Este artículo se publicó hace 2 años.
Las andaluzas del 19J, prueba de fuego para todas las fuerzas políticas de cara a las próximas generales
El presidente de la Junta, Juanma Moreno, adelanta las elecciones con el argumento de que necesita un presupuesto para afrontar los nubarrones económicos, a pesar de que se quedó sin él hace varios meses.
Sevilla-Actualizado a
Las elecciones andaluzas abrirán el próximo 19 de junio, domingo, el ciclo electoral que se prolongará el año 2023 con las municipales y al final con las generales. Serán, por tanto, decisivas, una prueba de fuego, para lo que viene. No son unos comicios cualesquiera. Servirán para calibrar en la Comunidad más poblada el ascenso de Vox en Castilla y León y si la decadencia de la izquierda en Andalucía, después de 37 años de dominio, es real o solo fue un fenómeno provocado por una coyuntura muy particular en los comicios de 2018. Todas las encuestas alumbran un Gobierno del PP con Vox y alertan de un resultado muy malo para la izquierda.
Los comicios andaluces también calibrarán la fortaleza de Vox, que ahora debe decidir el candidato a la Junta (se habla de Macarena Olona, la diputada en el Congreso, y del portavoz parlamentario Manuel Gavira). También el estado del PP, en la primera prueba con fuego real para Alberto Núñez Feijóo. El presidente del PP manifestó en su cuenta de Twitter que Moreno ha demostrado ser "el mejor presidente para Andalucía: seguro que los andaluces confían masivamente en su proyecto de gestión y estabilidad".
Además, Ciudadanos, que ha gobernado estos años en coalición con el PP, y cuyo candidato es una vez más el vicepresidente Juan Marín, se juega su supervivencia en Andalucía, después de haber sido arrasado y haber aguantado el grupo parlamentario con respiración artificial.
Todos los Gobiernos de coalición de PP y Ciudadanos que necesitaba de los apoyos de Vox han acabado por liquidarse antes de tiempo (en el caso andaluz unos meses). Sin embargo, en este caso, los consejeros de Ciudadanos, a diferencia de lo sucedido en Castilla y León y en Madrid, seguirán en funciones hasta el final. El presidente Juanma Moreno agradeció la lealtad de Marín y de los demás consejeros de Ciudadanos.
El presupuesto y el contexto
La excusa que ha utilizado Moreno para convocar en este momento, el presupuesto ("celebrar elecciones en junio, nos permite aprovechar julio y agosto para formar Gobierno; no hay tiempo que perder; el Gobierno que salga de las urnas podrá afrontar el presupuesto") que vinculó a un intento de afrontar los nubarrones económicos, es, sin embargo, endeble.
Fue hace varios meses y no ahora, en diciembre del año pasado cuando se quedó en minoría, después de que Vox, su socio parlamentario, con quien había pactado tres presupuestos a costa, entre otros asuntos, de concesiones en lo que afecta a los derechos de las mujeres, decidió no apoyar las cuentas de 2022.
El contexto en el que convoca es diferente al que había el mes de diciembre pasado. Ya hay un Gobierno de coalición de PP y Vox, en Castilla y León (con lo que el que alumbran las encuestas en Andalucía no sería el primero); además, el PP cuenta ahora con un liderazgo en Madrid renovado, alejado de los conflictos con los territorios que caracterizó la etapa de Pablo Casado, y que va a empujar todo lo que pueda, con dos consejeros de Moreno en los órganos de dirección. Y existe un cierto desgaste del Gobierno de España, que comparten PSOE y Unidas Podemos, a cuenta de la inflación.
Moreno fue el primero que pactó con la ultraderecha en España. Lo hizo en unos términos similares al pacto en Castilla y León entre PP y Vox. En este tiempo, aunque en lo formal ha querido mantener un discurso moderado, por momentos ecuménico, sus políticas han virado siempre, impulsado por su socio Vox a la derecha en todos los ámbitos: fiscal, educativo, sanitario, medioambiental, urbanístico.
