¿Por qué los hombres callan? El silencio heteropatriarcal ante los 51 violadores del ‘caso Pélicot’
La psicóloga social, Amelia Zamora, desvela las claves del silencio de los hombres y su inacción ante estos casos
Madrid-
El caso de Gisèle Pélicot es un ejemplo desgarrador de abuso sexual sistemático y traición dentro de un matrimonio que revela las dinámicas de poder y violencia en la sociedad patriarcal. La historia expone cómo Dominique Pélicot, su esposo, no solo la drogó para que otros hombres la violaran, sino que también documentó estos crímenes, con más de 20.000 vídeos y fotografías como prueba. A lo largo de casi una década, al menos 51 hombres fueron acusados de participar en las agresiones, aunque la cifra podría superar los 70.
Este caso no solo es espeluznante por la magnitud del abuso, sino también por la falta de empatía y cuestionamiento moral de los agresores. Algunos de los hombres involucrados alegaron no saber que Gisèle estaba inconsciente, mientras que otros, incluso sabiendo que estaba drogada, no pudieron frenar sus "impulsos". Estos hechos ponen en evidencia cómo los estereotipos y las normas de la masculinidad tradicional pueden perpetuar una desconexión emocional con las víctimas y el sufrimiento que padecen.
El caso también plantea preguntas sobre el silencio de otros hombres, tanto aquellos que participaron en el crimen como los que no lo hicieron. La falta de posicionamiento puede estar arraigada en la presión de conformarse con una masculinidad que evita el reconocimiento hacia las mujeres. Además, muchos hombres temen confrontar sus propios comportamientos pasados, lo que los lleva a un silencio que perpetúa la complicidad. Desgranamos esta y otras claves del caso Pélicot junto con la psicóloga social Amelia Zamora.
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