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Votantes egipcios admiten que han recibido pagos y otros incentivos para ir a las urnas

Las autoridades tratan de conseguir que se produzca una alta participación con la que el presidente, Abdelfatá al Sisi, pretende legitimar su victoria, prácticamente garantizada.

Sospechas en la última jornada electoral en Egipto.- REUTERS / MOHAMED ABD EL GHANY

Reuters/EP

Varios votantes han admitido haber recibido pagos, comida y otros incentivos para acudir a las urnas en la última jornada electoral en Egipto, es un intento de las autoridades de conseguir que se produzca la alta participación con la que el presidente, Abdelfatá al Sisi, pretende legitimar su victoria, prácticamente garantizada.

En los primeros dos días de la votación, la participación se mantenía por debajo del 47 por ciento que apoyó al militar en los comicios de 2014. Durante el tercer y último día de votación, las autoridades parecen haber tratado de subsanar este porcentaje en unos comicios en los que, según los críticos, las autoridades han eliminado cualquier tipo de oposición a Al Sisi a base de intimidación y arrestos.

Aunque Al Sisi haya declarado que le habría gustado tener más oponentes, solo se ha enfrentado contra un candidato acusado de ser un candidato de papel. La Comisión Electoral ha subrayado que las elecciones han sido libres y justas.

El militar, que lideró el golpe de Estado de 2013 contra el por aquel entonces presidente Mohamed Mursi, ha prometido seguridad, estabilidad y un resurgimiento de la economía. El mandatario cuenta entre sus aliados con Estados Unidos y con países del Golfo como Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.

Varios incentivos

Varios votantes entrevistados durante las dos primeras jornadas electorales han admitido haber recibido ofertas de dinero, cajas de comida y otros servicios para acudir a las urnas o al menos para manchar sus dedos de tinta para que fingieran que lo habían hecho.

"Nunca antes había votado y no pretendía hacerlo ahora", ha reconocido una mujer. "Manché mi dedo de tinta y cogí las 50 libras egipcias (2,2 euros)" que me ofrecían, ha añadido la joven.

La Comisión Electoral ha subrayado que las elecciones han sido libres y justas.

Otras mujeres han admitido que se les prometió bolsas de comida con arroz y aceite vegetal a cambio de sus votos. "Me dijeron que si votaba y les enseñaba mi dedo manchado de tinta, me darían una de las bolsas", ha reconocido una de ellas.

Un empleado de una institución financiera gubernamental ha relatado que los gerentes les dieron a sus colegas y a él la mitad del lunes libre y les ordenaron ir a votar y que los jefes les dijeron que no volviesen si no tenían "manchas de tinta en sus dedos" y que les revisarían las manos al día siguiente.

Algunas personas no han necesitado de ningún incentivo para votar. "He votado por Al Sisi, por supuesto, porque es suficiente que, gracias a él, tanto mi familia como yo vivamos seguros, incluso aunque sea en la penuria", ha explicado Noha al Nemr, votante de El Cairo.

En otras zonas del país, los incentivos se han entregado de manera mucho menos discreta. En la provincia de Behera, en el norte del país, la gobernadora, Nadia Abdou, manifestó el lunes en el canal de televisión privado Mehwar que su Gobierno premiará al municipio con la tasa de participación más alta "mejorando el sistema de distribución de agua, de electricidad, el alcantarillado... Recompensaremos a aquellos que acudan a las urnas de manera masiva".

"Traicionando a los mártires"

Los medios simpatizantes con el Gobierno han tildado a aquellos que no acudiesen a votar como traidores a Egipto. Los presentadores de los programas de radio estatales han advertido a su audiencia de que no acudir a las urnas significa "traicionar la sangre de los mártires del Sinaí".

Esta ha sido una referencia a la campaña militar que las autoridades están llevando a cabo contra los terroristas islamistas en la península del Sinaí. Una anciana del Cairo ha admitido que decidió votar tras escuchar los programas de radio.

La victoria de Al Sisi está prácticamente garantizada

La victoria de Al Sisi está prácticamente garantizada. El único oponente del presidente actual es un político poco conocido y leal al propio militar. Otros oponentes más serios tuvieron que abandonar la carrera electoral. Varios políticos críticos llamaron a principios de año a un boicot electoral.

Al Sisi ha insistido en que no tiene nada que ver con que los candidatos de la oposición hayan renunciado a presentarse a los comicios y ha pedido repetidamente que el electorado acuda a las urnas de manera masiva.

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