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Adelanto electoral  La derecha dirige una ofensiva mediática para forzar un adelanto electoral mientras el Gobierno conserva sus apoyos

Ahora que las encuestas son favorables a la suma de la derecha y la ultraderecha, Casado y Abascal tratan de construir el relato de que Sánchez teme a las urnas, pese a que no tiene obligación de convocar elecciones hasta finales de 2023.

El líder popular Pablo Casado (d) interviene en una nueva sesión de control al Gobierno, la última de Pablo Iglesias antes de abandonar la próxima semana el gabinete de Pedro Sánchez para dedicarse por entero a la campaña en la Comunidad de Madrid, este m
El líder popular Pablo Casado (d) interviene en una nueva sesión de control al Gobierno. Chema Moya / EFE

Si por Pablo Casado fuera, se celebrarían elecciones generales mañana mismo, aunque él no tiene el poder de convocarlas. Según algunas encuestas, el líder del Partido Popular se sitúa por primera vez por delante del PSOE desde que llegó a la presidencia de la formación hace casi tres años. Y para el conservador ese es motivo suficiente para declarar que la legislatura "ha entrado en vía muerta", pese a que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha ratificado su intención de agotar su mandato —apenas ha pasado un año y medio desde que se constituyó el Ejecutivo de coalición, en enero de 2020— y sus socios parlamentarios no quieren, tampoco, romper relaciones.

A Casado se le han unido otros dirigentes del PP como el alcalde de Madrid y portavoz nacional, José Luis Martínez-Almeida, que recientemente afirmaba en una entrevista en ABC: "A los españoles les interesa un adelanto electoral y cuanto antes, mejor". También se ha pronunciado en ese sentido la portavoz de los populares en el Congreso, Cuca Gamarra, en TVE: "Cada día Sánchez tiene más debilidad parlamentaria y ciudadana", que achaca a que "una onda expansiva del 4-M se está produciendo en toda España".

La plana mayor del PP está tratando de sacar rédito de la contundente victoria de Isabel Díaz Ayuso para reivindicar un "cambio de ciclo", aunque algunas voces en el propio partido opinan que el buen resultado de la madrileña no es extrapolable a nivel nacional. En ese sentido, poco le importó al PP que su candidato en Catalunya, Alejandro Fernández, sufriera el peor varapalo de su historia obteniendo tres escaños el pasado 14 febrero mientras el socialista Salvador Illa se hacía con la primera plaza, con 33 parlamentarios. Entonces Casado atribuyó sus malos resultados a la corrupción y cerró en falso la crisis anunciando un cambio de sede que no acabó de convencer a sus barones.

La derecha ha llegado a cuestionar la legitimidad de Sánchez al frente del Gobierno

A la petición de elecciones por parte de la dirección del PP se le ha sumado Vox, que está llamado a ser su socio en un eventual Gobierno pese a que Casado escenificó una ruptura con ellos el pasado mes de octubre. Su líder, Santiago Abascal, considera que "España tiene que ir a las urnas para recuperar su soberanía y su prosperidad". Así se ha pronunciado a través de su cuenta de Twitter. Unos días antes, en declaraciones a la Cadena Cope, afirmó que el resultado del 4M "dibuja la posibilidad de una alternativa al Gobierno de Sánchez". A su modo de ver, "Sánchez arrebató el voto a los españoles con mentiras".

Unas declaraciones que coinciden con la estrategia que ha desarrollado la derecha contra el Gobierno de coalición durante este último año y medio, llegando a cuestionar la legitimidad de Sánchez. El día de la investidura del socialista, Casado y Abascal le dedicaron calificativos como "traidor a España", "estafador", "presidente fake'", "fraude electoral", "patético", "sociópata", "personaje sin escrúpulos"y "villano de cómic", entre otros. Ahora que las encuestas les son favorables, tratan de construir el relato de que Sánchez teme a las urnas, pese a que no tiene obligación de convocar elecciones hasta finales de 2023.

