Este artículo se publicó hace 16 años.
Los Zetas ya están en el banquillo
La Policía detiene a un militar que filtraba información a los narcos sobre el presidente Calderón
La Fiscalía de México inició ayer el procesamiento de Jaime González Durán, alias Hummer, uno de los fundadores de la banda criminal Los Zetas, detenido en noviembre en Tamaulipas. El juez instructor también dictó la prisión formal en una cárcel de máxima seguridad de otros tres miembros del mismo grupo de narcos.
Hummer es un ex militar de los cuerpos de élite de la Fuerza Aérea mexicana que desertó el 24 de febrero de 1999 para unirse a Arturo Guzmán Decena y a Heriberto Lazcano, y formar el grupo Los Zetas, brazo armado del cártel del Golfo. Tras la captura del capo Osiel Cárdenas y su extradición a EEUU, en enero de 2007, el líder de la banda, Heriberto Lazcano, se hizo con el control de una parte de la organización, mientras que otra quedó en manos de Eduardo Costilla, alias El Coss.
El cártel del Golfo es uno de los más poderosos y violentos grupos del narcotráfico que operan en México y ya ha extendido sus tentáculos a EEUU e Italia. Uno de los capítulos más escabrosos perpetrado por Los Zetas fue la decapitación de 12 personas en Yucatán. Detrás de este macabro asesinato está la mano de Hummer y de los otros tres sicarios ahora encarcelados .
Sobre las espaldas de González Durán pesa un requerimiento de extradición solicitado hace meses por el Gobierno de EEUU bajo la acusación de participar en el crimen organizado y de traficar con cocaína. Sin embargo, antes deberá encarar en México una colección de cargos contra él entre los que se encuentran el de posesión de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, la autoría de cerca de un centenar de asesinatos y, por supuesto, el de narcotráfico a gran escala.
Investigación
La Fiscalía también anunció ayer el arresto de un alto cargo del Ejército mexicano destinado a la Guardia Presidencial por su supuesta vinculación con cárteles de la droga.
El detenido es Arturo González Rodríguez, y según la versión de un testigo protegido "proporcionaba información sobre las actividades del presidente Calderón" a dos cárteles: el de los hermanos Beltrán Leyva y el de Sinaloa. A cambio recibía 100.000 dólares al mes. Esta detención se enmarca en la operación Limpieza abierta por el Gobierno mexicano en su lucha contra el narcotráfico.
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