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Asesinato de Laura Luelmo Los forenses rechazan la versión de la Guardia Civil e insisten en que Luelmo no murió el día de la desaparición

Los resultados de los análisis complementarios que se han practicado al cadáver de la profesora ratificarán que la joven murió entre el segundo y el tercer día tras su desaparición, como ya manifestó en el análisis preliminar. 

Jóvenes del instituto de la localidad onubense de Zalamea la Real colocan carteles realizados por ellos mismos en repulsa por la muerte de la joven zamorana Laura Luelmo. - EFE

EFE

Los resultados de los análisis complementarios que se han practicado al cadáver de Laura Luelmo, la profesora zamorana de 26 años asesinada por su vecino Eduardo Montoya, ratificarán que la joven murió entre el segundo y el tercer día tras su desaparición, tal y como determinaron los forenses que le practicaron la autopsia en el informe preliminar. Pero estos resultados no coinciden con la versión de la Guardia Civil, que asegura que Luelmo murió el primer día de su desaparición. 

"Los análisis complementarios, que se deben emplear, no suelen corregir de modo sustancial la primera predicción, raramente supondrán una rectificación importante a las conclusiones obtenidas a partir del examen del cadáver", ha señalado la Sociedad Española de Medicina Legal y Forense en un informe.

Los especialistas destacan que las conclusiones obtenidas por los forenses sobre la fecha de la muerte de la joven profesora se basan en pruebas científicas, y piden que se respeten las competencias de los distintos profesionales que trabajan en la investigación del caso.

Versión de los agentes

Por su parte, la Guardia Civil insiste en que la hipótesis más probable, según los indicios obtenidos, es que la joven muriera unas horas después de desaparecer en el lugar donde se encontró su cuerpo, pero acatará y secundará las conclusiones del informe preliminar y del definitivo de la autopsia.

Tras el comunicado, las fuentes de la Guardia Civil reiteran que los indicios obtenidos hacen pensar en que la muerte se produjo en la noche del día 12, el mismo día que desapareció la joven en la localidad onubense de El Campillo.

Reconocen que esa hipótesis no coincide con la data, "basada en datos científicos", proporcionada por el Instituto de Medicina Legal de Huelva. Y añaden que la Guardia Civil no pretende ninguna confrontación con los profesionales de la medicina forense y, "como no podría ser de otra manera, secundará las conclusiones tanto del informe preliminar como del definitivo de la autopsia judicial".

La Guardia Civil afirmó que la joven no estuvo toda la noche en casa de Montoya y que éste se la llevó enseguida, probablemente en el maletero de su coche, hasta el lugar donde apareció el cadáver y donde la agredió sexualmente.

Además, aseguraron que, en el momento en el que lo que se investigaba era la desaparición de la joven no había indicios con "carga probatoria" contra Montoya. Según declararon, habría sido posible hacer un registro voluntario, pero tenían que "valorar bien" lo que hacían. "Y si la tuviera en otro sitio, ¿el que pusiéramos el foco podría haberla puesto en peligro?", se preguntó el teniente coronel de la Unidad Central Operativa (UCO) Jesús García.

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