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El adiós de Puigdemont como presidente de JxCat allana el camino para un tándem Turull-Borràs

El paso al lado en el partido del expresident de la Generalitat evitará otra pugna por la secretaría general tras la salida forzada de Jordi Sànchez del cargo. La distancia del exilio y las dificultades para la gestión desde Bruselas son algunos de los motivos que alega Puigdemont para no presentarse a la reelección, que se suman al objetivo de centrarse en la tarea al frente del Consell per la República y en la recta final de la estrategia judicial en Europa.

L'expresident de la Generalitat i eurodiputat de Junts, Carles Puigdemont, durant una intervenció al Parlament Europeu.
el expresidente de la Generalitat y eurodiputado de JxCat, Carlos Puigdemont, durante una intervención al Parlamento Europeo.  Parlament Europeu / ACN

El expresident Carles Puigdemont no seguirá como presidente de Junts per Catalunya, el partido que él mismo fundó en 2020 dejando atrás el PDeCAT y seguido por la mayoría de líderes del antiguo espacio posconvergente. En una carta enviada a las bases este martes, Puigdemont afirma que "es necesario que el partido tenga una nueva presidencia, que participe de las reuniones ejecutivas, que participe a fondo de las decisiones políticas que haya que adoptar".

El exilio ha marcado su presidencia, que ostenta desde agosto de 2020

La decisión se formalizará en el Congreso que el partido celebrará el próximo 4 de junio en Argelers, en la Catalunya norte. El anuncio no ha llegado por sorpresa, ya que hacía meses que esta opción estaba sobre la mesa. El adiós de Puigdemont se suma al de Jordi Sànchez, el actual secretario general, que a principios de abril ya anunció que no optaría a la reelección. No sin una dura pugna interna y múltiples controversias sobre las dinámicas y decisiones impuestas por Sànchez al partido. La decisión de Puigdemont allana ahora el camino para articular un tándem de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, y el exconseller y antiguo preso político Jordi Turull, a la vez que evita una nueva confrontación interna, esta vez para optar a la secretaría general. Cargo que de confirmarse los pronósticos ocuparía Turull mientras Borràs optaría a la presidencia.

El exilio ha marcado la presidencia de Puigdemont. La ostenta desde agosto de 2020, pocas semanas después de celebrarse el congreso fundacional de forma virtual por la pandemia. Nadie duda de que Puigdemont seguirá siendo el líder emblemático del partido, que fundó en el marco de la reestructuración que ha vivido el mundo independentista -y especialmente el espacio convergente- posteriormente al 1-O y la represión que se derivó de él, todavía vigente.

La distancia del exilio y las dificultades para la gestión desde Bruselas son algunos de los motivos que alega para no presentarse a la reelección, al igual que otros factores que también pone de manifiesto más sutilmente en la misiva, como su implicación como presidente del Consell per la República (CxR). "Desde hace un tiempo he llegado a la conclusión de que el partido necesita una presidencia más implicada de lo que yo lo he sido; este fue, de hecho, un compromiso mío y tengo que agradecer el respeto que todo el mundo ha tenido y que me ha permitido mantener la estrategia que llevamos desde el exilio y que no es, ni debe ser, la de ningún partido en particular".

Dejar la presidencia le permite centrarse plenamente en el Consell per la República

Dejar la presidencia del partido le permite, pues, centrarse plenamente en presidir el CxR y sortear las críticas de partidismo, consolidando su rol como figura independiente. También le permite concentrarse en la recta final de los litigios judiciales en Europa, que el independentismo espera ganar y que allanaría el camino de cara a un hipotético retorno del expresident a Catalunya.

Puigdemont fue reelegido presidente del Consell a inicios de marzo por otros dos años. Este organismo, que más que un partido o movimiento tiene vocación de institución, se creó el 30 de octubre de 2018 en el marco del acuerdo de investidura del president Quim Torra y tiene su sede en la Casa de la República, en Waterloo, residencia del expresident. Se formó para dar continuidad al Govern destituido por la aplicación del artículo 155 meses antes aunque, en la práctica, sólo se implicaron en él los exiliados, con Puigdemont al frente como presidente provisional.

ERC y la CUP se desentendieron prácticamente desde el inicio y JxCat es el partido que más presencia mantiene, pero la decisión de Puigdemont de dejar el partido quiere hacerlo avanzar hacia una independencia de los partidos a la que él mismo ha hecho referencia en varias ocasiones. En el discurso de su reelección, el expresident señaló que "cuentan con los partidos políticos" pero también advirtió de que serán "exigentes" con ellos. "No podemos esperar a los consensos de los partidos porque no es posible. Son imprescindibles para conseguir la independencia, pero debemos tomar la iniciativa desde el Consell".

