Opinión
Hospitales Ayuso: iban a pagar(me) igual

Directora corporativa y de Relaciones institucionales.
-Actualizado a
Estremece escuchar de forma tan descarnada, en las grabaciones destapadas por El País, a todo un CEO del grupo Ribera Salud (un viejo y omnipresente conocido) dando indicaciones de cómo obtener beneficios con un hospital de la red pública madrileña aunque sea a costa de la vida y la salud de los y las madrileñas. Pero, créanme, es lo mejor que nos puede pasar para que la gente se entere en vivo y en directo, por boca de los propios ejecutores y gracias a una impecable labor periodística, del modelo ideológico que se nos vende como "liberal" o de la "libertad de elección" y que tantas nos desgañitamos en denunciar como falso y de corrupción encubierta.
Estos días hemos podido comprobar, a pelo y sin anestesia, que no hay nada de esos supuestos liberales inaugurados por Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid; hemos constatado que solo hay un negocio muy lucrativo para determinados grupos -viejos conocidos de la corrupción (i)liberal del PP- cuya gestión rota, además, en torno a puertas giratorias, redes clientelares y contraprestaciones para los políticos que les garantizan el negocio. Es un clásico de la corrupción estructural bien incrustada en España desde el franquismo y no tiene nada que ver con que si las empresas son privadas o públicas, sino con los gobiernos que consienten prácticas de rapiña a compañías privadas con nuestros servicios públicos, sea para garantizarse el político/a un ático de lujo o sea para premiar a la familia, por ejemplo, con comisiones al caro hermano.
En el momento en que cierro este artículo, seguimos sin conocer cuál será la respuesta de la presidenta de la Comunidad de Madrid a las informaciones destapadas sobre la gestión sanitaria madrileña, que es competencia directa de ella. ¿Denunciarán también a la nueva fiscala general del Estado, Teresa Peramato, con lo que sea? ¿Quizás a la ministra de Sanidad por señalar que la desprivatización de la sanidad pública en la Comunitat Valenciana, que estaba en manos de Ribera Salud, le costó el lawfare a Mónica Oltra o un acoso brutal a la exministra socialista Carmen Montón? ¿Algún médico rojo por ahí al que imputarle algo? ¿Con qué golpe de efecto nos sorprenderán Ayuso y su gabinete tras el "Me pone" del Torrente de turno en la Asamblea de Madrid dirigiéndose a la líder de la oposición, Manuela Bergerot? El que sí ha reaccionado -rápido y bien- ha sido Alberto Núñez Feijóo, quizás con más deseo de dejar en evidencia a su principal contrincante interna que de hablar de un tema que no le es ajeno. Al fin y al cabo, Galicia es otra de las comunidades gobernadas por el Partido Popular donde Ribera Salud se pone las botas con la sanidad pública, justamente con la bendición en 2019 del entonces presidente de la Xunta Feijóo; credibilidad del presidente nacional del PP, pues, ninguna; una lástima.
El modelo privatizador de Ayuso, por tanto, no es solo tal, aunque su descaro en el lucro de las empresas que contrata y el retrorno en el entorno de la propia presidenta lo convierta en el epítome de su ejecución en toda España. El modelo Ayuso es el modelo PP y, efectivamente, es ideológico, estructural y son los ciudadanos/as los que votan y elijan que se implante, en contra de sus intereses mayoritariamente, como estamos informando algunos y estamos pudiendo comprobar todas estos días. Y no solo en sanidad, sino en educación (huelga en universidades públicas) o dependencia (7.981 muertos/as en residencias madrileñas), donde el saqueo de los actores implicados, públicos y privados, han costado demasiadas vidas ya. No nos cansaremos de denunciarlo: el negocio siempre obsceno con los servicios públicos que tenemos constitucionalmente garantizados, porque son el mayor garante de igualdad de derechos y oportunidades, el mejor ascensor social, mata. MATA.
Comentarios de nuestros socias/os
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros socias y socios, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.