Los agricultores catalanes sustituyen el maíz por la cebada y el trigo para garantizarse la cosecha frente a la sequía
Los regantes de los Canals d'Urgell reducen las dotaciones del riego y piden la declaración de zona catastrófica, mientras que Unió de Pagesos quiere ayudas por las pérdidas vinculadas a la emergencia hídrica.
Barcelona-
"Una situación dramática, excepcional y persistente". Así definen los agricultores catalanes, los principales afectados de la sequía que padece Catalunya, los efectos del déficit hídrico sobre sus cultivos. Ante esta emergencia, que se está manifestando en forma de las aportaciones de agua más bajas de los últimos 70 años, los productores han apostado ya por algunas soluciones urgentes para asegurarse unos ingresos mínimos y poder rentabilizar así la cosecha.
Han optado por sembrar cereales de invierno, como el trigo y la cebada, en sustitución de cultivos como el maíz, ya que éstos requieren menos agua. Un ejemplo paradigmático es la Plana de Lleida, conocida por ser el granero de Catalunya, que para este verano tiene previsto estos cultivos, evitando las segundas cosechas por la falta de agua. Como efectos colaterales, los episodios de lluvias escasas comportarán menos riego para las frutas y verduras, lo que se traducirá desgraciadamente en una nueva subida de los costes de producción y un encarecimiento del precio de venta al consumidor.
Este ejemplo que afecta a los regantes de los Canals d'Urgell, extrapolable a otros lugares de Catalunya, resulta ilustrativo de las incertidumbres que representa la baja disponibilidad hídrica y denota la apuesta de los campesinos por asegurarse una cosecha y unos ingresos mínimos en un contexto de emergencia climática. Esta situación de sequía sirve para que el director general de la Comunitat General de Regants del Canal d' Urgell (Cgrcu), Xavier Díaz, defienda y reivindique la necesidad de avanzar en el Plan de Modernización de la infraestructura. "Estamos comprobando que las decisiones de la campaña de riego están en el aire, mientras seguimos avanzando en el plan de obras ordinarias, ahora se demuestra más que nunca que es el momento óptimo de abordar la modernización en las operaciones de transporte y aplicación del agua".
Esta misma semana, la Comunitat de Regants decidió solicitar a la Generalitat de Catalunya y al Gobierno estatal la Declaración de Zona Catastrófica por la sequía. Así se acordó durante la reunión de la Comisión de Circulación de los regantes. Ahora, la propuesta se elevará al pleno de la junta general de regantes del próximo jueves 20 de abril. Esta declaración se justifica por la necesidad que tendrán los regantes de recibir indemnizaciones por la sequía. En la misma reunión, se decidió rebajar de nuevo la dotación del riego, reduciéndola de los 27 a los 23 metros cúbicos por segundo, para garantizar los cultivos de trigo y cebada, que se segarán durante el mes de junio. De hecho, la junta de regantes insta a no plantar cereales de verano dada la falta de disponibilidad de agua.
En este escenario, las reservas del sistema de pantanos de Oliana-Rialb, que suministra el agua para el riego, se encuentran en 42 hectómetros cúbicos. Al inicio de la actual campaña de riego, que se inició el 27 de marzo con una semana de retraso respecto a la fecha habitual, ya se aplicó un recorte del 40% de la dotación de agua.
Cultivos alternativos al maíz
Episodios similares están sufriendo los regantes del Baix Ter y de la Muga en la provincia de Girona. El colectivo ya analiza cultivar sorgo o girasol, cultivos con menos necesidades hídricas, en vez de maíz. Eso sí, si dan el paso, reclaman ayudas para afrontar la sequía. Respecto a otros cultivos como el arroz, que aún requiere más agua, desde la Junta Central d' Usuaris del Baix Ter recomiendan reducir la superficie para hacer viable la cosecha, pero exigen un apoyo económico compensatorio.
El peligro también se extiende a comarcas leridanas de les Garrigues, el Segrià o la Noguera, donde los productores ya dan por perdida la mitad de la producción de cereal por la falta de agua. Si no llueve pronto, los agricultores miran hacia la Administración en búsqueda de soluciones. Una planificación de los regadíos o la implantación de sistemas automatizados, que eviten el riego a manta, son algunas de las propuestas planteadas.
Si no llueve pronto, los agricultores miran hacia la Administración en búsqueda de soluciones
A principios de abril, el sindicato agrario Unió de Pagesos (UP) organizó una movilización con 80 tractores y más de un centenar de campesinos en Cervera (capital de la comarca leridana de la Segarra) para denunciar que el Departament d' Acció Climàtica ignora el clamor reiterado del sector de los herbáceos frente a las pérdidas de unos 180 millones de euros por los daños climáticos sufridos por la sequía, las heladas de abril y los golpes de calor de mayo del año 2022. El sindicato ha presentado propuestas, como la de una ayuda directa que compense las pérdidas no cubiertas por el seguro agrario, medida que se concedió el pasado año a los sectores de la fruta dulce y de la almendra.
UP recuerda que los productores con póliza de seguro del cereal de Agroseguro han cobrado una indemnización de unos 62 euros por hectárea de media, mientras que las pérdidas económicas de la cosecha del año pasado superaban los 700. Según el sindicato, "la situación pone en peligro la viabilidad económica de los profesionales agrarios que se dedican".
Uso eficiente del agua
Uno de los retos pendientes de la agricultura catalana es la mejora en el uso eficiente del agua, especialmente necesaria en un período de sequía prolongada como el actual. Hace dos años, la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) seleccionaron la comarca leridana del Pla d'Urgell para llevar a cabo un estudio mundial sobre la gestión del agua en los cultivos y los modelos de previsiones meteorológicas. En el estudio participó el Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA). El investigador del IRTA, Joaquim Bellvert, afirma que "tenemos que estar preparados para una sequía que ha llegado para quedarse".
Bellvert: "Tenemos que estar preparados para una sequía que ha llegado para quedarse"
De hecho, recuerda que, paralelamente, las necesidades hídricas globales crecieron un 14% el año pasado y "tenemos que ser capaces de desarrollar herramientas para mitigar el cambio climático y la mayor demanda de agua". Bellvert precisa que los regantes, por ahora, planifican sus operaciones con unas recomendaciones del Departament d' Acció Climàtica, que sólo anticipan las necesidades con una semana de antelación. "Debemos ser mucho más precisos", añade. Desde el IRTA se alude a informes del año 2002, hace más de dos décadas, en los que se anticipaba un descenso de un 20% de los recursos hídricos de Catalunya por la crisis climática.
Para hacer frente a esta realidad, expertos y campesinos coinciden en la importancia de modernizar los sistemas de riego, especialmente en las zonas con cultivos de secano. Creen que así se va a impulsar una mejora de la autonomía alimentaria de Catalunya, que ahora importa un 60% de los alimentos que consume. La medida implicaría introducir nuevos cultivos e industrias, lo que favorecería la fijación de población a algunos territorios ahora despoblados.
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