En el discurso en el que anunció la fecha de las elecciones, Moreno insistió en estas ideas: "Me he sentido el presidente de todos los andaluces, practicar la política con equilibrio y moderación, generando complicidad y normalidad democrática. Apelo a tener una campaña limpia, alejada de la desinformación, de las noticias falsas y de la mentira".
La izquierda
En la izquierda, el PSOE andaluz, que ha ganado todas las elecciones autonómicas, excepto las del año 2012 (aunque pudo gobernar mediante un acuerdo con IU), se juega el tipo. El principal granero de votos, decisivo para las expectativas de Gobierno de Pedro Sánchez, quedó en estado de shock tras perder por primera vez la Junta de Andalucía tras los comicios de 2018. Con el tiempo, se impulsó una renovación del liderazgo y en unas primarias la militancia decidió que Juan Espadas, entonces alcalde de Sevilla, relevase a Susana Díaz, la última expresidenta socialista de la Junta.
El objetivo de Juan Espadas es darle la vuelta a las encuestas y gobernar la Junta, como han hecho todos sus antecesores. Ser secretario general del PSOE andaluz y no ser presidente de la Junta se hace muy complicado, como ya comprobó Díaz. Si las cosas no salen tan bien como espera, Espadas se ha garantizado un grupo parlamentario afín: ha renovado a siete cabezas de lista (solo repite por Jaén, la vicesecretaria del partido en Andalucía, Ángeles Férriz) y a más del 70% de los diputados.
Espadas, tras conocer la disolución de la Cámara afirmó que Moreno "no tiene capacidad de gestión, ni de inversión pública, ni proyectos para los andaluces y andaluzas, que merecen mucho más" e hizo un llamamiento "a la ciudadanía para recuperar el empleo y la esperanza en un futuro mejor en Andalucía".
Más a la izquierda, la implosión de Adelante Andalucía, la marca en la que Podemos e IU, junto con otras fuerzas andalucistas habían decidido acudir a los pasados comicios y la creación de Más País, han debilitado sus expectativas. Teresa Rodríguez, la exsecretaria general de Podemos, prosigue con el proyecto andalucista, pero ya sin IU ni Podemos ni Más País, que junto a Equo y otras fuerzas andalucistas y ecologistas más pequeñas buscan a marchas forzadas un acuerdo que les permita presentar una candidatura conjunta. La convocatoria les ha pillado en plenas negociaciones.
El coordinador de IU, Toni Valero, después de que Moreno disolviera el Parlamento, consideró "un fracaso" la etapa del PP y Ciudadanos y manifestó que Andalucía "necesita un gobierno serio y un cambio real". Martina Velarde, secretaria general de Podemos consideró la legislatura "inestable y fallida" y auguró que los andaluces "rechazarán en las urnas el conformismo de Moreno".
Los últimos resultados
Los últimos resultados electorales en Andalucía fueron los siguientes. En las autonómicas de 2018, el PSOE obtuvo el 27,95% de los votos y 33 legisladores; el PP, el 20,75% y 26 diputados; Ciudadanos, el 18,27% y 21 asientos; Adelante Andalucía, el 16,18% y 17 parlamentarios; y Vox el 10,97% y 12 escaños.
Un año después (esta es la última referencia), ya con Moreno en el Gobierno con Ciudadanos y habiendo el PP pactado ya con la ultraderecha, el PSOE obtuvo el 33,76% de los votos y 25 congresistas; el PP sacó el 20,78%, un resultado similar al de las autonómicas, y 15 representantes; Vox subió a tercera fuerza con el 20,61% de los sufragios, a 8.000 votos de pegar el sorpasso al PP, y 12 bancos; Íñigo Errejón ya se había ido de Podemos y la coalición con IU obtuvo el 13,26% y 6 escaños, mientras que Más País, que solo se presentó en cuatro provincias de las ocho se quedó sin representación con 56.445 votos; Ciudadanos, que ya había iniciado su caída obtuvo el 8,2% y 3 puestos.
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