En ese sentido, a Casado le cuesta reconocer sus dos derrotas parlamentarias contra Sánchez en el año 2019 —directamente las elimina de su discurso— mientras trata de visibilizar que el presidente del Gobierno llegó al cargo "por la puerta de atrás", en referencia a la moción de censura impulsada contra Mariano Rajoy en el año 2018. Es más, el líder del PP ha llegado a decir que Sánchez "invadió" La Moncloa, tratando de hacer entender que llegó por la fuerza.

El Gobierno se consolida y quiere agotar la legislatura

Mientras, tanto en el PSOE como en Unidas Podemos están más convencidos que nunca de que van a agotar sobradamente la legislatura. Tras la marcha de Pablo Iglesias y la incorporación de Yolanda Díaz a la vicepresidencia tercera, asumiendo así el liderazgo morado en el seno del Ejecutivo, ambas partes han querido mandar un mensaje de unidad, y esta semana sus declaraciones han apuntado hacia una consigna clara: hay un solo Gobierno y va a agotar la legislatura, informan Alexis Romero y Manuel Sánchez.

"El presidente y yo estamos más unidos que nunca, la coalición vive un periodo de unidad y entusiasmo", manifestó la vicepresidenta de Trabajo en el último Consejo de Ministros y ante la atenta mirada de la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, que suscribió todas y cada una de sus palabras. El Ejecutivo vaticina una segunda mitad del año marcada por la buena marcha de la vacunación contra el coronavirus (se espera alcanzar la ansiada inmunidad de grupo antes de que finalice el verano) y la llegada de los fondos europeos de reconstrucción, dos hitos que han elevado las previsiones económicas respecto a España de buena parte de los organismos internacionales.

Pero, aparte de esta estrategia de trabajo de cara al futuro, la consolidación del Gobierno de coalición, la imposibilidad matemática de que pueda haber una moción de censura en el Congreso y hasta las propias expectativas electorales hacen impensable un adelanto electoral. El propio Pedro Sánchez manifestó tras ser investido que la legislatura iba a durar 1.400 días. Han pasado 496.

La duración de la legislatura "dependerá del mismo Gobierno"

En este sentido, aunque los partidos que sostienen el Gobierno no alcanzan por sí solos la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados, los socios del Ejecutivo señalan que la duración de la legislatura "dependerá del mismo Gobierno". Eso sí, a pesar de que los apoyos parlamentarios no peligran de momento, los grupos del bloque de la investidura insisten en que el Ejecutivo debe "cuidarlos" asumiendo los compromisos adquiridos a principios de 2020.

Tras el fracaso del PSOE en los comicios autonómicos de hace dos semanas y la salida de Pablo Iglesias del espacio confederal, ERC descartó que Sánchez convocara elecciones. Si bien, los de Gabriel Rufián inciden en la solución del conflicto político de Catalunya, que pasa por el indulto a los presos del procés, una cuestión de primer orden que permanece estancada ante las continuas convocatorias electorales.

El portavoz de EH Bildu, Oskar Matute, defendió este domingo en una entrevista en Radio Euskadi que la legislatura "estará más cerca de agotarse que de interrumpirse", ya que tanto el PSOE como Unidas Podemos "tendrán que recuperar fuerzas acompañados por un pulso emocional diferente tras la llegada de los fondos europeos". Su homólogo del PNV, Aitor Esteban, también se ha pronunciado en varias ocasiones en estos términos. De esta manera, ha instado a Sánchez a centrarse en los "temas prácticos" que demanda la sociedad y a dejarse de "tacticismos".

En esta línea, el portavoz de Más País en la Cámara Baja, Íñigo Errejón, apostilla que, "si el Gobierno quiere, la legislatura dura". Todo depende, asegura, "de que cuide los apoyos que tiene en el Congreso y transforme la vida de los españoles". Por su parte, el diputado de Compromís, Joan Baldoví, añade que los resultados de Madrid no se pueden extrapolar al tablero estatal: "Hay muchas sensibilidades y no todas pasan por el PP". En todo caso, que esta legislatura sea larga o corta "no está en manos ni del PP ni de Vox", sino en aquellas fuerzas que la hicieron posible.

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