vence mañana.

Los periódicos recogen la carta enviada la semana pasada por el vicefiscal general estadounidense, James Cole, al secretario de Estado de Finanzas suizo, Michael Ambuehl. En ella, se le reclama información sobre miles de ciudadanos estadounidenses que habrían evadido impuestos a través de cuentas secretas en el país alpino. EEUU amenaza también con sancionar a los bancos con una multa superior a los 2.500 millones de dólares (unos 1.760 millones de euros).

Un portavoz del departamento suizo de asuntos financieros internacionales, citado por la agencia Reuters, se limitó a comentar que su Gobierno esta en contacto con EEUU y declinó realizar comentarios sobre la carta. 'Estamos buscando una solución bajo la base de leyes existentes', explicó. Suiza realizó en agosto una propuesta para intentar iniciar negociaciones para resolver la disputa con las autoridades estadounidenses, ofreciendo entregar los datos sobre clientes a pesar de las estrictas normas de secreto bancario.

Este caso es similar a otra disputa entre EEUU y Suiza, en el que Washington reclamó información sobre 4.450 titulares de cuentas en el banco UBS. La entidad tuvo que entregar esos datos y pagar una multa de 800 millones de dólares para evitar que sus directivos en EEUU fueran a la cárcel y se le retirase la licencia para operar en aquel país. UBS pudo dar la información después de que el Parlamento suizo aprobase, tras un largo tira y afloja, una ley especial para autorizarlo.

La Administración Tributaria estadounidense (el IRS, según sus siglas en inglés) se sintió traicionada porque muchos clientes del UBS cambiaron sus activos a otros bancos suizos más pequeños en lugar de declararlos.

Ahora, Washington reclama información de miles de cuentas, muchas más que las que Suiza podría brindar bajo el acuerdo de doble tributación que fue aprobado en el 2009, pero que aún debe ser ratificado por el Senado estadounidense. El Gobierno helvético busca hallar una solución que no necesite la aprobación del Parlamento, que posiblemente bloquearía cualquier nueva violación al secreto bancario.

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