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"La única esperanza es que se revise el caso; nadie lo hará"

Shang Baojun, abogado del Nobel Liu Xiaobo. Vigilado por la policía, confiesa que no sabe quién acudirá a la entrega del premio

DAVID BRUNAT

El bufete de abogados aparece modesto en el centro de Pekín. Nadie diría que es aquí donde se vela por los derechos del nuevo premio Nobel de la Paz. Sin embargo, así ocurre desde 1989, fecha en la que Liu Xiaobo fue encarcelado por primera vez tras la revuelta de Tiananmen. Mo Shaoping, amigo del Nobel y director del despacho, fue su asesor legal hasta diciembre de 2008, cuando fue vetado por apoyar la Carta 08, texto que defiende la democracia y los derechos humanos en China. Desde entonces es Shang Baojun (Pekín, 1964) quien defiende a Liu en los tribunales.

De maneras educadas y hablar pausado, Shang lamenta que 'apenas ha cambiado nada' un mes después de la concesión del premio que provocó la ira del Gobierno chino. Todos los movimientos de Shang están vigilados por las autoridades. Le dejan trabajar y seguir sus actividades, aunque el letrado muestra cierta preocupación por los avisos que le ha dejado la policía y prefiere no hablar en el interior del bufete. El abogado de Liu Xiaobo atiende a Público en el reservado de un bar.

¿Cómo se encuentra Liu Xiaobo en la actualidad?

Liu Xia [la esposa del Nobel] es la única persona que pudo visitarlo el pasado 9 de octubre. Ella me confirmó que está bien de salud y de ánimo, y que sale al patio a hacer ejercicio dos veces al día. Su único problema es la enfermedad de estómago que lleva arrastrando desde hace años. Pero de eso hace un mes. No sabemos nada desde entonces.

'La situación de los derechos humanos mejora, pero muy lentamente'

Corren rumores de todo tipo, como, por ejemplo, que le tratan mejor por ser famoso o que su salud es muy delicada. ¿Qué debemos creer?

Su hermano mayor pidió hace unos días ir a la prisión pero no le concedieron el permiso, así que no puedo estar seguro. Él me contó que Liu Xiaobo no tiene celda propia y sigue compartiéndola con cinco personas más. En su opinión, la vida de Liu no ha cambiado en nada, aunque Liu Xia opina que sí mejoró levemente.

Cuesta creer que, siendo usted su abogado, aún no le hayan permitido visitar la cárcel.

Después del Premio Nobel, me denegaron todas las peticiones. Tampoco pude ver a Liu Xia; cada vez que iba a su casa, el vigilante de la puerta no me dejaba pasar. El segundo día tras el Nobel, ella consiguió un nuevo número de móvil, pero apenas le duró operativo un día. Luego mantuvimos el contacto a través de internet, pero desde hace dos semanas ya ni puedo comunicarme con ella: la conexión en su vivienda está cortada.

[El Twitter de Liu Xia, bajo arresto domiciliario, registró su último mensaje el 18 de octubre. Desde entonces, no ha habido más noticias sobre su estado].

¿Cuándo cree que podrá reunirse con ambos?

Es muy difícil saberlo. Imagino que será después de la ceremonia de entrega del premio, en diciembre. Ni siquiera Liu Xia sabe cuándo la van dejar salir de casa e ir a ver a su marido, y eso es algo que le preocupa. Sé que ella quiere verme, tenemos muchas cosas de las que hablar, pero no sé cuándo podrá ser. Antes no teníamos ningún problema para vernos, pero ahora es imposible.

¿Le sorprende que todavía hoy la esposa de Liu Xiaobo siga incomunicada?

Su arresto domiciliario es ilegal según la legislación china. Para vigilar a una persona, se necesita abrir un procedimiento judicial y completar unos trámites que en este caso ni existen. Ella además debería tener antecedentes penales para ser vigilada. Nada de eso se cumple.

[Además de Liu Xia, decenas de activistas políticos y abogados siguen vigilados en sus casas].

El 10 de diciembre se entregará el Premio Nobel de la Paz en Oslo. ¿Quién cree que lo irá a recoger?

Se trata de un asunto grave. Me gustaría que fuera Liu Xia, pero eso es casi imposible y también ella es muy pesimista al respecto. La última vez que hablamos me dijo que, si ni siquiera la dejan salir de su propia casa, menos aún le van a permitir salir de China. La otra opción es la familia de Liu Xiaobo o de ambos. Sé que las familias han hablado e incluso acordaron leer algunos textos de Liu Xiaobo en la ceremonia, pero también para ellos es muy complicado. Sé que tanto la familia como varios amigos han intentado sin éxito que las autoridades les den permiso para viajar a Noruega. No sé qué va a pasar.

¿Hay alguna posibilidad de que Liu Xiaobo salga pronto de la cárcel?

Es muy improbable que eso ocurra, pero la única opción sería que su familia o el propio tribunal solicitaran la revisión del caso. Si lo pide la familia, lo más seguro es que el recurso no prospere y que sea el tribunal el que decida hacerlo es algo que yo no esperaría. Sin embargo, esa es la única esperanza para que al menos se reduzcan los 11 años de condena.

El Gobierno sigue hoy muy ofendido por este Premio Nobel.

Es evidente que está enfadado, pero creo que su reacción ha sido exagerada y ha sobredimensionado el problema. El caso de Liu Xiaobo no es tan grave, ni la concesión del Nobel ni tampoco su delito. Un condena de 11 años de prisión está totalmente fuera de lugar.

¿Influirá este Nobel de la Paz en el respeto de los derechos humanos en China?

Estoy convencido de que servirá de estímulo, pero no a corto plazo sino con el paso del tiempo. En China, la situación de los derechos humanos está mejorando, pero lo hace muy lentamente y el sistema está lleno de carencias. Esa mejora es algo que el mismo Liu Xiaobo ha reconocido públicamente y quiero pensar que este Nobel de la Paz hará que la legislación sobre derechos humanos avance.

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