"No es un pico, es una agresión": el feminismo muestra su fuerza en Madrid para exigir la salida de Rubiales
Centenares de personas se han concentrado en la Plaza de Callao para exigir una reforma estructural que erradique el machismo de la Federación Española de Fútbol.
Alejandro Tena
Madrid-Actualizado a
El movimiento feminista ha exhibido su fuerza una vez más para defender los derechos de las mujeres. Esta vez ha sido el beso no consentido que Luis Rubiales, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, propinó a la jugadora de la selección Jenni Hermoso durante la celebración del mundial de Sídney. En la céntrica Plaza de Callao de Madrid se han concentrado cientos de personas para exigir la salida del directivo. "No es un pico, es un agresión", han gritado en repetidas ocasiones.
La protesta ha sido convocada por la Comisión 8M del movimiento feminista en Madrid, que ha querido "reivindicar un deporte libre de violencias machistas" y "en apoyo a las campeonas del mundo".
En declaraciones a los medios, las portavoces han destacado que las jugadoras de la selección llevan años en lucha por "cambios estructurales dentro de la federación". Las feministas consideran que la agresión de Rubiales marca un antes y un después, ya que se "ha conseguido que la sociedad responda a una para decir que no fue un pico o un beso consentido, sino una agresión", han dicho. "Si delante de millones de personas Rubiales ha tenido la legitimidad para plantarle un pico a una futbolista, ¿qué ocurre en la intimidad?", han denunciado durante la manifestación.
A la protesta también han acudido caras visibles de la izquierda. La ministra de Igualdad, Irene Montero, anunció en redes sociales que acudiría a Callao y allí ha estado junto al resto del movimiento feminista y miembros de Podemos como Lilith Verstrynge y Ángela Rodríguez Pam.
También ha estado presente la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quien ha mostrado todo su "cariño, protección y amparo" a Jenni Hermoso. "España es mucho mejor que ellos", ha añadido, en una referencia a Rubiales y a los directivos que respaldaron su discurso del pasado viernes.
Montero y Díaz no han sido las únicas representantes del Gobierno que han acudido a la protesta. La portavoz del PSOE y ministra de Educación, Pilar Alegría, ha estado en Callao junto a la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, y la secretaria de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández. "Este país ha podido ver en esas grandes mujeres no solamente un triunfo como campeonas del mundo, sino también un ejemplo de dignidad, igualdad y sororidad", ha valorado Alegría.
La ciudadanía dice "se acabó"
"No soy futbolera, no me gusta mucho, pero creo que debe haber una limpieza, creo que hay mucho machismo ahí dentro", comenta a los micrófonos de Público una mujer que ha decidido acudir en esta tarde de agosto al centro de Madrid para mostrar su rechazo a la posición machista de Rubiales. "Debe dimitir no sólo por el pico, sino por las declaraciones que hizo posteriormente", argumenta. "Es una ocasión buena para que se haga limpieza en el fútbol y en el deporte en general".
"El discurso del viernes de Rubiales es de la Edad Media, es cavernícola y no tiene cabida en esta sociedad"
No muy lejos de allí, pasea una pareja ataviada con camisetas que llevan el lema de este nuevo Me Too español: "Se acabó". "Son artesanas", recalca el hombre, orgulloso de haber fabricado un atuendo reivindicativo y feminista. "Rubiales ya se ha ido, ha tenido que actuar un organismo internacional [la FIFA] para suspenderle temporalmente mientras se tramita la suspensión a nivel interno", expone. "Lo fundamental es que hay que conseguir que la gente entienda que el discurso del viernes de Rubiales es de la Edad Media, es cavernícola y no tiene cabida en esta sociedad de ninguna manera".
"Estoy aquí por algo más. El "se acabó" no es solo a Rubiales", dice su compañera. "Esto es un paso para el movimiento feminista que tiene que ver con que todo lo que se había normalizado en los trabajos o en la calle y que ahora se entiende que es una agresión sexual y que las mujeres tienen derecho a gritarlo y a defenderse", agrega, para reclamar que se deje de culpabilizar a las víctimas.
"Desde que tengo uso de razón, y mira las canas que tengo ya, he vivido lo mismo: cuanto más luchamos las mujeres, más zancadillas nos ponen", cuenta una septuagenaria que ha acudido a la concentración feminista. "En lugar de celebrar un éxito de las mujeres, que es ganar un mundial, tenemos que estar aquí para protestar contra un machista, un fascista y un mafioso", recalca. "Vergüenza ajena", interrumpe otra señora, que considera que Rubiales "está dejando a los españoles como una mierda por todo el mundo".
El acto ha terminado sin incidentes y al finalizar la concentración un grupo más reducido de manifestantes ha descendido hasta la Puerta del Sol para protestar frente a la sede de la Comunidad de Madrid. No ha sido la única convocatoria del día contra Rubiales. El feminismo también ha marchado en otras ciudades de España como Zaragoza, Ibiza, Albacete, Vigo, A Coruña o Santiago de Compostela. Además, el pasado domingo centenares de personas salieron a las calles de Salamanca y Barcelona para pedir una reforma estructural en la Federación Española de Fútbol.
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