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Unicef alerta que la desnutrición en madres y recién nacidos aumentó un 25% a nivel global

El informe de la organización señala un incremento del 25%, especialmente en los países afectados por la crisis. Cerca de 6,9 millones de mujeres y adolescentes sufren malnutrición, lo que puede provocar problemas de desarrollo a sus hijos.

Una doctora revisa a una mujer embarazada en Etiopía.
Una doctora revisa a una mujer embarazada en Etiopía. Ayene / UNICEF

La organización Unicef ha denunciado el aumento de adolescentes y mujeres embarazadas y lactantes que son víctimas de la desnutrición aguda en todo el mundo. En concreto, la cifra ha crecido de 5,5 millones a 6,9 millones –un 25%– en los 12 países más afectados por la actual crisis alimentaria y nutricional, que se ceba especialmente con África y Asia.

Entre los países afectados se encuentran Afganistán, Burkina Faso, Chad, Etiopía, Kenya, Malí, Níger, Nigeria, Somalia, Sudán del Sur, Sudán y Yemen, detalla el informe publicado este martes por Unicef.

Desnutridas y olvidadas: una crisis mundial de la nutrición de las adolescentes y las mujeres es el estudio publicado por la ONG en el marco del Día de la Mujer, donde advierte de una crisis que afecta especialmente a mujeres y niñas adolescentes debido a la desigualdad de género.

"La crisis mundial del hambre está provocando que millones de madres y sus hijos sufran hambruna y desnutrición grave", ha afirmado la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell. "Sin una acción urgente de la comunidad internacional, las consecuencias podrían durar varias generaciones", añade.

Más de 1.000 millones de niñas, adolescentes y mujeres padecen desnutrición, deficiencias de micronutrientes esenciales y anemia, según recoge el informe. Un problema que puede ocasionar mayores complicaciones en aquellas que están embarazadas, con consecuencias que ponen en riesgo la supervivencia, el crecimiento y el correcto desarrollo de sus hijos, advierten los expertos.

Este problema afecta ya a 51 millones de menores de dos años en todo el mundo, con problemas de crecimiento debido a la malnutrición. Estas complicaciones suelen aparecer durante la gestación y en sus primeros seis meses de vida, momentos en los que dependen totalmente de la nutrición de sus madres, según señala el análisis.

"Para prevenir la desnutrición infantil, debemos abordar también la malnutrición de las adolescentes y las mujeres", ha puntualizado Russell para poner el foco en esta problemática.

Aproximadamente dos de cada tres adolescentes y mujeres con insuficiencia ponderal en todo el mundo, y tres de cada cinco adolescentes y mujeres con anemia proceden de países de Asia Meridional y África Subsahariana, epicentro de esta crisis alimentaria.

Además, las adolescentes y las mujeres de los hogares más pobres tienen el doble de probabilidades de sufrir malnutrición que las de los hogares más ricos, señala el informe.

El informe hace hincapié en cómo las situaciones de crisis suelen afectar en mayor medida a las mujeres. En 2021 había 126 millones más de mujeres que de hombres en situación de inseguridad alimentaria, en comparación con los 49 millones más que había en 2019, señala.

El análisis de Unicef hace un llamamiento a los puestos de poder para una mayor protección de mujeres y adolescentes en los sistemas alimentarios. Con mayor prioridad para recortar las cifras de desigualdad, políticas que enriquezcan los alimentos de consumo habitual a gran escala, acceso a la nutrición esencial y de manera gratuita para los grupos más desfavorecidos, mayores medidas de protección y la erradicación de políticas que aumentan esta brecha.

"Cuando una niña o una mujer no reciben una nutrición adecuada, se perpetúa la desigualdad de género", afirma Russell. "Se reduce el potencial de aprendizaje y de obtención de ingresos. Aumenta el riesgo de sufrir complicaciones potencialmente mortales, incluso durante el embarazo y el parto, y aumentan las probabilidades de dar a luz a bebés desnutridos. Sabemos lo que hace falta para que las mujeres y los niños que más lo necesitan reciban apoyo y servicios nutricionales que pueden salvarles la vida. Solo tenemos que movilizar la voluntad política y los recursos para actuar. No hay tiempo que perder", concluye la directora ejecutiva de Unicef.

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