España vuelve a aparecer en la ruta de los barcos de la muerte saudíes. El Bahri Hofuf, uno de los buques utilizados por la monarquía absolutista de Salmán bin Abdulaziz para el transporte de armamento, llegará el próximo 10 de octubre al puerto de Sagunto proveniente de la terminal marítima estadounidense de Baltimore.

El activista Luis Arbide, integrante de la comisión La Guerra Empieza Aquí de Ongi Etorri Errefuxiatuak (Bienvenidas refugiadas y refugiados) ha dado la voz de alerta tras detectar que el sistema de navegación de ese barco situaba a Sagunto como próxima parada.

"Los barcos saudíes de la flota Bahri siguen con su abastecimiento incesante de armas para sus campañas bélicas", afirma Arbide, quien suele realizar seguimientos de las actividades de esos buques. De acuerdo a los datos recopilados en su ordenador, desde que Arabia Saudí emprendió los ataques en Yemen más de 30 barcos de la naviera pública Bahri han hecho escala en España para cargar armas.

Tras conocerse esta información, Amnistía Internacional (AI) ha dirigido este viernes una carta al Gobierno para pedir explicaciones acerca de esta nueva visita de un buque saudí. "Hemos reclamado que nos informen si el barco Bahri Hofuf tiene previsto cargar material de defensa durante su escala en Sagunto. En ese caso, queremos que nos remitan información acerca del destino, uso y usuario final de ese material", explicó a Público Alberto Estévez, portavoz sobre comercio de armas de AI.

La visita de agosto

La organización de derechos humanos ha exigido al Ejecutivo que "no autorice el tránsito de este barco ni la eventual carga de armas en Sagunto debido al riesgo sustancial de que se utilicen para cometer o facilitar la comisión de crímenes de derecho internacional en Yemen por parte de la coalición encabezada por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos", señaló Estévez.

Asimismo, AI ha pedido al Gobierno que facilite información sobre la carga efectuada por el buque saudí Bahri Tabuk en una escala realizada el pasado 4 de agosto en Sagunto. Aquella visita supuso la reanudación de la ruta española por parte de los barcos de la muerte tras cerca de nueve meses sin pisar puertos españoles.