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Razones para frenar el fujimorismo

En las calles de Lima se percibe un cierto respiro por haber podido lograr algo que parecía imposible: evitar el triunfo de Keiko Fujimori

Simpatizantes de Kuczynski celebran en Lima los resultados de la segunda vuelta de las presidenciales. - EFE

FERNANDO RUIZ

LIMA.- Lima amanece este lunes de resaca electoral dividido políticamente aunque en sus calles se percibe un cierto respiro por haber podido lograr algo que parecía imposible: pararle los pies al fujimorismo. Y es que a la hora de escribir estas líneas, con el 92,6% de las actas contabilizadas, Pedro Pablo Kuczynski tiene el 50,32% y Keiko Fujimori el 49,68%. Una diferencia de unos 100.000 votos y puede pasar cualquier cosa, por lo que es preciso garantizar un recuento minucioso y limpio.

Desde el primer día de la campaña para esta segunda vuelta presidencial, tras la primera, efectuada el 10 de abril, todos los sondeos de opinión iban fijando en la mente de los votantes una constante ventaja, en algunos momentos de más de 7 puntos, de Keiko Fujimori (Fuerza Popular), de 41 años e hija del encarcelado ex presidente Alberto Fujimori sobre Pedro Pablo Kuczynski (Peruanos por el Kambio) , de 77 año, exministro de Economía en el gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006).

A partir del segundo debate presidencial, la suerte cambió de mano y a Keiko se le empezó a torcer su segundo intento de llegar a la presidencia del país

El primer cara a cara televisivo se saldó con una clara victoria de Keiko tras una intervención lenta de reflejos y temerosa de Kuczynski. Pero en el segundo debate, hace una semana, Kuszynski se revitalizó y salió triunfante. A partir de ese día la suerte cambió de mano y a Keiko se le empezó a torcer su segundo intento de llegar a la presidencia del país.

¿Qué ha pasado en Perú en esta última semana que ha propiciado algo muy cercano a un empate técnico y que el fujimorismo no llegue -─según indica por ahora el recuento─ al palacio de gobierno? Estas pueden ser algunas razones:

- Kuczynski gana con soltura el segundo debate, que cierra con un excelente mensaje final.

- El marco de enfrentamiento entre una derecha popular (Keiko) frente a una derecha tecnócrata (PPK), queda arrinconado. El miedo a la infiltración del narcotráfico en la política y el miedo a perder un esquema democrático en el país ─buques insignia del antifujimorismo social─ logran imponerse como ejes de campaña.

- La supuesta renovación fujimorista se estrella como proyección electoral y las caras nuevas no logran mejorar la imagen de un partido en el que ya la lista parlamentaria incluía a 11 congresistas investigados por lavado de activos, cinco de ellos con presuntas conexiones con el narcotráfico. 

- El entorno cercano a Keiko resulta salpicado con acusaciones de corrupción. El mismo secretario general de Fuerza Popular, Joaquín Ramírez, aparece como investigado por la DEA por lavado de dinero y narcotráfico. Pocos días después estalla un escándalo al descubrirse un audio editado que el candidato a la vicepresidencia, José Chlimper reconoce que entregó una grabación a un programa televisivo que difundió un audio manipulado para desacreditar la denuncia contra Ramírez.

Seguidores de Pedro Pablo Kuczynski durante un mitin en Lima. - REUTERS

Seguidores de Pedro Pablo Kuczynski durante un mitin en Lima. - REUTERS

- Errores en la campaña de Keiko. Se filtra la posibilidad de la liberación de Alberto Fujimori a través de espacios jurídicos, no en los políticos, y facilita la percepción de un autoritarismo que descarta la vía política para excarcelar a un político acusado de violaciones graves a los derechos humanos durante su gobierno.

- Creciente movilización de sectores de la población en su repudio al fujimorismo y su posible retorno a la presidencia. El antifujimorismo militante, que parte de una base asentada en la izquierda política y social, se abre y conecta con posiciones de centro y de derecha.

- La ex candidata a la presidencia por el Frente Amplio (FA) Verónika Mendoza, segunda fuerza parlamentaria, emite un vídeo en el que pide el voto explícito a PPK para frenar el fujimorismo. Lo hace a título individual pero horas después un puñado de dirigentes y cargos electos del FA la secundan.

- El voto blanco o nulo, que propiciaban algunos sectores de la izquierda y que se estimaba en torno al 20%, se reduce día a día y llega a las elecciones estancado en un 6%.

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