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Aguirre rompe con Aznar y se aísla del PP en el sprint final de campaña

La candidata a la alcaldía de Madrid intenta sin éxito echar tierra sobre su ofensiva contra Botella. A la líder del PP madrileño no le quedan más aliados internos que sus colaboradores.

La candidata del PP al Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, durante su intervención en un desayuno informativo de Fórum Europa. / EFE

ANA PARDO DE VERA

MADRID.- Las relaciones entre Ana Botella y Esperanza Aguirre (alcaldesa de Madrid y candidata a sucederle, respectivamente) no son buenas desde que la regidora pidió que el partido abordase la sucesión de Aguirre en la presidencia del PP de Madrid cuando ésta dimitió como jefa del Ejecutivo de la comunidad. Aguirre puso una cruz a la alcadesa y su delfín, Ignacio González —que no lo ha sido, finalmente, y también ha sido olvidado por su mentora—, se sumó a la ofensiva.

"Esa gran mujer que está detrás de un gran hombre", aseguró Aguirre sobre la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, en un intento de recomponer su relación con Aznar

Hubo, desde entonces, desencuentros constantes entre Botella y el tándem Aguirre/González, que contribuyeron, además, a confirmar lo que ha sido un hecho: la presidenta del PP de Madrid quería ser alcaldesa y Botella, a la que no desagradaba en absoluto presentarse a las elecciones municipales del 24 de mayo, se retiró al ver que no tenía nada que ganar, mucho desgaste interno que afrontar y la batalla no le merecía la pena.

La despedida de Botella fue este viernes 15 de mayo, festividad local de San Isidro, en la sede del ayuntamiento de Madrid (Palacio de Cibeles). Estaban José María Aznar, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, el exalcalde y exministro, Alberto Ruiz-Gallardón, y un millar de personas más, pero tanto relumbrón se vio ensombrecido por la gran ausencia de Aguirre, que en esos momentos paseaba por la pradera del santo homenajeado vestida de chulapa, como si lo de Botella no fuera por ella. En Cibeles nadie comprendió el "plantón" de Aguirre y todos la criticaron.

Aviso a la candidata Aguirre

Aznar, cuya relación con Aguirre era buena, estrecha y muy coincidente en el plano ideológico desde hace muchos años, no evitó ayer domingo, sin embargo, demostrar públicamente su frialdad y distanciamiento con la candidata a suceder a su esposa, cuando ambos acudieron a un acto del PP de Madrid. Hubo avisos del presidente de Honor del PP a Aguirre ("Han pasado cosas, muchas ingratas e injustas, pero [Botella] deja un legado como nadie ha dejado en estos años ni dejará en las próximas elecciones") y promesas de Aguirre (bajar los impuestos o recuperar la libertad) rebatidas por Botella (los impuestos ya han bajado y en Madrid hay libertad). Hubo intentos de Aguirre de mostrarse ante las cámaras cordial y cercana con sus invitados ("Hola, 'presi") pero éstos, lejos de corresponderle, quisieron dejar patente que su relación estaba rota.

En un desayuno esta mañana, la presidenta del PP de Madrid ha intentando recomponer la sintonía con el matrimonio Aznar-Botella elogiándolos a ambos; pero hasta en eso, no logró poner de acuerdo a los numerosísimos asistentes que asistieron a escucharla. "Esa gran mujer que está detrás de un gran hombre", aseguró Aguirre sobre la alcaldesa de Madrid. "No es el mejor piropo", razona un conservador, teniendo en cuenta que Botella es la alcaldesa de Madrid, no una mujer ajena a la política.

Con su ruptura con Aznar, Aguirre ha conseguido alejarse de todos los pilares del PP actual: de Mariano Rajoy (nadie —ni ella misma— descartan que Aguirre acabe disputando al presidente el liderazgo del PP en un escenario de debacle electoral), de Dolores de Cospedal (sus relaciones nunca fueron buenas, pero la resistencia de Aguirre a abandonar la presidencia del PP de Madrid cuando fue designada candidata por Rajoy acabó de empeorarlas) o, incluso, de su compañera de lista madrileña y candidata a la Presidencia madrileña, Cristina Cifuentes (evitó que ésta influyera en la elaboración de las listas para garantizarse la alcaldable que su gente seguía activa y apoyándola en posibles y futuras contiendas internas)

La presidenta del PP de Madrid, creen los conservadores, ha optado por diferenciarse "a toda costa" del resto del partido, del Gobierno y de quien haga falta para ganar las elecciones y ser -eso sí- la protagonista indiscutible de la campaña. Los 15 días.

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