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Burgos: Gamonal, entre el estado de obras y los guardias de la porra

El proyecto de remodelación de una calle en el barrio burgalés provoca una batalla campal entre jóvenes y Policía

Gamonal era hasta la segunda mitad del pasado siglo un municipio anejo al de Burgos, que fue anexionado a éste para permitir entre otras cosas la construcción de viviendas y la puesta en marcha del Polo de Desarrollo, con un urbanismo carente de servicios y zonas verdes que servía de ejemplo en los manuales de Geografía Urbana para explicar la segregación de los barrios obreros durante el franquismo.

Las viviendas construidas antes de la democracia no contaban con plazas de garaje, lo cual ha convertido el aparcamiento en un problema crónico del barrio, en el que viven trabajadores, jubilados, inmigrantes, con unas tasas de paro elevadas, y con espacios urbanos necesitados de actuación: el antiguo mercado de San Bruno, la Academia del arma de Ingenieros, casi vacía, la campa en la que se ubica un antiguo silo utilizado como almacén de plaguicidas y otros productos fitosanitarios por parte de la Administración.

Y, sobre todo, plazas de aparcamiento asequibles, ya que algunas construidas hace años todavía están desiertas porque su precio es desproporcionado en una época de crisis.

El Ayuntamiento del PP ha proyectado, a un precio de quince millones de euros, remodelar la columna vertebral del barrio, la Calle Vitoria, llamándola boulevard (no lo es), ensanchando las aceras y construyendo, pero a un precio bastante elevado, plazas de aparcamiento. Justifica esta decisión en que las concesionarias de los aparcamientos financian así parte de la obra, y aunque hay vecinos que comparten la actuación, a casi todos el coste les parece excesivo, las condiciones en las que se realizará la obra dificultarán durante la misma y cuando ésta termine el tráfico, los comercios de la calle tendrán también problemas para recibir sus clientes que se desplacen en coche.

Y también hay quien preferiría destinar los fondos a remodelar la Plaza San Bruna, la campa del antiguo silo, u otras zonas necesitadas de intervención en el barrio. Manifestaciones y reivindicaciones de los vecinos han sido desoídas por la mayoría municipal del PP, y al final, su ausencia de receptividad ha dejado el protagonismo de la protestas en manos de jóvenes del barrio, que han protagonizado este viernes episodios violentos, rodeados de decenas de antidisturbios de la policía en la mejor tradición de las revueltas urbanas.

Los antropólogos hablan de los 'ritos de paso' como un conjunto de ceremonias de iniciación por las que los adolescentes pasan a considerarse y a ser tomados como personas adultas. Antes éstos se limitaban a fiestas y borracheras, pero la falta de diálogo de los gobernantes del PP han devuelto al comportamiento social al periodo final del franquismo, con manifestaciones, saltos y devastación de mobiliario urbano, oficinas bancarias, etc.

Adolescentes protestando, enfrente los guardias de la porra cargando, todos sin mucha contención, y de escenario los barrios obreros de una ciudad en la que nada se negocia, y se sospecha que obras públicas onerosas benefician esencialmente a quienes las hacen, y no a quienes deben disfrutarlas. ¿Les suena? Burgos y España penetran día a día en el túnel del tiempo.

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