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Desmontando los bulos de la derecha contra Igualdad: 2022 no ha sido el peor año de la violencia machista

El año que acaba de terminar ha tenido un mes de diciembre cruento en cuanto a asesinatos por violencia de género, pero las cifras siguen estando entre las más bajas de la serie histórica.

Violencia machista
Manifestación contra la violencia machista (archivo). EFE

No, 2022 no ha sido el peor año de la violencia machista. Sin embargo, diversos medios de la derecha y supuestos tabloides digitales se han lanzado sin ningún escrúpulo a difundir el mensaje contrario, utilizando para ello datos falsos y estadísticas inventadas para arreciar las críticas contra el Gobierno, el Ministerio de Igualdad y contra Irene Montero.

Que diciembre ha sido un mes trágico, no cabe duda. Las 11 asesinadas reconocidas oficialmente como violencia de género y al menos otro caso que sigue en investigación, lo han convertido en uno de los peores datos de feminicidios en un solo mes desde que se tiene estadísticas (2003).

El año 2022 hasta el mes de noviembre se contabilizaban un total de 38 víctimas de esta violencia, el dato más bajo hasta esa fecha. El año acabó con un total de 49 mujeres asesinadas tras un mes de diciembre negro. Se trata del mismo dato global con el que finalizó el año 2020 y una más que en 2021, cuando se contabilizaron 48. Los tres años, sin embargo, han registrado las cifras más bajas de feminicidios desde que se recopilan datos oficiales. No es un consuelo. Los datos siguen arrojando cifras intolerables de asesinatos que solo son la punta de iceberg de la inmensa violencia que se ejerce contra las mujeres. 

Bajo las informaciones que mienten sobre las estadísticas, está el objetivo sembrar dudas sobre la eficacia de las medidas implementadas desde hace casi 20 años contra esta violencia e intentar destruir las estructuras que se han puesto en marcha para combatirlas.

Un medio digital de la extrema derecha publicó hace solo unos días un gráfico sobre el nivel de asesinatos de género bajo el titular: "La cifra de mujeres asesinadas alcanza su máximo anual durante la etapa de Irene Montero con 49" y un subtítulo aseguraba que "la plaga de asesinatos machistas ha roto la tendencia decreciente de los últimos años". El titular va acompañado de un imagen realizada con una foto de Irene Montero y un gráfico en el que se puede ver que en 2020 fueron asesinadas por su pareja 46 mujeres, en 2021 43 y que en 2022 ha escalado a 49. Unas cifras falsas que no corresponden con ninguna estadística conocida.

OK diario sobre violencia de género
Imagen de artículo con datos falsos sobre violencia de género.

En redes sociales la avalancha de mensajes no es muy distinta. La viralización de datos mal interpretados o directamente falsos obligó hace unos días a la delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell, a tuitear el cuadro completo de asesinatos de género desde que hay estadísticas. En su mensaje afirmaba que "ante la diversidad de cifras e informaciones, sea por error, ignorancia o manipulación, añado la serie histórica oficial de asesinadas por #ViolenciaDeGénero desde 2003. La línea quebrada es la cifra a 29-12".

El cuadro aún no recoge la última víctima reconocida en 2022, que lo fue el último día del año, por lo cual 2022 en la actualidad refleja 49 asesinatos. 

La ultraderecha ha salido en tromba a denunciar la alta incidencia de la violencia hacia las mujeres, una actuación que llama poderosamente la atención dentro de un colectivo que niega que dicha violencia exista. ¿Por qué?

Miguel Lorente, médico forense y exdelegado contra la violencia de género da algunas pistas. "Estos mensajes sirven para movilizar a sectores machistas, porque los derechos de las mujeres, la diversidad, la Igualdad y la globalidad son los temas críticos que utiliza la ultraderecha para activarse". "Por eso, la ultraderecha o medios como Okdiario van a ir contra cualquier cosa que les resulte válida para atacar las políticas de Igualdad y decir que son un fracaso, porque no las quieren. Pero no es verdad porque estamos teniendo resultados", añade.

Desde que se inició la recogida de datos sobre violencia de género en 2003, los asesinatos de mujeres han ido lentamente en descenso. Entre los primeros 10 años de recolección de estadísticas (de 2003 a 2012) y los últimos diez, el número de estos feminicidios descendió en un 22%. Un cambio lento pero constante

"Los negacionistas utilizan siempre la misma táctica de la crítica. Si no hubiera ningún asesinato machista, criticarían que los fondos de los que dispone el Ministerio de Igualdad para atajar esta violencia (unos 500 millones de euros) sería un dinero inútil para algo que no ocurre. Pero si hay asesinatos, también critican afirmando que es un despilfarro porque es un dinero que no sirve para nada, como está ocurriendo estos días", afirma Lorente. "Esa es la misma táctica de la posverdad de Trump, que machaconamente extendió el bulo de que Obama no era ciudadano americano y que había usurpado la presidencia. Cuando finalmente Obama presentó su partida, la respuesta de Trump fue decir que era falsa y que Obama había utilizado ese tiempo para falsificarla. En este caso es lo mismo. No importa la verdad, siempre irán a la contra", añade Lorente.

Este experto recalca que la estrategia negacionista juega con el coste de acabar con la violencia, igual que hablan de supuestos "chiringuitos de género" y juegan con las emociones de la gente cuando están pasando por problemas económicos derivados de la crisis económica o sanitarios, debido al deterioro del sistema de salud. "Por eso encuentran un caldo de cultivo al afirmar que el dinero invertido en Igualdad no sirve para nada y que podría utilizarse para otras cosas más útiles". 

"La razón para que en 18 años después de aprobarse la ley contra la violencia de género siga habiendo asesinatos no está en que las medidas no son eficaces, sino en la existencia misma del machismo". Las medidas pueden cambiar, afirma, pero los episodios de asesinatos concentrados, como ocurrió este pasado diciembre, seguirán sucediendo. Puede que haya causas que expliquen el motivo: épocas de mayor convivencia con el agresor, como las vacaciones o las Navidades; los días de fiesta; el refuerzo que puede suponer para el agresor asesinatos previos... pero "éstos no explican la violencia, sólo son factores de riesgo que pueden facilitar que se produzcan homicidios. La violencia sólo se explica por la existencia del machismo. Mientras no pongamos las medidas para acabar con él, evitar los asesinatos será imposible", concluye Lorente.

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