Es en este contexto en el que Puigdemont, dejando la presidencia de Junts, espera consolidar su liderazgo al frente del CxR como persona sin cargos de partido. En la práctica, sin embargo, para el gobierno del CxR Puigdemont se ha rodeado de nombres como Toni Comín y Lluís Puig, el cantautor Lluís Llach y otras figuras políticas como los diputados Toni Castellà y Aurora Madaula, todos provenientes del mismo entorno de JxCat .

La cuestión de los nuevos liderazgos

La otra cuestión que ha marcado su adiós y que se vuelve fundamental de cara al Congreso de junio es quien optará a asumir ambos liderazgos, tanto la presidencia como la secretaría general. Cuando Sànchez anunció que no renovaría como secretario general, ya se ponía sobre la mesa que las dos figuras con más opciones de liderazgo eran, por un lado, el exconseller y antiguo preso político Jordi Turull, y por otro, la presidenta del Parlament, Laura Borràs. El paso al lado de Puigdemont parece dejar vía libre para la articulación de una candidatura conjunta -tal y como reclamó Sànchez- de ambos, haciendo un tándem en ambos cargos.

Puigdemont asegura que apoyará "de entrada" a quien asuma el liderazgo

Aunque ninguno de los dos ha confirmado públicamente su postulación al cargo ni que quieran articular una candidatura conjunta, sí son las personas que acumulan mayor proyección y apoyo tanto entre los compañeros de filas como de las bases y sus entornos así lo señalan. Puigdemont anima en la carta a las personas del partido con una "demostrada capacidad de liderazgo" que se postulen, y asegura que contarán con su apoyo "de entrada". Sin embargo, no concreta qué pasaría si hubiera más de una candidatura.

La incógnita que no resuelve por ahora Puigdemont es si con su decisión renuncia a presentarse de nuevo a las elecciones. Parece que sí, al menos en lo que se refiere a las catalanas y a las estatales, aunque parece difícil que lo haga también con las europeas. En las últimas elecciones catalanas, el 14 de febrero de 2021, encabezaba la lista por Barcelona, aunque era un candidato simbólico, ya que él mismo había manifestado que no abandonaría su condición de eurodiputado y, por tanto, no recogería el acta de diputado en el Parlamento. La candidata real y presidenciable era Laura Borràs.

Jordi Turull y Laura Borràs, dos sectores opuestos

Los dos políticos que parece que optarán a dirigir el partido forman parte de sectores contrarios dentro de la formación, por lo que combinar ambos liderazgos sería una opción para evitar ensanchar aún más la fractura interna dentro de JxCat. Las tensiones entre los diferentes sectores de la formación han sido una constante desde su creación, provocando también desgaste en la relación con ERC en el seno del Govern.

Turull es un hombre de partido, mientras que Borràs entró en política en 2017 como independiente

Turull pertenece al sector pragmático del partido, donde se engloban la mayoría de dirigentes de la antigua convergencia. Hombre de partido de toda la vida, Turull es claramente partidario de participar del Govern e incluso mantuvo en su día conversaciones con ERC -durante los momentos más difíciles de la negociación para formar el gobierno actual- para tratar de desatascar la cuestión ofreciéndose como interlocutor.

El exconseller de la Presidència durante el 1-O es militante desde 1983 en la antigua CDC, primero en las juventudes y después en la formación como tal. En 2010 fue nombrado portavoz del grupo en el Parlament y en 2013 empezó a presidirlo. De perfil liberal, además de conseller fue portavoz del Govern de Puigdemont en los últimos meses de la legislatura, antes de la aplicación del 155. Actualmente es uno de los cuatro vicepresidentes del partido.

A diferencia de Turull, Borràs entró en política en 2017 como independiente, lo que la sitúa en un perfil muy alejado. Proveniente del mundo académico, presidió la Institució de les Lletres Catalanes (2013-2017) antes de dar el salto a la política en las listas de JxCat como independiente. En la actual legislatura fue mucho más reacia al acuerdo de Govern, hasta el punto de que rechazó formar parte y asumir su vicepresidencia, terminando en la presidencia del Parlamento. Dentro del partido, ocupa la secretaría de Derechos y Libertades.

La combinación de ambos perfiles podría unir a las dos almas del partido y contribuir a una mayor coordinación dentro de la formación, especialmente en lo que se refiere a las relaciones con su socio de gobierno, ERC. Aunque parece que por ahora no está sobre la mesa dejar la Generalitat, la reconfiguración interna de Junts sí augura cambios en el Ejecutivo de cara al otoño para colocar figuras cercanas a la nueva dirección.

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