Los acuerdos con Marruecos dejan solo a Sánchez frente al Congreso una vez más
Todos los grupos, a excepción del PSOE, arrinconan al presidente por esta cuestión. "Ha conseguido parar la inmigración desde Marruecos a costa de vender el Sáhara. Pero por favor, no saque pecho de eso", resume Aitor Esteban.
Pilar Araque Conde
Madrid-Actualizado a
Pedro Sánchez sigue sin convencer a los diferentes grupos políticos del Congreso de la nueva etapa en las relaciones con Marruecos a cambio de su giro histórico sobre el Sáhara. Más de un año después de la carta enviada por el presidente del Gobierno al rey Mohamed VI, en la que pasó de defender la autodeterminación del Sáhara a apoyar el plan de autonomía de Marruecos, el líder del Ejecutivo ha vuelto a constatar su soledad en el Congreso con respecto a este tema.
Tanto sus socios de la coalición, Unidas Podemos, como los habituales aliados parlamentarios del Gobierno, así como el resto de partidos de la oposición, es decir, todos los grupos del arco parlamentario, a excepción del PSOE, han arrinconado este miércoles a Sánchez por esta cuestión.
Lo han hecho durante la comparecencia del presidente del Gobierno (la número 26, como ha destacado el portavoz socialista, Patxi López) para abordar la situación de la guerra en Ucrania, los últimos Consejos Europeos y, precisamente, la relación de España con Marruecos con motivo de la Reunión de Alto Nivel mantenida en Rabat a principios de febrero.
En su primer intervención, Sánchez ha dedicado menos de diez minutos para despachar este asunto. Eso sí, ha sacado pecho de la alianza con el "país amigo", "un aliado fundamental para el desarrollo económico de España, nuestra puerta de entrada en África y un aliado fundamental para la seguridad y la migración ordenada".
"Más que nunca tenemos la oportunidad de situar las relaciones entre España y Marruecos bajo el signo de la cooperación genuina y mutuamente beneficiosa, una relación basada en el respeto mutuo, en la ausencia de acciones unilaterales y el cumplimiento sistemático de los acuerdos", ha aseverado. Asimismo, ha puesto en valor el descenso de la migración en el primer trimestre de 2023, al contabilizarse un 78% menos de entradas de migrantes a través de Ceuta y Melilla con respecto al año pasado, y un 63% en el caso de Canarias.
En las respuestas, la gran mayoría de los portavoces han afeado su pacto con Marruecos, le han acusado de "vender al Sáhara" a cambio de frenar la migración, y le han pedido que aclare ante el Pleno si cesó a la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, a petición de Marruecos, tal como publicó este miércoles El Confidencial. Si bien, en su segunda intervención, el presidente ha rehusado atender a este último requerimiento.
"Ha conseguido parar la inmigración desde Marruecos a costa de vender el Sáhara. Pero por favor, no saque pecho de eso", ha señalado con contundencia el portavoz del PNV, Aitor Esteban. "Algún día sabremos lo que pasó con Marruecos. Mientras tanto, le doy un consejo: cuidado con las redes de inteligencia marroquíes que cada vez están más presentes", ha remachado en relación al robo de datos móviles que sufrieron tanto el propio presidente del Gobierno como varios ministros.
"Tenemos una cuenta pendiente con el pueblo saharaui. Los hemos abandonado a su suerte, es injusto. Su cambio de posición ha provocado ruptura con Argelia y ha provocado problemas con empresas", ha señalado Joan Baldoví, de Compromís. "El Gobierno debe asumir su responsabilidad para la descolonización del Sáhara, apoyar el derecho a la autodeterminación y el pleno reconocimiento de la independencia y de la República Árabe Saharaui Democrática", ha afirmado Néstor Rego.
La número dos del PP, Cuca Gamarra, ha señalado que el acuerdo con Marruecos es una "nebulosa" que aún no se ha despejado, mientras que la portavoz de Cs, Inés Arrimadas, ha culpado al Gobierno de las declaraciones que llegan desde el país vecino sobre la recuperación de Ceuta y Melilla.
La diputada de ERC Maria Dantas ha apuntado que las muertes de migrantes "no son accidentales sino fruto de las políticas del Ejecutivo en esta materia que blindan las fronteras, las militarizan y externalizan su control", además de "criminalizar" y "despersonalizar" a los migrantes. Tanto esta parlamentaria como el diputado de EH Bildu Jon Iñarritu han recordado la actuación del Gobierno en la tragedia de la valla de Melilla, reclamando "vías legales y seguras".
Así, el presidente ha intentado despojarse de estas y otras críticas, retando a la oposición a presentar un plan alternativo de relaciones con Marruecos. De hecho, ha asegurado que hasta "11 países europeos" tienen la misma posición que la parte socialista de su Gobierno sobre el Sáhara. "Los principales países europeos estamos en la misma posición", ha defendido. Pero esto no es cierto y así se lo ha recordado el delegado del Frente Polisario en España, Abdulah Arabi, que ha respondido al presidente en Twitter: "Algunos países la consideran como 'una opción más', ninguno como la 'más viable'. Ni siquiera Francia. Eso solo es el lenguaje del ministro marroquí".
Pese al tiempo transcurrido y a los intentos del presidente de justificar los pactos alcanzados con Marruecos para una "buena vecindad", este asunto perseguirá previsiblemente a Sánchez y al PSOE durante mucho tiempo.
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