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El 'aliado' pacifista del jefe militar de ETA

Los archivos encontrados en el ordenador del jefe etarra están encriptados con el programa PGP, ideado por un antimilitarista norteamericano

ÓSCAR LÓPEZ-FONSECA

Dos ordenadores, seis pendrives y un reto por delante. El material informático que usaban el jefe militar de ETA, Mikel Garikoitz Aspiazu, Txeroki, y su compañera Leire López Zurutuza, detenidos el lunes en una localidad del Pirineo francés, está en manos de la Policía gala, pero su contenido es aún un misterio. El motivo: el dirigente etarra tenía todos sus documentos informáticos encriptados con un programa nada sofisticado, pero muy efectivo, el PGP, que obligará a los expertos de la Policía a emplear numerosas horas para acceder a su contenido.

Txeroki no es, de hecho, el primer miembro de la organización terrorista en cifrar sus documentos y cibermensajes. Desde hace más de una década, la práctica totalidad de los miembros de ETA a los que se le incautan material informático suelen tenerlo encriptado con este mismo programa. 'Es sencillo, eficaz y, además, se puede descargar gratis de Internet', destaca un mando policial que reconoce los quebraderos de cabeza que les da.

El problema añadido en el caso de los ordenadores de Txeroki es la escasez de expertos en desencriptar con los que cuenta la Justicia gala, en cuyo poder se encuentra. 'Tanto la Policía española como la Guardia Civil cuentan ya con un numeroso grupo de agentes especializados, pero los franceses sólo tienen uno, y ello retrasa mucho el acceso a la información si no se deciden a pedirnos colaboración', reconoce a Público un responsable de la lucha antiterrista.

Lo más curioso es que el PGP, siglas de Pretty Good Privacy (Muy Buena Privacidad) fue ideado hace 17 años por un experto informático norteamericano, Phillip Zimmermann, integrante de colectivos antimilitaristas norteamericanos que en los 80 protestaban contra la existencia de armas nucleares. Zimmermann presume en su página web de lo útil que ha sido su programa de encriptación para que grupos de derechos humanos burlasen la censura en dictaduras de Europa e Hispanoamérica.

Una eficacia que no ha pasado desapercibida para ETA, que lo utiliza, al menos, desde la tregua de 1998. De hecho, la primera noticia que tuvo la Policía de su empleo se produjo un año después, tras la detención en Francia del entonces jefe militar José Javier Arizkuren, Kantauri. En uno de los pisos que ocupaba, los agentes encontraron dos ordenadores repletos de documentos encriptados con PGP a los que no pudieron acceder.

Desde entonces, la Policía se ha vuelto a encontrar con este programa en numerosas ocasiones, y no sólo en material informático. En los manuales que ETA utilizaba para instruir a sus militantes, les explica cómo utilizarlo. Además, les da consejos para dificultar aún más la labor policial. Así, les sugiere que la llamada clave privada –una combinación de al menos 16 letras, números o sígnos que permite abrir el documento para su lectura– sea más complejo que el nombre de la novia o la fecha de nacimiento. Según fuentes policiales, los etarras se decantan últimamente por utilizar palabras en euskera o, simplemente, combinaciones sin sentido.

Este último era el caso de Gorka Lupiañez, detenido en diciembre de 2007 cerca de Berriz (Vizcaya). La Guardia Civil logró acceder a los textos de su ordenador después de barrer las claves posibles con un sistema informático y dar con la exacta: Higuriahigartua2044KAZ!!. Mucho más sencillo resultó desentrañar los secretos de Ibon Fernández Iradi, Susper. Este jefe etarra tenía anotada en un papel la combinanción para desencriptar sus documentos. Gracias a ello, la Policía pudo identificar a dos centenares de etarras.

Más complicado está resultando conocer el contenido del pendrive que la Policía halló escondido en la cocina de uno de los miembros del comando Nafarroa recientemente desarticulado. El pequeño ingenio estaba dañado, lo que, según fuentes policiales, ha dificultado aún más el trabajo de los expertos. Éstos están convencidos de que en él se encuentra la lista de objetivos contra los que iba a atentar el grupo. Del pacifismo al terrorismo.

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