Este artículo se publicó hace 13 años.
Uruguay encuentra los restos de un histórico torturado por la dictadura
El cadáver del maestro y periodista Julio Castro, ejecutado en 1977, estaba en un recinto militar
"En los huesos de Julio Castro está el más certero retrato de la dictadura militar". Así recuerda el escritor uruguayo Eduardo Galeano al periodista y maestro desaparecido durante la dictadura (1973-1985), cuyos restos fueron encontrados el jueves en un cuartel militar a las afueras de Montevideo.
Recordado como uno de los creadores del semanario Marcha y fundador además del Frente Amplio, la coalición que hoy lidera desde el Gobierno el presidente José Mujica, Castro fue sobretodo uno de los docentes más brillantes de su época. Tenía 68 años cuando fue secuestrado en agosto de 1977.
El recinto militar en el que su esqueleto fue encontrado era explorado por antropólogos desde 2005. El pasado 21 de octubre fue el mismo Mujica el que anunció el descubrimiento de los restos humanos de lo que en principio era un hombre, por el tamaño del fémur. Anteayer, por fin, se les puso nombre: Julio Castro.
Detenido por los servicios de inteligencia, sufrió torturas durante los dos días que duró su secuestro, como se deduce de las lesiones encontradas en la región craneal y en las vértebras cervicales.
Según las primeras investigaciones, el profesor fue asesinado de un disparo en la cabeza. Castro fue enterrado después a 1,40 metros de profundidad. Los responsables de su muerte recurrieron a un método del que se valían las dictaduras del Plan Cóndor para intentar borrar los crímenes que perpetraban: tapar el cuerpo con capas y capas de cal viva.
El presidente Mujica, según dijeron sus allegados, recibió la noticia con una "profunda conmoción" y "tristeza". Para Ariel Castro, nieto de Julio, el hallazgo demuestra que las declaraciones de los militares a la Comisión de la Verdad que investigó el drama de los desaparecidos fueron "una gran mentira", ya que en su relato, el maestro murió desvanecido tras ser torturado y sus restos fueron quemados y esparcidos en el Río de la Plata.
Paradojas de la vida, Castro fue profesor del ex dictador Gregorio Álvarez (1981- 1985). Esto le quiso recordar al general la misma esposa del maestro en una carta que le envió en 1977 para que le ayudara a encontrar a su marido. Nunca recibió respuesta alguna.
Una excepción a la leyEn Uruguay todavía está vigente la ley de Caducidad, una normativa que amnistía los crímenes de la dictadura pero que permite también excluir los casos que considere el Ejecutivo.
Entre esas excepciones está la causa de Castro, gracias a Mujica. Ahora el proceso toma otro impulso, ya que se espera que la Justicia dicte nuevos procesamientos contra los militares responsables de la finca militar en la que Castro estuvo enterrado 34 años.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.